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28 de septiembre de 2020

Los votantes somos más emotivos que racionales

Originalmente publicado en La Verdad, edición No. 384 de agosto de 2020 con el título ¿Qué es el voto consciente? 

Al igual que cada una de las anteriores ocasiones, las frases clichés y lugares comunes empiezan a invadir nuestras vidas, nos ofrecen un nuevo mundo y todo a cambio de un voto. Pero no es un voto cualquiera.

Para el 7 de febrero del 2021, nuevamente los votantes ecuatorianos deberemos ir a las urnas porque así lo exigen las reglas de un Estado que intenta mantener en orden un territorio, porque nos han dicho que eso es democracia y porque es la oportunidad, como siempre, de tener un mejor futuro.

Con el pasar de los días nos estamos convenciendo que una nueva nación depende de una persona, de esa persona a la que le apostamos toda nuestra buena voluntad, a esa persona que en sus discursos dice exactamente lo que queremos escuchar y nuestras emociones así lo confirman.

Y eso somos nosotros los votantes, más emotivos que racionales, es lo que prima al momento que entramos a la campaña electoral.

Permítanme un paréntesis: mucho se ha cuestionado la cantidad de binomios que han mostrado legalmente su interés de inscribir sus candidaturas, pero nadie hasta ahora ha podido responder ¿Cuál es el número perfecto de candidatos presidenciables que deben estar en la papeleta presidencial? Motivo de otro análisis.

Regreso entonces a los sentimientos que priman en el electorado al momento de decidir por quién votará.

Muchos hemos cuestionado la presencia del populismo tanto en el sistema de gobierno como en la manera que en se promocionan los candidatos, y con la irrupción de las redes sociales el estilo populista ha tomado mayor fuerza. Una realidad que no podrá cambiarse, al menos para las próximas elecciones.

 ¿Cómo podemos los electores dejar el populismo? No existe una receta a corto plazo. Pero tampoco existe un manual para lograr que cada persona sea un votante consciente. Claro, tampoco sabemos las cualidades de los candidatos ni de sus propuestas.

Lo más complicado que existe en el sistema electoral es conocer al verdadero “yo” del candidato; la experiencia da para inferir que una persona es el candidato en campaña, otra cuando es electa y asume el cargo. Hasta ahora no es de fácil acceso a las evaluaciones de la salud mental de quienes están en las papeletas para el voto.

Sería un buen ejercicio electoral si tuviésemos la oportunidad de entrevistar públicamente a los jefes de campaña de los candidatos y preguntarles por el voto consciente, sobre la manera que están promocionando la evaluación psico-social del candidato al que representan. Tal vez hacer lo mismo con quienes conducen la campaña de Marketing.

Para el voto consciente sería de utilidad también tener un perfil psicológico de cada uno de los candidatos que determine qué es lo que impulsaría a cometer un delito o, en el peor de los casos, descubrir que es un delincuente. ¿Cuál es el lado oscuro de los candidatos?

Otra arista. Leer y entender el plan que deben elaborar los candidatos como parte de los requisitos legales para su inscripción, es una de las tareas más complejas, desgastantes y que toma muchas horas. Es más fácil elaborar un plan presidencial que una tesis de grado.

Pero en todo este andamiaje de pensamientos sobre el voto servirá hasta que se concrete el contenido de la papeleta y entonces veremos toda la maquinaria electoral puesta en marcha, será más complicado pensar por el ruido de la propaganda.

Así llegará el día en que estrenemos un nuevo y desconocido Presidente, pero también conoceremos los resultados de nuestras pasiones electorales.


Lectura relacionada: En Manabí estamos a la deriva.

Los reclamos ciudadanos no trascienden y cuando lo hacen los funcionarios contraatacan con campañas mediáticas, se enojan.


26 de septiembre de 2020

El invisible entramado del Código Orgánico de la Salud

¿En el archivado proyecto de Código Orgánico de la Salud en Ecuador, existe la subordinación ideológica del saber médico?

Me ha resultado complejo leer analíticamente el documento sin saber primero lo que es la política del sistema de salud pública, cómo está estructurado el sistema sanitario y las relaciones público - privadas.

