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29 de octubre de 2008

Legión de la Vieja Calavera


El planeta Tierra es maravilloso. El intangible cielo es mágico. Lo maravilloso y lo mágico se junta cuando existe la oportunidad de volar. Se vuela en avión pero no se siente ni el viento ni el olor del cielo y la tierra. Para eso existe el paracaidismo.

Saltar de un avión, ser paracaidista, es una experiencia única. Hoy abundan los paracaidistas civiles y militares; hoy 29 de octubre de 2008 escribo este artículo en memoria de quienes usan o tuvimos el honor de usar la Boina Roja. Y es que la Boina Roja es un símbolo del paracaidista militar ecuatoriano y tras de ello hay toda una filosofía de vida, también mitos y verdades.

Yo conocí esa vida y soy testigo. La historia de esta fecha está marcada en el calendario, lo resumo muy brevemente, cuando el 29 de octubre de 1956 en Salinas, ahora provincia de Santa Elena, desde un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, varios soldados que habían recibido un fuerte entrenamiento realizaron los primeros saltos de paracaidismo en Ecuador; para esto en 1995 se estableció la Escuela de Paracaidismo que con el perfeccionamiento del Ejército Ecuatoriano, pasó a ser la Brigada de Fuerzas Especiales.

Ostentar las alas en el uniforme y lucir la Boina Roja no es por solo hecho de haber saltado de un avión, requiere que el aspirante a paracaidista se prepare físicamente por lo que debe practicar a diario gimnasia, natación y trotar, hasta que el cuerpo se adapte al esfuerzo supremo.

Además debe instruirse en el manejo del paracaídas, su funcionamiento, los riesgos existentes y sus posibles soluciones, el impulso al vacío, la rodada (aterrizaje) y las reglas de seguridad; siempre considerando las estrategias de combate, porque un soldado no puede desprenderse ni de su fusil, ni de las municiones y peor de su mochila, todo indispensable para un combatiente. Una cosa es saltar solo con paracaídas y otra con el armamento completo.

Solo cuando se salta como soldado y se topa tierra es que se conoce al verdadero paracaidista, solo en ese momento es que se reconoce que el entrenamiento y los esfuerzos físicos y mentales han sido útiles.

Y bueno, en este tema hay mitos, leyendas y verdades; por ejemplo, se especula que este grupo de combatientes, los paracaidistas, son despiadados y otros atributos deshumanizados, pues no, ese es un mito que ha nacido de otras realidades no las de los soldados ecuatorianos. Son humanos con sentimientos pero altamente entrenados para cumplir la misión asignada y que vive con la convicción de que las tropas paracaidistas nunca mueren, solo van al infierno a reagruparse.


La leyenda que los paracaidistas no le tienen miedo a la muerte es una realidad pues están convencidos que es preferible muertos pero jamás vencidos; una verdad es que la misión encomendada a los paracaidistas, en tiempos de paz y de guerra, no depende de un solo hombre, por lo que deben cultivar la verdadera camaradería.

Otra de las leyendas interesantes de los paracaidistas es sobre la Oración del Paracaidista, y cuentan que en el bolsillo de un anónimo paracaidista francés muerto durante la Segunda Guerra Mundial, se encontró un manuscrito que resume todo lo el significado de paracaidista; esta Oración es parte de los ritos militares y se la recita con ferviente idealismo y coraje. Esta Oración dice:
 
Dadme mi Dios lo que te resta, dadme lo que jamás nadie te pide 
Yo no te pido el descanso ni la tranquilidad del alma ni del cuerpo.


Yo no te pido la riqueza ni el éxito, ni siquiera la salud 
Todo eso mi Dios te piden tanto que no debes tener más 
Dadme mi Dios lo que resta, dadme lo que la gente rechaza.

Yo quiero la inseguridad y la preocupación 
Yo quiero la tormenta y la fatiga 
y que tu me la des mi Dios definitivamente.


Que yo esté seguro de siempre tenerlas,
porque no siempre tendría el coraje para pedírtelas.

Dadme mi Dios lo que los demás no quieren,
pero dadme también
el coraje, la fuerza y la fe.
 

En definitiva un soldado paracaidista requiere de una gran fortaleza física, una mística de trabajo, acérrimo defensor de la Patria; caballeros de la paz y demonios de la guerra, a sabiendas que la disciplina y la consciente obediencia son base de la efectividad.

Y es que estos soldados saben que nunca deben hablar en público de su misión, actuar pensando que primero el fusil y luego el resto; sobre todo el cuidar el equipo por que de él depende la vida.

Día a día estos soldados, como yo lo hice en mi época al igual que otros cientos de paracaidistas que en cada momento de su vida, trabajamos por hacer más grande a Ecuador, siempre listos para afrontar cualquier adversidad que afecte a los ciudadanos civiles o la nación. Su valor está toda prueba al igual que su patriotismo.  

Salud en su día compañeros de la Legión de la Vieja Calavera.

20 de octubre de 2008

TAGUA, con papel y lápiz

Debí escribir este comentario hace tres meses. La idea se fue a mi cajón de sastre y hoy la he recuperado. El asunto tiene que ver con mi experiencia con el libro TAGUA escrito por Ricardo de la Fuente, la grave crisis literaria que tuve y cómo la resolví.

Conocí a Ricardo hace algunos años, cuando yo ejercía el periodismo en la ciudad de Manta – Ecuador, aunque no tuvimos muchas oportunidades a sentarnos a conversar sobre asuntos de interés mutuo. Con el paso del tiempo, a través de los medios de comunicación social, me fui enterando que había publicado algunos libros. Realmente no tuve acceso a comprarlos. Una lástima, pero…

Un día, de visita en la casa de mi amigo Jipson Lavayen, quien le ayuda con el blog de Ricardo (http://www.manabivende.com/), sobre un escritorio, junto a la computadora me percaté que estaban unos 10 libros de igual forma, color y tamaño; el primero de esos libros tenía como nombre TAGUA del autor Ricardo de la Fuente, mis ojos analizaron la portada y pensé que sería mi primera oportunidad de leer una de las creaciones de Ricardo. Jipson me dijo que esos libros eran para la venta y sin más, pagué el valor y al fin podía tener un libro de Ricardo para leerlo.

Esto ocurrió en una noche, así que al otro día me dije que leer a Ricardo de la Fuente debía ser un acto de análisis de riguroso… al fin y al cabo lo considera un amigo que seguramente podría aceptar mis críticas. Con papel y lápiz me acomodé en mi escritorio, escribí la fecha y hora en que empezaba la lectura, tomé el libro, leí los datos iniciales, sin problema pues tenía el registro de ISBN, pasó la primera prueba. Anotación realizada. Luego una breve aclaración al lector, tampoco problema. Dedicatoria… igual. Lectura rápida y casi obligatoria, sin mi mayor atención. Otro escrito bajo el título “Antes de comenzar…” igual, aclaraciones, puestas en contexto. Nada digno de anotar. Y empieza la primera parte.

Para esto ya había anotado mis observaciones sobre la portada y su diseño, el tipo de papel y como estaba encuadernado, igual la contraportada. Mi apreciación sobre color del libro también quedó plasmada en esa hoja, que de a poco se llenaba y se llenaría de anotaciones. Afine mi lápiz, me dije ahora si empieza lo bueno.

La lectura fue detallada, fijándome en como estaba escrita cada palabra, la posición de los signos de puntuación y la tipografía. Y así fui avanzando cada página, el tiempo pasaba y me sentía que avanzaba bien, muchas anotaciones. Perfecto. Tuve que dejar la lectura, puse el separador de páginas, cerré el libro para dedicarme a mis actividades laborales. Habían pasado cerca de 90 minutos del inicio del análisis crítico del libro publicado por mi amigo Ricardo.

Pasó el día como todos los días: oficios, revisar correos, conversaciones, consultas, y demás, hasta que llegó la hora de regresar a casa. Tomé mis lentes, mi teléfono, mis cigarrillos y por supuesto el libro de Ricardo. En el centro del libro la hoja con mis anotaciones, aprovecharía unos pocos minutos antes de dormir para seguir con la lectura de TAGUA. Cuando llegó la hora nocturna de seguir con la tarea autoimpuesta, cerca de la media noche, estaba listo para seguir: luz del velador encendida, libro en mis manos, tomé el separador y a la página en que me había quedado. El papel de mis apuntes a un lado junto al lápiz. Sigo con la lectura. A los 5 minutos que reinicié caí en cuenta que no sabía qué era lo que estaba leyendo, que no tenía memoria sobre lo revisado desde la página 11. Y claro a revisar mis apuntes y a una nueva ojeada de lo anterior.

