Raúl Zavala sostiene que los problemas ambientales son cada día más graves y que cada día hay menos gente que ayuda a tratar de solucionar esos problemas; realmente son pocas las personas que tratan quieren al planeta Tierra comparado con los que son insensibles a esto.
Hoy es el Día del Planeta Tierra y Raúl Zavala no ha recibido ni un solo comentario al respecto, comparado con o que ocurre el 14 de febrero o Día de la Madre o Padre y otras celebraciones que tratan de hacer que las personas den regalos.
Lo importante es que este día, 22 de abril, sea el momento oportuno para tratar, al menos, de que implementemos pequeñas acciones y grandes acciones para no seguir matando al planeta.
En uno de los artículos publicados por Raúl Zavala en este blog, se llegó a la conclusión que existe un verdadero odio a la Tierra y por eso no se quiere realmente salvarla.
Decir más ya no es necesario, sostiene Raúl Zavala que las palabras en este tema están demás y lo que hacen falta son acciones, acciones profundas y relevantes, acciones que sean imitables, que puedan dar votos, que puedan generar riquezas, que permitan a los contratistas acceder a obras, que genere publicidad para los medios de comunicación, que aumente las captaciones de dinero al sistema financiero…
En todo caso, Raúl Zavala asegura que es pertinente, en este Día de la Tierra, desearle mucha suerte y que OJALA viva por mucho tiempo.
22 de abril de 2008
17 de abril de 2008
Sobre el famoso "etc"
Sostiene Raúl Zavala que en muchos documentos que sirven de base para la planificación se encuentra la expresión "etcétera" sin que realmente tenga una validez por el alcance de su significado, pues según el Diccionario de la Lengua Española esta palabra significa: "Voz que se emplea para interrumpir el discurso indicando que en él se omite lo que quedaba por decir y se puede sobrentender."
Entonces ¿será posible que se omitan aspectos para sobreentender en un texto técnico? tal vez si tal vez no, dependerá de quien lo escriba.
En lo personal, Raúl Zavala sostiene que esa expresión no debe emplearse jamás en un documento de esas características, ya que el "sobreentender es un aspecto extremadamente subjetivo y por tanto podría causar inconformidades.
Realmente un tema para discutir. Pero, la verdadera razón para no usar la palabra "etc" está en un texto que Raúl Zavala lo encontró citado en la revista SPONDYLUS transcrito de "El Cronista" del miércoles 5 de diciembre de 1925, bajo el título El hombre que para todo decía “etc”.
Raúl Zavala pasa a transcribir dicho texto:
La sinceridad no es más que una máscara inventada por los hipócritas, pero tan admirable y tan inteligentemente bien hecha que se las ponen los hipócritas y les queda bien.
La verdad no es otra cosa que la máscara de la mentira, pero hecha de tanta gracia, tanto talento y tanto arte, que se la ponen los mentirosos y les queda bien.
La valentía no es más que una máscara de la cobardía, pero hecha con tal desplante y con tal inteligencia que se las ponen los cobardes y les queda bien.
Todo es cuestión de máscaras en la vida y todas nos quedan bien, menos una, la del saber.
Es muy difícil llevar la máscara del saber. No se ha inventado todavía una máscara para la estupidez. A lo más que se ha llegado es a ponerle a la estupidez un antifaz.
Entonces ¿será posible que se omitan aspectos para sobreentender en un texto técnico? tal vez si tal vez no, dependerá de quien lo escriba.
En lo personal, Raúl Zavala sostiene que esa expresión no debe emplearse jamás en un documento de esas características, ya que el "sobreentender es un aspecto extremadamente subjetivo y por tanto podría causar inconformidades.
Realmente un tema para discutir. Pero, la verdadera razón para no usar la palabra "etc" está en un texto que Raúl Zavala lo encontró citado en la revista SPONDYLUS transcrito de "El Cronista" del miércoles 5 de diciembre de 1925, bajo el título El hombre que para todo decía “etc”.
Raúl Zavala pasa a transcribir dicho texto:
La sinceridad no es más que una máscara inventada por los hipócritas, pero tan admirable y tan inteligentemente bien hecha que se las ponen los hipócritas y les queda bien.
La verdad no es otra cosa que la máscara de la mentira, pero hecha de tanta gracia, tanto talento y tanto arte, que se la ponen los mentirosos y les queda bien.
La valentía no es más que una máscara de la cobardía, pero hecha con tal desplante y con tal inteligencia que se las ponen los cobardes y les queda bien.
Todo es cuestión de máscaras en la vida y todas nos quedan bien, menos una, la del saber.
Es muy difícil llevar la máscara del saber. No se ha inventado todavía una máscara para la estupidez. A lo más que se ha llegado es a ponerle a la estupidez un antifaz.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)