Esto como antecedente al 25 de septiembre de 2020, cuando el presidente Lenín Moreno presentó la objeción total al Código Orgánico de Salud (COS), porque, según él, el texto contiene temas que “adolecen de varias imprecisiones que van desde definiciones erróneas no actualizadas hasta una estructura institucional del sistema nacional de salud poco clara”.

El Ministro de Salud Juan Carlos Zevallos aseguró que "Aunque es posible que haya artículos que individualmente sirvan, pero en forma general no son funcionales y que el proyecto tiene 172 sanciones administrativas para los profesionales de la salud “prácticamente tendríamos que entrar con un abogado a cada consulta médica”.

En mi cuenta Twitter había realizado algunos comentarios sobre este cuerpo legal: En esto de tener antecedentes para entender el proyecto de Código Orgánico de Salud para Ecuador, me encuentro con una entrada de Javier Segura del Pozo, titulada: "¿A quién vamos a dejar morir? Sanidad Pública, crisis y la importancia de lo político

Desirée Yépez (@Desireeyepez) comenta: “El Código de la Salud se presentó hace 8 años, pero se hizo el primer debate en 2017. Y luego el segundo entre 2019 y 2020. A mí sí me retumba en la cabeza que ninguno de los 137 asambleístas haya siquiera considerado una actualización en el contexto de la pandemia.”

A pesar de los cientos de las críticas que siguieron a partir del veto, tuve la oportunidad de leer el análisis posteado por BeatrizLeón, en que expone algunos de los problemas encontrados en el trabajo legislativo y parte dejando clara su relación política:

Asegura la Doctora: Iré poniendo algunos ejemplos del mamotreto que es el COS vetado para quienes tiene interés sobre algo que nos afecta a todos. Es una pena que personas inteligentes se dejen llevar por sus odios y el poco apoyo de Legislativo y Ejecutivo para criticar sin haber leído TODO el COS.

Además: El COS está tan mal hecho, con tantos errores que la sospecha que tengo es que no fue leído ni por los asambleístas actuales, ni las personas que han pedido veto por leer desde su religión artículos y MENTIR sobre su contenido ni tuiteros activistas que olvidan la complejidad de un código.

Otro argumento. La emergencia obstétrica se seguirá atendiendo como dice la ley actual. Los procesos patológicos de pacientes que nacen con órganos sexuales externos incompletos o discordantes con los internos se debe tratar por equipo multi-disciplinario científico que no puede ponerse en el COS.

En otro de los temas vitales. Lactancia materna es mencionada 27 veces repitiendo lo mismo en la mayoría. Tiene errores hasta en algo sencillo como hacer efectivo este derecho. Dice: debe ser hasta por 2 años, aunque no den vías a esa "garantía". La mujer por autonomía decide complementar con fórmula, ojo al rojo:

Expone otro problema detectado: El Art. 376 es sobre la historia clínica. Dice maravillas como que debe ser única y universal, algo que cada ministro ha prometido en las últimas décadas... Hay varios errores, de los peores está el que los familiares tienen acceso en vida y después de fallecidos hasta en 4to. grado de consanguinidad.

En otro de sus tuits hace una advertencia. "El financiamiento debería ser discusión amplia, inteligente, actualizada, sin prejuicios. Con propuestas, por ejemplo que se cumpla el derecho a salud por medio del aseguramiento universal, de modo que todos tengamos seguro médico por IESS, privado o pagado por el Estado. Ojo al riesgo IESS:"


También plantea otra inconsistencia con una de las áreas que cobró vital importancia con la pandemia: "La investigación en salud es de las más deficientes a pesar de su importancia: Este es el 1ero. de 8 malos artículos, en el que ni siquiera se habla cómo y cuánto dinero se asigna. La entidad adscrita (¿será el INSPI? ¿una nueva?) se encargará de lo que está en rojo, una prueba más de que ni leyeron.