Creí que el libro se lo merecía y que mi amigo me lo agradecería. Superado ese breve olvido, seguí con la lectura y mis apuntes. Hoja tras hoja que mis ojos recorrieron cada palabra y que mis manos hicieron las anotaciones del caso, sentí un vacío inmenso y no era de hambre; era otra cosa, revisé el reloj y me di cuenta que la madruga se acerba con interesante velocidad. Deje a un lado el papel y decidí que mis apuntes las haría al margen de cada hoja. Seguí con la lectura y los subrayados y las notas y demás marcas. Definitivamente, la primera luz del nuevo día se filtró por las cortinas de mi habitación. Pensé que había ganado bastante y que la aparente mala noche valió la pena.

Como es normal en día de trabajo: limpieza, aseo, afeitada, preparativos, un café y a la oficina. Libro en mano. Antes de iniciar mis labores decidí tomarme unos minutos para seguir con la lectura. Y se repitió lo que me ocurrió en la noche anterior: pérdida de memoria sobre lo leído. Quise repetir la operación de volver a revisar. Se vino una crisis a la que llamo literaria, que es el olvidar lo que se lee, no estar ubicado en contexto, no saber que se ha leído y el sentido de la lectura. No era normal lo me estaba ocurriendo. Entonces decidí que seguir con el análisis de TAGUA y el trabajo de Ricardo podía quedar pendiente hasta una nueva ocasión. Igual no era un asunto de vida y muerte, quizás luego podría retomarlo sin sentir esa crisis. Cerrado el libro sin el separador de páginas. Y a trabajar. Pasó el día.

En mi camino de regreso a casa supe el origen de mi crisis literaria que me causó TAGUA. Sobre mis pasos retorné a mi oficina a buscar sólo el libro y un borrador. En casa nuevamente, la merienda y a ocupar un cómodo sillón para leer el libro de mi amigo, no sin antes haber borrado todas esas notas al margen. Y el problema fue ese, confundí una producción literaria con un texto técnico o el análisis de un documento de trabajo. Mi amigo Ricardo de la Fuente no se merecía que tratara de esa manera a unos de sus esfuerzos. Y como en estos casos, empecé desde el principio con una sola idea en la mente: disfrutar de la lectura. Fue que una expresión de las que pasé como obvias en las que radicaba lo interesante del libro.

“Tagua, una historia de ultramar es una novela basada en personajes ficticios pero ambientada en un escenario real: la provincia de Manabí, en la costa central del Ecuador.” Además que directamente hace un aclaración “…ciertas circunstancias históricas han sido trasladas en la línea del tiempo para enriquecer el relato…”

Entonces me repetí con claridad “al diablo con la crítica” y empecé a disfrutar de la lectura, a sentirme traslado hacia los escenarios que de alguna manera conozco en persona, pues vivo en Manabí y he conocido sobre estas historias y demás los aspectos históricos a los que hace referencia Ricardo en su libro. Página tras página nuevamente mis ojos siguieron con vivo interés cada uno de los párrafos, de los personajes y sus aventuras y desventuras, alegrías y otras facetas de quienes aprendemos de Manabí en la edad adulta.

De igual manera, una a una se fueron las horas de la noche y pasaron las de la madrugada. Con el nuevo sol cerré el libro y por una extraña coincidencia el último párrafo mencionaba que “en ese instante, el sol dibujó una línea de fuego rojo y se hundió en el horizonte. FIN” Estoy satisfecho y con una inmensa duda ¿Cómo pude leer en apenas 5 horas una producción literaria que a Ricardo le llevó más de tres años de publicarla luego de grandes esfuerzos de investigación histórica?

La respuesta la obtuve cuando iniciaba mis tareas laborales de ese tercer día de tener un ejemplar de TAGUA en mi poder. Una novela no es más que una historia ficticia bien contada, que tiene una riqueza argumentativa sobre los hechos y que permite al lector vivir ese relato como si él fuera parte o si estuviera viéndola en un tercer plano.

Así es TAGUA, buen relato, entendible, interesante y que se deja leer. No es aburrida porque en forma permanente saltan los acontecimientos nuevos sostenidos en palabras claves. Con un hilo conductor bien definido de principio a fin. Ricardo de la Fuente, gracias por un cuento bien contado.

Y ya me olvidé de hacer una crítica a tu libro, solo te ofrezco esta vivencia como una muestra de agradecimiento y con la esperanza que siempre tus escritos tengan ese fino toque.

20 de septiembre de 2008

Turismo en Ecuador y el Proyecto de Constitución

El objetivo de este análisis del Proyecto de Constitución elaborado por la Asamblea Nacional Constituyente en Montecristi, Manabí - Ecuador, es presentar lineamientos básicos para direccionar sobre las probables oportunidades y desventajas que dicho texto tiene para la actividad turística en Ecuador.

Las reflexiones son presentadas a partir de la publicación oficial de la Asamblea Nacional Constituyente del Proyecto de Constitución, que circuló con la edición de La Hora Manabita del domingo 10 de agosto de 2008.

El presente documento no es una inducción al voto por el NO, el SI, el BLANCO o el NULO, sino que busca orientar al sector turístico (público, privado, académico y de desarrollo) sobre el tema específico y puedan decidir por la mejor opción, sumando a otros criterios políticos, económicos y de desarrollo.

Consideraciones iniciales
  1. La actividad turística en Ecuador está considerada ya como productiva y generadora de riqueza, con características de responsabilidad social y ambiental; además, realiza significativos aportes a la cuenta de ingresos tributarios e ingresos no petroleros del Presupuesto General del Estado. Existen procesos de planificación internacional, nacional y local, que han permitido que el turismo se posicione como una alternativa en la generación de empleo y perfeccionamiento permanente de la mano de obra.
  2. El marco legal de la actividad turística se encuentra en un constante perfeccionamiento a partir de la consolidación del Ministerio de Turismo y la Federación de Cámaras de Turismo, en el contexto nacional y de generación de políticas públicas; ha permitido consolidar técnicamente la descentralización turística.
  3. Esta en marcha el proceso de coexistencia articulada de la operación privada del turismo con la actividad reguladora publica, con niveles de actuación debidamente diferenciados y delimitados; de por medio se encuentra la representación gremial, empresarial e institucional a nivel nacional y local.
  4. Las empresas turísticas se encuentran diseminadas por todo el territorio nacional y se han articulado para conformar productos turísticos, permitiendo la interrelación entre diferentes sociedades locales, culturas y formas de vida, con lo que han convertido a Ecuador en un país con alta capacidad de competir en el mercado internacional.
  5. La piratería turística se ha convertido en una de las actividades que más afectan al normal desenvolvimiento de empresas legalmente constituidas y que operan al interior del marco legal establecido; las acciones de regularización no tienen los efectos deseables.
  6. No se ha logrado consolidar la Cuenta Satélite de Turismo para disponer de reales datos sectoriales y así pueda medirse efectivamente la rentabilidad social y financiera de la inversión pública y privada en turismo.
  7. El turismo por sí mismo no existe, sino que se desarrolla y se facilita gracias a la presencia de otras actividades e intervenciones públicas y privadas, por lo que al afectar o potencializar a una de ellas automáticamente se refleja en la actividad turística.
  8. A pesar de los esfuerzos realizados aun no ha sido posible efectivizar integralmente la Ley de Turismo.
  9. Los mandatos Constitucionales para la Ley de Equidad Tributaria y Laboral, han impactado negativamente al sector turístico. Esté pendiente el análisis de la nueva Ley de Tránsito con respecto a la transportación turística.
Consideraciones generales Se recomienda que estas consideraciones se las analice disponiendo del texto de proyecto de Constitución. En el proyecto de Constitución no está consignada la palabra turismo.

Para la actividad turística, conforme el proceso de desarrollo de los últimos 10 años, los contenidos de importancia directa, sin perjuicio de otros artículos, son:

Título II, Capítulo Cuarto - Derechos de las comunidades, pueblos y nacionalidades, Art 57, Lit. 7, 8, 13, 17 y 60. / Muchas de las actividades turísticas que conforman el producto turístico nacional tienen como base los aspectos culturales y de tenencia de la tierra de las comunidades, pueblos y nacionalidades, por lo que un cambio jurídico en este aspecto afectará positiva o negativamente en proceso turístico, según cada caso.

Título II, Capítulo Sexto - Derechos de la libertad, Art. 66, Lit. 15, 16, 17, 26 y 27 / Obliga en todos los niveles a prácticas de turismo sustentable.

Título II, Capítulo Séptimo - Derechos de la naturaleza, Art 71 inciso 3ero / Intenta proteger a uno de los insumos fundamentales de todo producto turístico sustentable.

Título II, Capítulo Noveno – Responsabilidades. Art. 83 Lit. 3, 6, 10 y 13 / El Estado se obliga a promover empresas con responsabilidad ambiental, argumento indispensable para la promoción turística internacional.

Título III, Capítulo Segundo – Políticas Públicas, servicios públicos y participación ciudadana. Art. 85, Lit. 3 / Es una oportunidad para el financiamiento de la ejecución de Plandetur 2020 y otros planes de desarrollo turístico.

Título IV, Capítulo Primero – Participación en democracia, Art. 100 / Obliga a que el sector turístico en general se organice para fortalecer la generación de políticas públicas turísticas y pueda articularse con otros sectores de la sociedad.

Título IV, Capítulo Tercero – Función Ejecutiva, Art. 157 / Es un espacio para que el sector del turismo pueda impulsar acciones adecuadas en otros sectores y así mejorar el producto turístico nacional.

Título V, Capítulo Primero - Organización Territorial del Estado, Art. 238 inciso 2do. Art. 239. / Oportunidades y trabas para continuar con los procesos de descentralización turística hacia los gobiernos autónomos.

Título V, Capítulo Segundo – Organización del territorio, Art. 242 / Aplicación de políticas públicas y estructuras de productos turísticos que abarcan dos o más circunscripciones geo – políticas. Implicaciones de régimen espacial para la actividad turística en Galápagos.

Título V, Capítulo Segundo – Organización del territorio, Art. 250 / Escenario en que se desarrollara la actividad turística en la región amazónica.

Título V, Capítulo Tercero – Gobiernos autónomos descentralizados y regímenes especiales, Art. 252, 258, y 259 / Oportunidades y trabas para la generación de políticas públicas y acciones para mejorar la calidad de producto turístico, así como asegurar una adecuada promoción para turismo interno.

Título V, Capítulo Cuarto – Gobiernos autónomos descentralizados y regímenes especiales, Art. 261 Lit. 4, 5, 7, 10 y 11 / Capacidad del sector turístico para acceder a entes nacionales para la consecución de acciones y políticas en beneficio del turismo.

Título V, Capítulo Cuarto – Gobiernos autónomos descentralizados y regímenes especiales, Art. 262 Lit. 3, 4 y 7 / Capacidad del sector turístico para influir en los gobiernos regionales para exigir el cumplimiento de las disposiciones constitucionales.

Título V, Capítulo Cuarto – Gobiernos autónomos descentralizados y regímenes especiales, Art. 263 Lit. 1, 2, 4 y 7 / Existe planificación turística, lo que no se logra aun es la ejecución sostenida de esos planes.

Título V, Capítulo Cuarto – Gobiernos autónomos descentralizados y regímenes especiales, Art. 264 Lit. 2, 4, 5, 6, 7, 9, 10 y 11 / La real capacidad municipal para articular sus obligaciones constitucionales con las propuestas turísticas empresariales.

Título V, Capítulo Cuarto – Gobiernos autónomos descentralizados y regímenes especiales, Art. 267 Lit. 2, 4 y 5 / Organización y coordinación entre gobierno parroquiales y las otras instancias gubernamentales para efectivizar las propuestas turísticas.

Título V, Capítulo Cuarto – Gobiernos autónomos descentralizados y regímenes especiales, Art. 269 / Análisis de las oportunidades y trabas para continuar los procesos de descentralización turística.

Título V, Capítulo Quinto – Recursos económicos, Art. 270, 274 / Cobros de tributos y otras imposiciones económicas al sector turístico; participación de rentas de la actividad turística además de los tributos de ley.

Título VI, Capítulo Primero – Régimen de desarrollo, Art. 278, lit. 1 y 2, / Obligación constitucional para ofertar servicios turísticos acorde con la demanda nacional e internacional.

Título VI, Capítulo Cuarto – Soberanía económica, Art. 283 y 284, lit. 2 / Impactos positivos y negativos en el actual sistema privado del turismo al incorporar las otras formas de organización económica; estructuración del conocimiento y tecnologías del turismo y en apoyo al turismo.

Título VI, Capítulo Cuarto – Régimen de desarrollo, Art. 285 lit. 3 / Capacidad real del sector turístico empresarial para la consecución de incentivos para mejorar la oferta turística.

Título VI, Capítulo Cuarto – Régimen de desarrollo, Art. 300, 310 / Real capacidad del Estado para aplicar políticas tributarias de acuerdo con las características particulares del turismo; capacidad para que el sector turístico acceda equitativamente a los servicios financieros del sector financiero público.

Título VI, Capítulo Quinto – Sectores estratégicos, servicios y empresas públicas, Art. 313, 314 y 318 / Capacidad, oportunidades y limitaciones para que el sector turístico tenga acceso a los sectores estratégicos, para la estructuración de productos y ofertas turísticas.

Título VI, Capítulo Sexto – Trabajo y producción, Art. 319, 321, 325 / Oportunidades y/o amenazas al sistema actual de prestación de servicios turísticos con relación a las diversas formas de organización de la producción en la economía; legalización de la prestación de servicios turísticos con las formas de propiedad privada, asociativa, cooperativa y mixta; afectación u oportunidad en la calidad de la oferta turística con la modalidad de trabajo autónomo y de autosustentación.

Título VI, Capítulo Sexto – Trabajo y producción, Art. 326, lit. 7, 8, 12. Art. 327 y 329 / Riesgos y oportunidades en la organización de actores empresariales y de trabajadores en la prestación de servicios turísticos; adaptación de relaciones laborales con las características de la prestación de servicios turísticos; alcances de la protección del trabajo autónomo y por cuenta propia que se realicen en espacios públicos en cuanto a la actividad turística.

Título VII, Capítulo Primero, Sección Segunda – Salud. Art. 364 / Existe la probabilidad para que se desarrolle el narcoturismo.

Título VII, Capítulo Primero – Régimen del buen vivir, Art. 381, 389, 394 / Oportunidades para impulsar el turismo deportivo, turismo cultural, turismo científico; uso de los criterios de gestión de riesgos en elaboración de ofertas de servicios turísticos y defensa de infraestructura turística; adaptación de los criterios de transporte turístico para la adecuada regulación por parte del Estado.

Título VII, Capítulo Primero – Régimen del buen vivir, Art. 395 Lit. 3, Art. 396 y 397, Lit. 1 / Mayores inversiones para estudios de impactos ambientales para la implementación de las actividades turísticas e incorporación de otros actores para estructurar la oferta turística; oportunidad para evitar procesos de contaminación y destrucción del patrimonio natural.

Título VII, Capítulo Primero – Régimen del buen vivir, Art. 398, 404, 406 y 408 Oportunidades para mejorar la oferta turística de naturaleza en general y base para procesos de estructurar prácticas ecoturísticas reales.

Título VIII, Capítulo Primero – Principios de las relaciones internacionales, Art. 416 Lit. 11 y 12, Art. 423 / Oportunidad para mejorar el turismo receptivo y atraer inversión turística internacional.

Disposiciones transitorias Primera Lit. 8 y 9, Decimoquinta y Vigesimoquinta / Análisis de los riesgos y oportunidades para la propiedad inmobiliaria turística; afectación a los niveles de coordinación para la oferta turística de Galápagos; afectación a los precios de las ofertas turísticas nacionales e internacionales.

Régimen de transición: Necesidad de estructurar estrategias para que la captación de turistas internacionales y consumo interno turístico no decaiga por la incertidumbre política – administrativa y de procesos electorales.

Reflexión final A pesar que en la Constitución vigente no existe tampoco la palabra turismo, el sector en general tiene logros importantes y fundamentales, que requieren de estabilidad y continuidad para que se consoliden; del análisis realizado es posible deducir que a pesar de las oportunidades que brindaría el proyecto de Constitución para la implementación de políticas públicas, al mismo tiempo podría ser un marco jurídico que afecte negativamente a la estructuración de ofertas turísticas competitivas para el mercado nacional e internacional.

1 de septiembre de 2008

Carta a mi amigo ULI

Mí apreciado amigo Uli: Doy y doy vuelas a mi cabeza para recordar el día en empezamos a ser amigos de verdad, solo recuerdo el lugar y una época aproximada: tenía 14 años y estudiábamos en el Colegio Brasil en Quito; las siguientes palabras son para dejar constancia de mi eterno agradecimiento por tu amistad. ¿Por qué este agradecimiento? Porque recuerdo cada gesto que tuviste conmigo durante estos últimos 30 años de amistad. Porque recuerdo las travesuras y nuestras conversaciones. Porque recuerdo cuando apurábamos el contendido de una copa por el simple gusto. Porque nos dimos tiempo para llorar nuestras pérdidas a la distancia. Podría acaso olvidar cuando decidimos salir a conocer otro mundo y a la edad 15 o 16 años a vagar por el Ecuador, pasamos por Guayaquil y llegamos a Loja fuimos recibidos por tu familia. Jhonny, tu y yo conocimos un poco más de la vida. Podría acaso olvidar cuando estuve preso luego del accidente y fuiste a visitarme para dejarme unos sánduches. Caminaste el trayecto desde el colegio hasta la cárcel para menores. Yo tenía 17 años. Podría acaso olvidar el día de tu matrimonio y los antecedentes. Podría olvidar las fogatas en el techo de tu casa. Podría olvidar cuando me recibiste en tu casa de Cuenca. No mi amigo, no puedo ni debo olvidar esos momentos que son parte de mi vida. Recuerdo lo ocurrido con tu madre y el libro que compartiera con tu padre. Cuando sentimos la amargura al tener frente a nosotros el vacío silencio del amigo que nos cantó “adios muchachos compañeros de la vida”. Y recientemente el que hayas llegado sorpresivamente para la presentación oficial de mi primer libro. No mi amigo, no quiero olvidar esos momentos que son parte de mi vida. Mientras escribo estas palabras me salta a la mente: ¿por qué hiciste lo que hiciste y que esperabas a cambio? Te cuento que yo mismo me respondo inmediatamente. Amigo Uli, no necesito conocer las repuestas. Quiero simplemente saber que cuento contigo y que, si llegase el momento, supieras que puedes tener en mí al amigo, al hermano… Ahora que la vida me pasa factura por todos los desmanes, alegrías, diabluras y tristezas, lágrimas y sonrisas, más los años de existir en este planeta, tengo la oportunidad de decirte que aprecio como la más grande de mis fortunas el tenerte presente y el saber que mientras yo viva podré estrechar tu mano. Tu amigo: Raúl

25 de julio de 2008

Mi primer libro en circulación


Dos años me demoré en hacerlo realidad. Lo titulé “Escritos Turísticos”. Es mi primer esfuerzo editorial. Intento que sea un disparador del pensamiento turístico.

Se trata del primer libro que pongo a consideración del público y que contiene las palabras que tuve la oportunidad de pronunciar en diferentes conferencias y discursos, así como varios ensayos inéditos y artículos que fueron publicados en varios medios de comunicación.

Y esto parte de las palabras de un maestro del periodismo, Orlando Gómez León, quien siempre que yo llegaba a comentarle algo que ocurrió en el ámbito noticioso me regresaba a ver y decía: “no me lo digas, escríbelo…”. Y eso es justamente lo que ocurrió con este libro: en un momento lo dije y ahora lo escribo y lo he publicado.

Durante los últimos 6 años me he dedicado a trabajar en las políticas públicas, primero como Secretario Ejecutivo de la Cámara Provincial de Turismo de Manabí, luego como Director Provincial de Turismo de Manabí y ahora como Coordinador de la Presidencia de la Federación de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador.

Esas coyunturas me dieron la oportunidad para acceder a variadas capacitaciones y obtener variada literatura sobre el turismo. En el análisis de la información recibida pude percatarme que los planteamientos técnicos no respondían a un método de pensamiento crítico turístico, que no existían conceptualizaciones para entender al turismo y que la planificación (operativa y estratégica) no tenía soporte ideológico más allá del meramente ambiental.

Poco a poco en mi discurso se fueron incrementado expresiones para dar más contenido al trabajo turístico, tratando de explicar las posibles razones de cada acción que se cumplían para mejorar esta actividad. Tuve aciertos y en otras fallé. Pero seguí tratando de construir ese pensamiento turístico.

Pero bueno… la historia completa de cómo se cimentó mi libro está relatado en su contenido, en el que cada escrito tiene la capacidad de articularse con otro, ya se el que es primero o segundo o subsiguientes. No se requiere darle una lectura seguida, pues el lector puede empezar por el último o por uno de los artículos intermedios.

A continuación presento un resumen de los temas tratados en las 120 páginas de “Escritos Turísticos”:

El síndrome de Cristóbal Colón, este artículo busca entregar a quienes hacen investigación principios que les conduzcan a encontrar datos utilitarios e informaciones confiables, lo suficientemente acordes con la nueva realidad en que se desarrollan las sociedades post modernas, lo que indudablemente incluye al turismo, por tanto no hay que seguir el ejemplo de Cristóbal Colón, pues él murió sin saber que había descubierto América.

El síndrome de Caperucita Roja, esta parte hace alusión a que si existiera una investigación sobre la “Caperucita Roja’ partiríamos del color, pues los colores no son ajenos a los valores. Si fuera Caperucita Negra no sería inocente y podría confundírsela con una integrante de alguna secta secreta; pero si fuese Caperucita Blanca, al final del cuento no lograría entenderse porqué desobedeció a la madre, pues lo blanco es sinónimo de obediencia en las civilizaciones occidentales. En este sentido, el color de la Caperucita Roja no es al azar, ya que el significado del rojo es festivo y es pasión, atributos conjugados en la niñez; claro si es que de por medio no hay una intención de asociarla con algún movimiento o partido político.

Lo light, lo domesticado y lo bizantino en el pensamiento turístico: El light (leve o liviano en español) siempre ha existido, pero nunca alcanzó las magnitudes presentes en un desarrollo que permite ver su imparable crecimiento con niveles todavía impredecibles. En cuanto a lo domesticado pareciera que en algún lado existen personas que han recibido un entrenamiento que pasa de la capacitación a una forma de amaestramiento en la generación de propuestas turísticas y las elaboran con base en “modas”, “ejemplos” o “modelos”. Simplemente, estas personas, justifican sus propuestas en “no hay que inventar el agua tibia”, “los países desarrollados lo hacen así”, “así me enseñaron a mi”, “lo dijo el experto tal…” Y finalmente, con el término “bizantino” siempre se definen preocupaciones similares a la de los tiempos de Bizancio: el interés de los ciudadanos por el sexo de los ángeles mientras las preocupaciones vitales del momento los tenían sin cuidado (el sitio y posterior caída de Constantinopla), algo así como, otra vez, "ver profundidades que otros no ven" sin darse cuenta que se produce un terremoto en la superficie donde se vive.

Rol del Sector Público y Privado en el turismo, en este acápite explico sobre que uno de los sectores turísticos tiene la obligación de pensar e impulsar el desarrollo turístico, mientras que el otro tiene el afán y la oportunidad de operar al interior de la actividad turística, que se encuentra unida mediante una sola organización de características nacionales. Para el primer caso es el Estado a través de sus diferentes instancias gubernamentales centrales y seccionales, mientras que en el segundo, es el sector empresarial que conforma la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo.

Periodistas democráticos para el turismo, parto de la pregunta ¿cómo están articuladas estas fuerzas en el Ecuador que ahora habitamos? Refiriéndome a democracia y desarrollo, periodismo y turismo, participación ciudadana y ejercicio profesional del periodismo.

Esperanza para los estudiantes, porque es indiscutible que estamos viviendo en una situación de crisis general a nivel mundial, una crisis que tiene diferentes motivos y orígenes. Es una crisis que también nos ha sumergido en un estado depresivo, más aún a las nuevas generaciones.

El efecto polizón en la promoción turística, esto tomando en cuenta que muchos de los llamados comerciantes, empresarios o microempresarios tienen la tendencia a obtener réditos financieros sin haber realizado inversiones en mejoramiento de sus empresas o realizar pagos de las imposiciones tributarias y en el turismo esta premisa también tiene efectos negativos en el desarrollo de una región; como resultado de esos efectos negativos está el aparecimiento de los “polizones” turísticos.

Edutenimiento, lograr un buen turista y un buen anfitrión: educación más entretenimiento, pensando que la utilidad del turismo en la sociedad actual está demostrada desde lo productivo, lo ambiental y lo cultural, por tanto se hace necesario que cada día se presenten nuevos intentos o se perfeccionen los existentes, para fortalecer esa utilidad hasta convertirla en una estrategia de desarrollo integral.

Plan B para el turismo, es el pensar que el turismo no puede no ni debe estar alejado de lo que ocurre alrededor de los seres humanos y en lo que hemos convertido a nuestro planeta y a las sociedades a las que nos pertenecemos. Digo esto porque cada uno de nosotros somos, de alguna manera, culpables de lo que ocurre sobre nuestro planeta, por tanto también nos corresponde entenderlo para corregir y perfeccionar. Lo que sí no debemos hacer es quedarnos inertes ante lo que acontece a nuestro alrededor.

Turismo, entre la educación y la cultura: tanto la educación como el turismo disponen de un amplio bagaje de palabras, términos y conceptos, que son usados en muchas ocasiones como sinónimos o con referencias que están alejadas a las realidades actuales que se intenta articular, por lo tanto se presenta cierta terminología y su connotación, además se abordan ciertos conceptos pertinentes, direccionados al sostenimiento de una propuesta con los temas turismo y educación, con el eje cultura.

Turismo para las sociedades post modernas, es un análisis que intenta sentar bases para construir un sistema de pensamiento que tenga que ver con el turismo como una de las formas de vida de las sociedades post modernas, como una alternativa para romper los paradigmas existentes sobre los métodos de producción clásicos de las sociedades modernas, concebidos desde las teorías filosóficas y economicistas, en que la educación es la base.


Tal vez con estos escritos pueda generar un debate sobre lo que estamos haciendo bien o mal en el turismo, lo que sabré luego que los lectores realicen una lectura crítica y hagan sus observaciones.

Por ahora lo vendo únicamente en Ecuador y lo pueden solicitar a r_zabala@hotmail.com, en un correo que me indique nombre y dirección a las que debo hacer llegar el libro luego de pago de USD 5.00 a mi cuenta de ahorros más los costos de envío.

Dato adicional: leer todo el libro lleva aproximadamente 4 horas.


18 de julio de 2008

Los aplausos asambleísticos

Realmente no lo entiendo. No encuentro la razón lógica para que lo que vi. Pensé que un grupo de niños inconscientes se emocionaban al sentir que su travesura estaba completada. 

Sentí dolor al saber que la alegría que reflejaban sus rostros no tenía trazas de responsabilidad y que la mirada de unos a otros fue la de emoción cuando clasificó la Selección de Fútbol de Ecuador a su primer mundial. Siempre pensé que al redactar una ley u otro texto legal debía pensarse en las responsabilidades futuras cuando entre en vigencia esa normativa, los impactos sobre la sociedad y sobre la actividad productiva, sobre los derechos humanos y sobre la normal normalidad humana. 

Lo que se sabe hasta ahora el proyecto de nueva Constitución que se ha terminado de construir en Montecristi – Ecuador, es altamente compleja al haber sido elaborada sobre el pensamiento de una élite intelectual y que requiere de bastantes aptitudes, actitudes y habilidades ciudadanas. Muchas ‘y’ para mi gusto pero no hay otra manera de explicar lo que siento. 

Creo que soy uno de los pocos que tengo un tiempo adicional para mirar los debates en la Asamblea Nacional Constituyente a través de Ecuador TV y lo que vi en las últimas horas me tiene asombrado. En la vertiginosa aprobación de los últimos doscientos artículos, los aplausos de los asambleístas mientras se "anunciaba cada anuncio" de aprobación, eran impresionantes como que si se hubiera ganado una batalla, un partido de fútbol o hayan presenciado una gran obra de teatro o película. 

En cada artículo aprobado la mirada de alegría y las sonrisas de una victoria reflejaban la irresponsabilidad de lo que habían hecho y las probables consecuencias sociales que ello implicaba, como que desconocía los millones de dólares que deberá gastar Ecuador para hacer realidad esos articulados. 

No existe o al menos aun no sé cual es el resultado de la Asamblea Nacional Constituyente. Podrá decirse que está escrita una vieja aspiración de izquierda, podrá decirse que el es una Carta Magna de avanzada y revolucionaria, podrá decirse en que se han plasmado las soluciones a los grandes y pequeños problemas nacionales; todo eso se puede decir y mucho más. 

Pero el asunto es que esos resultados no son cuantificables y, ni siquiera, cualificables. No hay como evaluar técnicamente. Y si no existe la posibilidad de evaluar para obtener resultados objetivos, entonces significa que tampoco podremos, o al menos yo no, conocer los impactos que tendrá o tendría ese proyecto de Constitución si es que entra en vigencia. 

No hay como medir ni vislumbrar lo que pasará con el Ecuador del futuro.

Entonces de qué se reían y por qué aplaudían los asambleístas en las últimas sesiones. Creo que de irresponsabilidad e inconsciencia. O por nervios de las consecuencias. No creo que haya otro motivo.

16 de julio de 2008

El periodista y el periodismo

Este ensayo lo trabajé para el caso de Ecuador y, seguramente, puede servir para otras naciones; es un "documento para tachar" y a partir de allí generar opiniones que puedan servir para convertir al periodismo en una actividad productiva que permite dar valor agregado a la información pública, al mismo tiempo tratar de demostrar que el periodista puede darle valor agragado a su trabajo.

La propuesta la redacté con el afán de aportar a la construcción de un nuevo Ecuador en que la prime la democracia y considerando que ella, la democracia, no puede subsistir sin una adecuada comunicación social.

Inicio diciendo que el periodismo es una actividad productiva que sufrido profundos cambios conforme los avances la ciencia y la tecnología al implementar nuevos sistemas de comunicación; sin embargo de ello el periodista como tal, como ser humano y profesional, no ha logrado visualizar su real rol en estos sistemas de comunicación social.

Por otro lado, los procesos de reestructuración del Estado que se cumplen en Ecuador a través de la Asamblea Nacional Constituyente y la redacción de una nueva Constitución, han impulsado para que los periodistas, agrupados en sus diferentes organizaciones, presenten propuestas en las que se evidencie el real rol que cumplen en la sociedad. Cuendo se presente el proyecto de Constitución lo sabremos.

A este escenario se suman una serie de confusiones referentes al ejercicio profesional del periodista, bien por intermedio de los medios de comunicación social como en su libre actuación.

Y paso a arguementar explicando que la teoría de la comunicación contiene un sinnúmero de aristas que van desde lo psicológico hasta lo sociológico, pasando por temas de mecánicos y biológicos, por lo que profundizar sobre ello para sustentar esta propuesta, implicaría enormes esfuerzos que podría ser inoficiosos o no pertinentes.

Por tanto y por asuntos metodológicos, es fundamenta establecer que la comunicación es un todo y que conforme se la usa para diferentes fines, se establecen las funcionalidades y respectivos estudios, por tanto es importante partir de que al ámbito de este documento es exclusivamente la comunicación social; dicho en otras palabras, son los mensajes, técnica y profesionalmente elaborados, enviados a una sociedad específica a través de los medios de comunicación, para promover el mejoramiento de la calidad de vida de los integrantes de esa sociedad y apoyar a los procesos de desarrollo integral del territorio al que pertenece esa sociedad y sus componentes

Antes de proseguir, se establece como medio de comunicación social a aquel sistema por el cual se trasmite mensajes a un público diverso y que son de utilidad para los diferentes componentes de una sociedad, sean estas personas naturales o jurídicas, para permitirles tomar decisiones sobre su perfeccionamiento humano e institucional.

Es así que puede establecerse que comunicación social son los mensajes de los medios de comunicación social sean estos periodísticos, publicitarios o propagandísticos, que permiten a la sociedad conocer el estado de su convivencia en aspectos geográficos, culturales, ambientales, de gobernanza y desarrollo.

Consecuentemente de lo anterior se establece que los objetivos de la comunicación social son:


Informar, que puede definirse como el entregar datos utilitarios a quines reciben los mensaje y que la utilidad depende, única y exclusivamente de quien lo recibe.

Educar, que es el dotar de normas sociales a quienes reciben los mensajes para mejorar las relaciones interpersonales y de sana convivencia.

Entretener, transmitir mensajes para uso del tiempo libre de las personas y que tiene que ver con la diversión y el ocio.

Inducir, provocar conductas nuevas o fortalecer las existentes, de tal manera que los actores sociales generen desarrollo, en lo individual o en lo colectivo.

Orientar, es entregar a las personas mensajes relacionados con el acontecer diario, complementario a la información de los medios de comunicación social y que les permita nuevas o alternativas formas de pensar al respecto. Pensar es el proceso mental de análisis, síntesis y comunicación de un hecho específico, relacionado con otros hechos.

Capacitar, es el dotar, a través de los medios de comunicación, de herramientas conceptuales y prácticas para que las personas que reciben el mensaje decidan “que hacer” frente a una situación específica.

Instruir, es el entregar a las personas técnicas para permitirles desarrollar habilidades y destrezas en el cumplimiento de sus actividades productivas y sociales; es el comunicar “como hacer”.

Ahora bien, el cumplimiento de estos objetivos implica que los medios de comunicación social entregan a la sociedad los siguientes productos:

Mensajes propagandísticos: cuando intentan formar o cambiar formas de pensar y actuar de la sociedad con sus componentes naturales y jurídicos.

Mensajes publicitarios: cuando con sus mensajes aspiran a generar relaciones comerciales de terceros a través de la compra – venta de bienes y servicios

Mensajes periodísticos, cuando muestran una realidad social, cultural, ambiental, económica; es decir, los informes periodísticos.

Mensajes de entretenimiento, cuando propician el uso del tiempo libre y el ocio de las personas que reciben los mensajes a través de los medios de comunicación.

Un tercer aspecto es sobre las características de las personas o grupos sociales que reciben los mensajes de los medios de comunicación social; de lo analizado al respecto y que tiene que ver con asuntos demográficos, políticos y de formas de vida, es posible indicar que los públicos receptores, entendiéndose como tales a las personas o los grupos de personas que conforman las instituciones y/u organizaciones a las que se pertenecen y que reciben mensajes a través de los medios de comunicación social, pueden ser conforme a una o más de sus características particulares y comunes, que se clasificarían por:

  • Estilo de vida
  • Intereses laborales
  • Género
  • Edades
  • Niveles culturales
  • Estratos económicos
  • Motivaciones

Cadena de valor de la comunicación social

Es una generalidad el no asumir que el periodismo y el trabajo del periodista es una actividad productiva, por lo que es necesario asegurar que el periodismo encaja en los criterios de “cadena de valor” bajo los siguientes aspectos:

El término “cadena” se utiliza para fenómenos económicos muy diferentes, y se interpreta tanto en un sentido amplio como en uno restringido. Aquí nombramos algunas distinciones básicas necesarias para entender los diferentes significados de una cadena productiva:
[1]

Cadena de valor: Se necesita hacer una distinción básica entre cadenas productivas y “cadenas de valor”. Mientras “cadena productiva” es el concepto genérico en el sentido antes expuesto, una “cadena de valor” implica la generación de valor agregado a lo largo de la cadena y también a nivel de la producción primaria. Ello es necesario para obtener un efecto social.

Cadena (en su conjunto) y cadena de suministro (individual): Hay una diferencia entre el conjunto total de los actores económicos que trabajan para un producto primario determinado – la cadena agropecuaria
[2] y las cadenas de suministro individuales (es decir las relaciones comerciales en torno a una empresa específica). El fomento se puede extender a los dos niveles. Para mantener la competitividad “sistémica” es fundamental trabajar tanto al nivel de cadenas de suministro como a nivel de la cadena en su conjunto.

Cadena y cluster económico: Una cadena se puede considerar un cluster económico si los productores primarios, las empresas, los proveedores de servicios y las agencias públicas que trabajan para un producto primario operan en un área geográfica definida. Los actores de un cluster obtienen beneficios de esta ubicación cercana los unos de los otros: les ofrece la posibilidad de compartir recursos, infraestructura y servicios.

Funciones externas e internas de la cadena: Existe una distinción importante entre los actores dentro de la cadena y los proveedores externos de servicios. Los integrantes de la cadena no desempeñan todas las funciones necesarias. Aquí se consideran, por ejemplo, los aspectos tecnológicos y de formación profesional o capacitación; estas funciones muchas veces quedan a cargo del sector público.

Líder y miembros de la cadena: Otro aspecto importante se refiere a la jerarquía dentro de una cadena. Cabe mencionar el rol del líder de una cadena de valor (una empresa, establecimiento comercial u ONG). En el sector alimentario, los líderes típicos de cadenas son las empresas de procesamiento de productos lácteos o de carnes, o las empresas de comercio al menudeo, especialmente los supermercados. El líder de la cadena es un socio importante para las alianzas público-privadas y los convenios contractuales que norman la distribución de beneficios y riesgos entre los integrantes de la cadena.

Diferentes grados de integración y sofisticación de cadenas: Las cadenas difieren mucho en cuanto a los requerimientos que imponen a sus miembros. Los mercados para productos de alta calidad o perecibles, o los mercados de alta competitividad, exigen a los miembros de la cadena mayor competencia, liderazgo y esfuerzos de coordinación que otros.

Con lo mencionado es posible deducir que existe una lógica del encadenamiento productivo de la comunicación social y que se describe: el todo social produce “materia prima” para la comunicación social, la cual es recolectada y procesada por los “actores” para elaborar “productos” los mismos que sirven de insumos para los “medios de comunicación social” los que a través de diferentes “formas de distribución” entrega esos productos a los “públicos receptores”

En esta conceptualización del encadenamiento productivo de la comunicación social, además de los términos ya resumidos en este mismo documento, es necesario ampliar los siguientes:

Materia prima de la comunicación social, son aquellos insumos que producen las fuentes informativas tales como acontecimientos, documentos, declaraciones, opiniones, datos en general y que son recogidos por los actores.

Actores de la comunicación social, son aquellos profesionales y técnicos que receptan la “material prima” y la procesan conforme sus especialidades para elaborar los productos de la comunicación social; los profesionales y técnicos son: periodistas, diseñadores, publicistas.

Los medios de comunicación que agrupan los productos elaborados por los actores están en el orden de: prensa, radio, televisión, digitales y alternativos; este agrupamiento de productos se distribuyen a los públicos objetivos, según le caso, mediante la ondas hertzianas, el Internet, por cable, los puestos de venta y/o los centros de ventas.

Pedagógicamente el encadenamiento productivo de la comunicación social se expresa en el siguiente gráfico:

http://imageupper.com/i/?S0300010050011M2162476072513128


Definición de Periodista

Con lo mencionado es posible concluir que el periodista es parte de la producción de la comunicación social y que tiene una función delimitada sin que sea claro cual es su trabajo específico; para determinar ese trabajo específico es necesario partir de la definición de periodista, sin embargo no es posible encontrar ese dato o los existentes son ambiguos.

Al respecto se consultó sobre la definición de periodista y los resultados son los siguientes:

  • Periodista es la persona que se dedica al periodismo, en cualquiera de sus formas, ya sea en la prensa escrita, radio, televisión o medios digitales. El periodista se dedica básicamente a la búsqueda de información, tendencias, temas de interés público, personalidades, y a su posterior difusión. Para ello recurren a fuentes periodísticas fiables y verificables. Así elabora sus reportajes, que pueden tomar varias formas para su difusión: oral, escrita, visual.[1]

  • Persona que compone, escribe o edita un periódico.[2]

  • Oficio en el que se pasa la vida hablando de lo que no se conoce, y la mitad restante callando lo que se sabe.[5]

  • La definición de periodista lleva a la de cómo se accede a esa condición profesional, lo cual está cargado de consecuencias los periodistas, que siempre andan dando la vara con los más diversos asuntos, van a tener un Estatuto. Sus proponentes consideran que los periodistas sólo pueden tener reconocidos unos derechos específicos si antes se ha definido bien quiénes son sus titulares, es decir, quiénes ostentan esa condición profesional.[6]

  • Persona que compone, escribe o edita un periódico.[7]

  • Persona que, profesionalmente, prepara o presenta las noticias en un periódico o en otro medio de difusión: periodista deportivo, radiofónico.[8]

  • Quien hubiere obtenido el correspondiente título académico conferido por las universidades u otros establecimientos de educación superior de la República.[9]

  • Quien hubiere obtenido ese título u otro equivalente en universidades o planteles de educación superior del extranjero, y lo revalidare legalmente en el Ecuador.[10]

  • Quien obtuviera un certificado de profesionalización otorgado por el Ministerio de Educación Pública, en razón de haber ejercido la profesión con anterioridad a la fecha de vigencia de esta Ley, y de acuerdo con sus disposiciones.[11]

Bajo estas consideraciones, se hace extremadamente necesario establecer la real definición de periodista como parte de todo un sistema de comunicación social, caso contrario la profesión puede caer en acciones perjudiciales para el entorno social, político y económico de un territorio específico.

Con esta premisa el presente documento propone que se defina al periodista como:

“Periodista es el profesional que realiza una investigación de un hecho o acontecimiento, mediante técnicas periodísticas y que son de interés colectivo, para ser publicado en un medio de comunicación social.”

Esta propuesta de definición de periodista conduce a establecer que:

  • Profesional es la persona que ha obtenido un título de educación superior y que labora en el marco de la ley y de la ética.

  • Investigación como un sistema de recolección, análisis y presentación de datos a través de un informe periodístico en el que prevalecen las conclusiones y las recomendaciones.

  • Técnicas periodísticas: entrevista, fotografía, grabaciones, documental.

  • Interés colectivo se refiera a que las personas pueden considerar que el acontecimiento es importante para mejorar su calidad de vida o uso del tiempo libre.

_______________________________________________________


[1] Seminario: El enfoque de cadenas de valor y su aplicación al desarrollo, auspiocioado por la GTZ y la CORPEI en Manta el 13 y 14 de noviembre de 2006. Ecuador
[2] Lo que se entiende bajo el concepto de “cadena” en América Latina, se llama frecuentemente “subsector” en inglés, al menos en una gran parte de la literatura internacional.
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Periodista
[4] http://www.definicion.org/periodista
[5] http://www.elratondebiblioteca.net/definiprofesion.htm
[6] http://www.gruporial.com/jovepress/articulosview.asp?key=196
[7] http://www.wordreference.com/definicion/periodista
[8] http://www.wordreference.com/definicion/periodista
[9] Ley de Ejercicio Profesional del Periodista, Art. 1 lit. a). Ecuador
[10] Ley de Ejercicio Profesional del Periodista, Art. 1 lit. b). Ecuador
[11] Ley de Ejercicio Profesional del Periodista, Art. 1 lit. c). Ecuador







14 de julio de 2008

Ahora entiendo porque “Una piedra en el zapato”

Desde hace unos meses estoy tratando de encontrar la o las razones para que los periodistas seamos blanco de ataques verbales permanentes por parte del poder político gubernamental. En algunos momentos pensé que tendría razón y en otros no.

La respuesta me vino luego de leer el libro escrito por Diego Oquendo titulado “Piedra en el Zapato” y en el que relata algunos, muy pocos, de los acontecimientos alrededor de lo que podría llamarse atentados contra la libertad del libre ejercicio periodístico.

Diego Oquendo, insigne periodista que lo conocí, por supuesto de lejos, en los albores de mi adolescencia cuando era presentador de noticias en el ahora Teleamazonas, así como articulista en su columna “EL Gallo de la Catedral” y ahora como uno de los principales de radio Visión que transmite desde la ciudad de Quito – Ecuador. 

El libro en mención dice en su portada “Visión analítica del ejercicio periodístico y sus desencuentros con el poder”, y durante 476 páginas presenta un recuento de los diferentes atentados que han sufrido los periodistas en el ejercicio de sus funciones sociales y profesionales en gran parte del mundo, incluido Ecuador, según indica Oquendo con base en sus propios archivos. Durante la lectura pensé que tan solo me quedaría con el conocer de los hechos violentos en contra de periodistas y en forma cronológica, hasta que de una manera interesante de cada palabra del referido libro, me llevó hasta mostrarme los posibles orígenes de esos acontecimientos; digo posibles porque en estos casos las verdaderas razones, sean justificadas o no, quedan en el limbo de la verdad. 

Y es que el ejercicio del periodismo implica, en una parte, el mostrar las acciones del poder político, el fondo y la forma de gobierno, los entretelones de las grandes y pequeñas decisiones presupuestarias de los dineros públicos; en otras palabras, mostrar el lado oscuro del manejo de los intereses públicos, un lado que nunca debe existir pero que ahí está y es parte de nuestra diaria convivencia. 

Me refiero al lado oscuro para no mencionar una expresión que aun sigue en el limbo: corrupción, pues si mencionara aquello deberían existir más ejemplos de los que son demostrados y no es así. Decimos que la corrupción está suelta y que está a todo nivel, pero no se logra probar ni un 10% (cifra nacida de mi percepción, no tiene base estadística) de todos los supuestos casos que dicen que existe. 

Redacción ambigua porque así es el tratamiento que se le da a la corrupción. 

Entonces, cuando los periodistas le dan luz a ese lado oscuro es que se arman los problemas y son generalmente intimidados o atacados, se empieza con ellos, luego con sus fuentes de trabajo, con su familia y, en ocasiones, termina con la muerte de ese profesional. 

El poder político siempre tendrá “algo más” que ocultar y que no necesita que sea de conocimiento público. Al poder político siempre le causará malestar el hecho que le digan que no está cumpliendo bien su trabajo. Al poder político siempre le molestará que “un alguien” le siga los pasos sobre sus actuaciones y omisiones. 

También es verdad que muchos, en este caso léase periodistas o pseudos periodistas, quieren aprovecharse fraudulentamente cuando descubren ese “algo más” que el poder político quiere esconder, o que deciden no mostrar el mal trabajo del poder político a cambio de una prebenda, o no dar seguimiento a las actuaciones u omisiones del poder político. 

Lamento las generalizaciones periodísticas, pero en este punto y en referencia al libro de Diego Oquendo, ese tipo de prácticas son de conocimiento público y tan indemostrables como la llamada “corrupción”. A veces sí son denunciados y he visto algunos ejemplos en www.prensacorrupta.com 

Cuando un verdadero profesional del periodismo, cuando está debidamente apoyado por el medio de comunicación en el que presta su contingente laboral o por cuenta propia, decide asumir el reto de mostrar lo oculto del manejo del poder político, generalmente se sobrevienen una serie de ataques, bien frontales o bien tras terceros, para callar esa voz o romper esa pluma o romper la cámara del periodista o clausurar ese medio de comunicación en que trabaja el periodista. 

Pero cuando el poder político no tiene nada que esconder o cuando todo es ejecutado conforme las leyes y la legitimidad, no tiene que sucumbir ante la extorsión venga de donde venga. 

Por eso creo que es verdad cuando Diego Oquendo dice que nosotros los periodistas, en el adecuado ejercicio de nuestra profesión, somos una piedra en el zapato. Y ahora lo entiendo más que nunca.

Disfruta tu café

Me lo contó mi amigo Pepe Mosquera y me pareción de lo más interesante porque el café es una de las bebidas más importantes que existen... por sus cualidades y por sus efectos. 

La historia cuenta que:

Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla devino en quejas acerca del interminable 'stress' que les producía el trabajo y la vida en general. 

El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más selectas: de porcelana, plástico, vidrio, cristal, unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras realmente exquisitas... Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café recién preparado. 

Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo: 

'Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y quedaron pocas de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada quien prefiere lo mejor para sí mismo. Ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al 'stress.' 

Además dijo: 'Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café. En verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos. Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores.'

Después se pusieron a mirar las tazas de los demás. 

Ahora piensen en esto: La vida es el café. Los trabajos, el dinero, la posición social y demás aspectos externos son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos. A menudo, por concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el café.

¡Disfruten su café! La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo sino la que hace lo mejor con lo que tiene; así pues, recuérdenlo: Vivan de manera sencilla.
  • Tengan paz
  • Amen y actúen generosamente
  • Sean solidarios y solícitos
  • Hablen con amabilidad y…
DISFRUTEN SU CAFÉ

11 de julio de 2008

Evidencias del terrorismo mediático

Portada de la novela política de ficción
distópica, escrita por George Orwell
Conocer los entretelones del ejercicio periodístico y en especial de la comunicación social implica poner sobre la mesa de discusión algunos temas que tratan de esconderse o de ser ocultados. 

Por lo que sostengo que sigue siendo necesario iniciar un proceso de deconstrucción del periodismo, para no dejarlo que se sustente en bases endebles y sin reforzar. Pienso que en ocasiones los especialistas en periodismo sustentan sus ideas y propuestas en aspectos extremadamente subjetivos y líricos, dejando de lado las circunstancias reales del ejercicio profesional, como es la parte de conocer las motivaciones profesionales y sus consecuencias sociales. 

Estos comentarios los hago luego que tuve la oportunidad de leer con detenimiento una ponencia de María Eugenia Garcés, con el tema Terrorismo Mediático; tema bastante interesante y que intenta desnudar alguna de las tantas verdades existentes tras la inmensa cantidad de información pública que no da opción a la defensa. 

Conocí a María Eugenia Garcés cuando se posesionó como Vicepresidenta de la Federación Nacional de Periodistas del Ecuador y a partir de allí hemos mantenido interesantes conversaciones sobre temas variados sobre comunicación y su aporte al desarrollo social. 

Ella vive en Quito y yo en Portoviejo. Y es así que María Eugenia compartió su ponencia conmigo y hoy, con autorización de ella, me permito poner a consideración de mis lectores esas palabras, que ya no son de ella ni mías, sino de cada uno de quienes se han dado el tiempo para revisar el mencionado escrito. A continuación su ponencia textual sobre terrorismo mediático:

Luis Britto García, autor venezolano sostiene que “la comunicación es un arma, la única que pretende actuar por encima de toda norma: el terrorismo mediático es la única contienda en la que se supone que el agredido no tiene derecho a la legítima defensa.” 

Contradictoriamente, mientras más avances se evidencian en todos los aspectos que son parte de la vida humana, se perfeccionan los mecanismos que atentan contra sus propias bases de existencia. De igual manera, en relación inversa, mientras más se reconocen los derechos humanos, se multiplican los mecanismos para atentar contra ellos. 

Mientras la comunicación que es parte de la vida humana, y elemento fundamental para la existencia de sujetos sociales, está siendo reconocida como un derecho que además por su propia esencia se convierte en la base del ejercicio de los demás derechos; la tecnología de información y comunicación, ha transformado este derecho a tal punto de convertirse en uno de los elementos limitantes del ejercicio del derecho a la comunicación y por lo tanto del ejercicio de los demás derechos individuales y colectivos. 

Los medios de comunicación han entrado en el juego hegemónico del poder; haciendo posible la dominación, la exclusión, la sustentación de una sociedad donde se hacen extensivos y extensibles los derechos de unos pocos frente a las limitaciones, a las carencias y a las necesidades de las mayorías; convirtiéndose en la maquinaria propagandística de un sistema caracterizado por la inequidad, la pobreza, la violencia social y por qué no decirlo, la miseria humana. 

Estas maquinarias propagandísticas que, a través de su capacidad de extensión de los mensajes, proscriben como terroristas a todos los que se oponen a su poder o a los poderes que los sustentan o a los que ellos sustentan, y de esta manera acallan la legitimidad de cualquier voz disidente que es capaz de levantarse contra ellos; estos medios que tienen la capacidad de victimizar al verdugo, cambiando los papeles, creando el imaginario de que todo aquel que se opone a la opresión atenta contra la sociedad, saneando la imagen de los poderes terroristas que atentan contra la población, son armas del terrorismo que asientan los fundamentalismos; “dominación por el terror”, como define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua a la palabra terrorismo. 

Los avances de las tecnologías de información y comunicación, lejos de sustentar los principios emancipadores que enmarcan a la comunicación, lejos de asumir a la comunicación como un elemento de transformación de las sociedades, se han convertido en opresoras al servicio de un sistema opresor y violentador de los derechos. 

La burbuja de poder detrás de la cual se parapetan, originando un falso imaginario que los ubica sobre el bien y el mal, que pretende manejar verdades absolutas, que los erigen en vigilantes del cumplimiento de las normas sociales, escondidas en valores que sustentan sus propios intereses, generando sociedades inmóviles, incapaces de acción, de reacción, de subversión; actores incapaces de actuar, a los que se minimiza, desvaloriza y finalmente esclaviza. 

Cuántas veces en los medios de comunicación hemos escuchado frases como la política para los políticos, la economía para los economistas, las leyes para los abogados y la comunicación para los comunicadores. ¿Donde quedaron entonces las millones de personas capaces de hablar, escuchar, analizar, criticar, asentir o disentir? ese derecho, es otorgado por los medios a sus actores privilegiados, que son convertidos por ellos mismos en figuras públicas a través de sus ondas que se extienden a lo largo y ancho de nuestros países, a aquellos privilegiados que son erigidos en los únicos líderes válidos, aniquilando la voz, la opinión, el pensamiento y la crítica de la mayoría. 

Esta es una clase de terrorismo, más sutil, menos evidente pero igual de perverso que las armas; que atenta contra los derechos tanto como las guerras, las bombas, la represión de los Estados o el uso de las armas químicas. 

El uso del lenguaje, la imagen y el discurso, que a través de la programación que se exhibe, o los textos construidos en los medios impresos, establece la parafernalia en donde se construye una verdad única, una sola mirada válida, no importa si ello implica falsear la realidad y manipular los hechos para ejercer una inclemente violencia simbólica sobre los sujetos, que terminan siendo los objetivos y en definitiva los objetos de la coacción mediática, eso es terrorismo. 

A través de los medios de comunicación se santifican flagrantes violaciones a principios fundamentales, muchos de ellos relacionados con la propia comunicación, como son el derecho a la comunicación misma; el derecho a la libertad de expresión y de opinión; el derecho a la información; el derecho al acceso y uso de las tecnologías de información y comunicación; a contar con medios de comunicación libres; a la democratización de los medios, entre otros. 

Paralelamente se atenta contra la dignidad, la privacidad, el respeto; y, además, a través de ello se socavan las posibilidades de la construcción de sociedades democráticas, incluyentes, participativas, respetuosas y equitativas. Al excluir de la comunicación a sus verdaderos actores, es decir a los propios seres humanos que la ejercen en la libertad de la cotidianidad; al desconocerla como un acto que fundamenta la existencia de las sociedades, que permite la participación de los ciudadanos y ciudadanas en la construcción social; se está anulando la posibilidad de que la población asuma la responsabilidad sobre su destino, de que se involucren en las decisiones que les afecta convirtiéndolos en simples objetos pasivos- receptores de las políticas y de las decisiones que les son impuestas. 

A través de estos mecanismos anula su acción política e invalida sus percepciones, sus conocimientos, lo que cree, lo que siente, lo que anhela. Convierte a la población en un cúmulo de individuos aislados, cuyo único destino y futuro es la sobrevivencia, lo que a su vez los sume en la inercia, en la anomia y los hace incapaces de emanciparse y buscar en colectivo sus propios destinos y construir su futuro. 

Al erigirse los medios en los guardianes de la “libertad de expresión”, derecho humano fundamental y sustento de sociedades democráticas, resguardan para sí ese derecho y se lo niegan al resto de la población, que ve limitada su expresión a las esferas de lo privado, sin que sus pensamientos, ideas, opiniones, necesidades, puedan ponerse en el escenario de lo público. Le impiden a la población debatir sobre los intereses públicos y, por el contrario, se convierten en el escenario para el debate público de los intereses privados a los que colectivizan y ubican como trascendentales. 

De igual manera criminalizan la pobreza, al espectacularizar la vida privada de los estratos más pobres, de manera tal que el drama social que viven termina convirtiéndolos en la escoria social, aquello que hay que rechazar y evitar, provocando la exclusión y hasta el enfrentamiento entre las distintas clases sociales, a la vez que provoca la inacción frente a las injusticias. Estructura montajes que desvían las verdaderas razones de la miseria, ubicándola en la escena privada, culpando a los pobres de su pobreza y resaltando la valentía de los ricos, que han sido capaces de sostener y acrecentar su riqueza, pero nunca se habla de los desequilibrios sociales que genera el propio sistema, no se topa a los delincuentes de cuello blanco y tampoco se permite el fortalecimiento de los mecanismos de redistribución como mecanismos para generar mayores niveles de equidad; por el contrario, cada vez que alguien se arriesga a cuestionar las acciones de las grandes empresas o a proponer medidas para que cumplan con sus obligaciones sociales, se resguardan en una supuesta violación de los sagrados derechos y libertades. 

No es para nadie desconocido que las empresas de comunicación se escudan en “la libertad de expresión” para acrecentar su negocio, desconociendo y atentando contra el derecho a la “libertad de expresión” de la población, a la que no permiten de ninguna manera acceder a sus espacios, salvo para utilizarlos para sus fines económicos, comerciales y por qué no decirlo, políticos e ideológicos; o es que acaso Juan Pérez o María Maigua, han sido invitados alguna vez a participar con los genios de la comunicación, la política, la economía, la educación o la cultura en los medios de comunicación. Definitivamente no, salvo cuando les sirven como espectáculo a mostrar en la comedia mediática. Es en esta misma lógica en la que se mueve la información. 

El derecho a la información se ha convertido en el derecho que tienen los medios de comunicación a través de todo su aparataje, del que forman parte incluso profesionales de la comunicación, a decir lo que ellos deciden lo que debe decirse, de la manera que debe decirse, cuando debe decirse, para que decirse y a quien decirse, pero siempre bajo una lectura sesgada que es la suya; que por supuesto, está mediada por sus experiencias y sobre todo, para sus intereses. 

La descontextualización y la mercantilización de la información se convierten en las armas que permiten a los medios de comunicación proteger sus negocios y el sistema del que lucran. En él no importan ni los derechos de los otros, ni el servicio público que son, ni el bien común al que se deben. De esta manera, la información se convierte en el mecanismo a través del cual se ponen en la agenda nacional los intereses privados. Para evidenciar esto, basta con hacer un acercamiento al tratamiento informativo que se ha dado a los temas de la Asamblea Nacional Constituyente, marcada por el espectáculo, lejos de los debates serios que sin duda han existido en su seno; generando incertidumbre, desconcierto, y hasta una reacción negativa frente al trabajo que en ella se está cumpliendo. 

La comunicación en nuestros países es parte del sistema de mercado: responde a su lógica, lo sustenta y lo resguarda. Frente a este escenario, tenemos una propuesta distinta, una comprensión divergente y una práctica de insurrección. 

Nuestras sociedades han encontrado los caminos para la resistencia pasiva, la respuesta insurgente, para el reclamo, demostrada en la cada vez más baja credibilidad de los medios de comunicación y la demanda cada vez mayor de participación en la acción pública. Dentro de estas demandas ha sido evidente el reclamo de la democratización de la comunicación, que implica que ella no está circunscrita solamente a los medios, sino la comprensión de que existe en todos los espacios y formas de interacción de las personas y colectivos, que deben ser reconocidos y respetados, para hacer posible el diálogo, el debate, la participación y el consenso, en el contexto de una dinámica democrática e incluyente. 

Esta democratización pasa también por los medios de comunicación, de quienes se ha pedido que abran sus espacios a la pluralidad, que incluyan la diversidad de voces, de pensamientos, de comprensiones y sobre todo que cumplan su función social con ética y responsabilidad; pero también pasa por la garantía del acceso universal y abierto a las tecnologías de información y comunicación; el acceso en condiciones de igualdad, transparencia y equidad a las frecuencias radioeléctricas y a las bandas libres del espacio electromagnético para que las personas, las organizaciones, los pueblos y las nacionalidades puedan tener los espacios desde donde se proyecten públicamente. 

Pero también pasa por la participación ciudadana en el control social de los contenidos de los medios de comunicación, siempre y cuando no impliquen censura previa; y también por el cumplimiento irrestricto de la cláusula de conciencia para toda la ciudadanía; el secreto profesional y la reserva de fuente, que garantiza el ejercicio ético de los profesionales de la comunicación. Y sobre todo se verifica en la existencia de políticas públicas, construidas de manera participativa, que se lleven a la práctica a través de sistemas de comunicación que garanticen el ejercicio y vigencia del derecho a la comunicación y el control de cualquier mecanismo que atente contra él. 

Sin duda, el derecho a la comunicación, se convierte entonces en una propuesta insurgente, emancipadora y libertaria de los pueblos de América Latina.