Como parte de esta secuencia de tuits, la especialista, muestra otra inconsistencia en la redacción: "El Art. 37 dice cuáles son los objetivos del sistema nacional de salud, esto dice el numeral 6 de los 10 que tiene: Brindar protección financiera y sostenible a la población ecuatoriana, promoviendo la optimización y uso adecuado de recursos. Repito, los asambleístas no leyeron."

Pero Beatriz León no se queda únicamente en sus declaraciones, reacciona ante otros tuits que también aportan: "Al fin alguien se acuerda que la Corte Constitucional tiene esto hace meses sin despachar a costa de que las mujeres arriesguen su sanidad:
-completando embarazos de productos inviables
-recurriendo a abortos clandestinos
-obligando a niñas a mantener embarazo que las enferman/mutilan

Otro de los diálogos de significativa relevancia es el que mantiene con el periodista Freddy Lobato, a partir que a Dra. León expone que está de acuerdo con el veto:

FL: Como lo expones suena a que un neófito lo redactó o como que hubo negligencia articulada. Y claro que los artículos que se convirtieron en polémica con grupos antiderechos fueron carnada de todo esto. Pero hasta eso pudo el Ejecutivo mandar a corregir con un veto parcial, no todo.

BL: Solo hay un artículo de los polémicos aún no legislado, nuevo: maternidad subrogada. Es discriminatorio: solo mujeres que por razones médicas no pueden embarazarse tendrían acceso. ¿Hombres que quieren ser padres? NO. ¿Mujeres que no quieren embarazarse pero si ser madres? no. ¿Parejas gays? no.

FL: Entiendo eso Beatriz, pero quien también participó en el debate y construcción del COS no este año, sino desde hace 8, fueron autoridades del MSP, asesores legales, expertos y representantes de cuerpos colegiados de medicina. Incluso entes internacionales del área.

BL: Tienes razón, es inaudito que en estos 8 años tantas personas hayan hecho tan mal trabajo, era su obligación, su deber sumamente bien remunerado. El Código Orgánico de la Salud de hoy no es el de hace 8 años, ha cambiado y ha sido discutido cada vez por muchas personas. Otro error de quienes critican el veto.

De mi parte también he planteado en mi cuenta Twitter otras dudas:

Incluyo otra arista que también expuse: Otro aspecto que debo buscar en el Código Orgánico de la Salud para Ecuador, es el "Efecto cobra", bajo el planteamiento de ¿Qué podría salir mal?

ACLARACIÓN: en algunos de los tuits me he tomado la libertad de editar su forma, más no su fondo, debido a que originalmente tienen ciertos defectos propios de escribir en esta red social y en momentos que la novedad exigía plantear argumentos razonados. 

Esta entrada podría alargarse por lo extenso y complejo que es legislar sobre sobre la salud pública, así que por lo pronto es un avance de lo que en los siguientes meses deberá incorporarse en los debates públicos de las propuestas electorales.

Sin embargo de ello, pongo a consideración un vídeo en que distintos actores sociales exponen sus puntos de vista respecto a esta compleja discusión que no ha terminado ni debe terminar, por la propia dinámica de la investigación y la medicina.



  

14 de septiembre de 2020

La radio se hizo para escuchar

Artículo publicado por "La Verdad"

¿Qué habría pasado si en la época de cuarentena los medios de comunicación tradicionales hubiesen dejado de producir notas periodísticas? Me refiero a toda esa estructura técnica y humana que transforma a los hechos en un producto verificado de consumo masivo.

La industria de la comunicación privada no dejó de funcionar en esta crisis sanitaria, pues cientos de personas se mantuvieron en el frente para mantener al aire las señales de radio y televisión, para que las ediciones impresas puedan llegar hasta sus lectores. Algunas de estas empresas no soportaron el golpe y tuvieron o que migrar a lo digital y reinventarse, o definitivamente cerrar.

Existe cierta tendencia a pensar que los medios tradicionales desaparecerán debido a la irrupción de las redes sociales con la rápida penetración del Internet y los comparativos bajos costos que representa poner en línea la mayoría de contendidos buenos y malos, según cada gusto personal.

Comento este escenario como antecedente a lo que es un plan puesto en marcha, en el que estoy involucrado directamente y que tiene como objetivo fortalecer la imagen de lo que es la radio en su propuesta original: se hizo para escuchar.

A los pocos días de haberse declarado a Ecuador en cuarentena, Renán Álava como Director de la radio universitaria San Gregorio, Pablo Kusnier dedicado a la gerencia educativa en el sector privado, y yo como periodista de Oromar Televisión, logramos articularnos alrededor de la idea que los medios de comunicación necesitaban mostrar su real valía y en especial el concepto radiofónico.

Director de San Gregorio Radio
Renán Álava - Director de San Gregorio radio

San Gregorio radio transmite desde Portoviejo con una cobertura en señal abierta prácticamente para todo Manabí; con la suspensión de actividades debido a la crisis sanitaria se vio en la necesidad de readaptar su sistema de puesta al aire de la programación.

Con Renán ya habíamos mantenido conversaciones sobre el significado de la radio y el nivel de aporte social bajo su propia personalidad, como un complemento al resto de trabajo periodístico de los otros medios; a la propuesta bosquejada se unió Pablo Kusnier y su hijo Hernán especialista en Marketing, para incorporar la arista educativa en las emisiones que pondríamos al aire.

Hernán y Pablo Kusnier
Hernán y Pablo Kusnier - panelistas

En estas tertulias de autocríticas profesionales siempre nos acompañó con sus aportes Iván Maestre, quien trabaja para Ecuavisa en calidad de productor.

Luego de solucionar problemas técnicos y comunicacionales gracias a los conocimientos de Manuel Andrade León en su calidad de sonidista y encargado del control master, logramos poner al aire el primer capítulo de “La radio en tiempo de crisis”.

Las herramientas de comunicación vía Internet nos permitieron que las transmisiones de las más de 90 emisiones se hicieran desde distintos escenarios rompiendo la costumbre del trabajo encerrado en un estudio, lo que además nos permitió adaptarnos a un nuevo lenguaje de coordinación radiofónica.

Una acotación: en nuestras emisiones no usamos vídeos, porque mantenemos la tradición radial y sentimos que muchas personas son más naturales al hablar cuando no se sienten miradas.

El significante que buscamos hacia nuestros radioescuchas es que sean inicialmente testigos de una conversación libre y mutitemática, de una tertulia que deja ideas, dudas y críticas sobre lo que están escuchando en cualquier parte que nos sintonicen, ya sea en algún aparato llamado radio o mediante las distintas aplicaciones on line.

Pero también tenemos trasfondos de nuestros aportes. En el caso de Renán, además de su función como periodista y director de la radio completa su jornada productiva en actividades agrarias y eso le permite tener una visión de complementariedad urbano - rural; Pablo, por su parte, está convencido que el sistema educativo necesita tener una mayor coherencia entre las políticas y la vida diaria de las familias con hijos en etapa escolar. 

En mi caso, es una especie de año sabático para desarrollar argumentos que sostengan el concepto de: los medios de comunicación privados tradicionales necesitan de las Relaciones Públicas para sostenerse empresarialmente y periodísticamente.

En el camino hemos conversado al aire con personas que han expuesto sus criterios sobre el aporte de este tipo de medio de comunicación, sus fortalezas y debilidades, la necesidad de identificar sus opciones de supervivencia y, sobre todo, la utilidad que tiene para distintos grupos sociales articulados por ejes laborales, de su actividad ciudadana y en sus decisiones para el entretenimiento.

“La radio en tiempo de crisis” no es únicamente un programa para significar que estamos viviendo una, sino también para mostrar a quienes estamos en la comunicación periodística, como empresas y como profesionales, que tenemos un problema pendiente de solucionar en el corto plazo.

En definitiva, los que hacemos Renán, Pablo, Hernán, Manuel, nuestros compañeros que llegan cada día y yo, es una aventura que bien puede llamarse “la radio hablando de la radio” para que siempre sea compañía y que reflexionemos en lo que sería un país sin medios de comunicación privados que hacen periodismo. 

Publicado originalmente en la edición 384 de julio del 2020




Los programas que fueron puestos al aire puede escucharlos en: