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27 de noviembre de 2021

El libre pensamiento frente a la neo-inquisición

La interacción en las redes sociales virtuales le ha dado un nuevo aliento e impulso a las restricciones aplicables a la libertad de pensamiento, y puedo agregar que las tendencias mediáticas se han convertido en un gran muro para quienes conciben su realidad desde otra perspectiva.

Lo que esta ocurriendo en las redes sociales es un panorama diverso y altamente complejo, pero que empieza a negar violentamente y hasta el punto de la denigración, en algunas instancias, los cuestionamientos a lo que se considera la base inamovible de una nueva sociedad perfecta y desconociendo algunas de las características implícitas del ser humano.

Para quienes estamos en la comunicación social, especialmente en el periodismo, es oportuno conocer estas realidades sociales, de tal manera que tengamos argumentos para no caer en historias ficticias preparadas desde las distintas esferas del poder político o por otros grupos que necesitan de la prensa para posicionarse como adalides en la construcción de un nuevo mundo.

(Nota al margen) Una explicación sobre las historias ficticias que construyen los poderes políticos, la expuse en mi entrada titulada Lo verosímil existe en el discurso gubernamental que lo complete con La propaganda de guerra busca al periodismo

Sigo con el tema central. La libertad de pensamiento por sí mismo no es un simple enunciado incluido y sistematizado en distintos tratados y estudios sobre los Derechos Humanos, porque muchos antes que ellos ya estuvieron en el marco de las reflexiones filosóficas y hasta políticas; ahora también ha entrado en las perspectivas de las distintas ciencias y prácticas. 

Un párrafo como punto de referencia: Art. 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, libertad de pensamiento: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Pero desde otra perspectiva "Los diversos conceptos mundanos, académicos del término libertad constituyen una constelación muy oscura, una nebulosa. La Idea de libertad está repartida y como refractada en el conjunto de estos conceptos particulares, acepciones o determinaciones." (Libertad como Idea filosófica)

Desde la psiquiatría. "El pensamiento es la actividad y creación de la mente; se dice de todo aquello que es traído a la existencia mediante la actividad del intelecto. El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales y reflexivas del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc." 

Pero el mundo virtual con sus redes sociales hizo que ciertos paradigmas de las conversaciones dieran giros que poco a poco van tomando forma, van adquiriendo otros códigos, en que la expresión de nuestras ideas puede convertirse en una cadena de reacciones de todo tipo.

"Por otra parte, dado que nuestra sociedad, cada vez más, afronta diferentes cambios políticos, económicos, sociales y culturales, surgen voces de trasformación para el reconocimiento de nuevos derechos, toda vez que el catalogo consagrado en la Declaración Universal de 1948 no es taxativo sino enunciativo. Adicionalmente ha de tenerse en cuenta que los derechos evolucionan de acuerdo a los avances históricos de la humanidad." (La libertad de expresión en la Internet)

En este caminar buscando más indicios sobre los atentados a la libertad de pensamiento, por el TL de mi cuenta aparece una crónica de Karina Mariani titulada "Un fantasma recorre el mundo científico" y en expone lo ocurrido en el Instituto de Astrofísica de Canarias cuando censuró la conferencia que el mismo Instituto de Astrofísica de Canarias organizó sobre libertad de expresión.

El conferencista fue Erik J. Olsson y luego de enterarse que sus palabras fueron censuradas por el este centro científico aseguró: “Me parece irónico que una charla sobre la libertad académica y las amenazas a la libertad de expresión sea a su vez investigada y censurada, de hecho con referencia a las mismas políticas contra las que advertí en la charla” y agregó que lo ocurrido era una: “confirmación directa e inequívoca de las afirmaciones hechas durante la charla lo que supone un mensaje preocupante sobre la salud académica del instituto”. 

Puede leer el artículo completo que sustenta la afirmación siguiendo el enlace en: Es posible que la censura esté acabando con los ámbitos académicos tradicionales.

Y sube al escenario la verdad... bueno, en realidad son muchas verdades. Cada persona en redes sociales expresa su verdad respecto a un hecho en el ejercicio de su libertad de pensamiento; pero en muchos casos se topa con que esas visiones contradicen "lo que todo el mundo sabe" y, por más científico que sea el contra argumento no se acepta que se exponga públicamente. 

Bajo estas perspectivas, Esperanza Pérez Prado se pregunta: ¿Tenemos derecho a publicar lo que se nos antoje en cada momento en nuestros perfiles en las Redes Sociales? ¿Tenemos derecho a expresarnos libremente? Por supuesto que tenemos derecho a expresarnos libremente siempre y cuando nuestros pensamientos, ideas y opiniones no colisionen con otros derechos igualmente protegidos. Es decir, la libertad de expresión prevalece sobre cualquier otro derecho siempre que no se vulnere el derecho al honor, intimidad personal y familiar o propia imagen de alguien y, siempre que no se caiga en el insulto o desprestigio gratuito. (La libertad de expresión y las redes sociales, enemigos íntimos)

Por eso es que considero que en un momento dado, existe o una confabulación o la imposición de un concepto grupal, que obliga mediante la coerción y el ataque virtual para que prevalezca una única verdad. 

Entonces me saltan algunas preguntas:

La Inquisición surgió lentamente como un instrumento destinado a la defensa de la fe y de la sociedad amenazada por la acción de los herejes. Herejía es por definición el error en materia de fe sostenido con pertinacia. Además, los herejes atentaban contra la Iglesia, el Estado, el orden público y las autoridades constituidas. En consecuencia, los reales alcances del delito de herejía se explican no sólo por factores estrictamente teológicos sino también por factores políticos, sociales, jurídicos y económicos; sin esa consideración no tendríamos una visión clara de su significación. (La Inquisición Medieval)

 Sobre este tema el autor chileno Axel Kaiser la define como la Neoinquisición y la define como "un movimiento integrado por personas cargadas de fervor religioso, fanático que atacan persiguen y censuran a aquellos intelectuales, figuras públicas o incluso personas comunes y corrientes que manifiestan opiniones o expresan sus ideas y estas no se ajustan a los estándares de pureza ideológica que estos neoinquisidores proponen como los únicos validos para la vida en común."

En la siguiente charla amplia su perspectiva que ya fue publicada en uno de sus libros y explica lo que a su juicio está sucediendo en las sociedades occidentales, respecto a la corrección política desmesurada —que intentan imponer ciertas ideologías— y que ha desencadenado verdaderas “cacerías de brujas” hacia quienes digan o piensen lo contrario a lo socialmente aceptado.


Actualizado el 10 de diciembre de 2021.

18 de noviembre de 2021

El talón de Aquiles en los planes y proyectos

Publicado originalmente en
La Verdad. Edición No, 399 de octubre

En esta otra época política, como quiera que se llame o cualquier nombre que se le ponga, se la puede caracterizar como de un constante y rápido rompimiento de los sistemas disciplinarios, de esos que están apegados a la ley y de los muy cercanos a la ética.


Lo anterior puede no ser un problema, entonces no existiría razón ni para escribirlo ni para leerlo. Pero si fuese lo contrario es indispensable definirlo y explicarlo, porque será la manera en que yo, o Usted que ahora lo lee, pueda encontrar algunas de las razones por las que los planes personales o sociales se desmoronan.

Como un acuerdo inicial, establezcamos que disciplina es la manera coordinada, ordenada, reflexiva y sistemática de realizar un conjunto de acciones orientadas al cumplimiento de un objetivo. 

Un ejemplo sencillo: si existe la necesidad de bañarse ¿Qué hace hasta el momento que ya se bañó? ¿Acaso primero se seca y luego va hacia la regadera? Y así pueden ponerse una serie de ejemplos personales y a los que también se los podría justificar como “así es la costumbre de…”

Entonces subimos un nivel a esta reflexión ¿Por qué deben cumplirse cada uno de esos pasos? ¿Por qué primero y no segundo? Las respuestas son los momentos de reflexión, de razonamiento lógico, de tener conciencia y diferenciar, aunque en el imaginario pueda parecer igual o sin importancia. 

Como una manera de ampliar lo mencionado, me permito plantear un relato de ficción pero que bien puede pasar como una anécdota.

Justo frente a un operativo de control, un abogado conducía distraído cuando ante un aviso de PARE, pasa sin frenar, pero disminuyendo la velocidad; un policía lo detuvo y se produjo la siguiente conversación:

Policía: Buenos días. Matricula y licencia de conducir, por favor.

Abogado: Pero… ¿Por qué?

– No se detuvo ante el aviso de PARE, allá atrás.

– Yo disminuí la velocidad y como no venía nadie…

– Exacto… Matrícula y licencia de conducir, por favor.

Ante esto el abogado argumentó: ¿Sabe Usted cual es la diferencia jurídica entre disminuir y parar?

Sin perder la compostura el policía respondió: La diferencia la dicta la ley: ante un aviso de PARE, se debe parar completamente el vehículo. Documentos y licencia de conducir.

– O tal vez no, señor policía. Yo soy abogado y sé de sus “limitaciones” en la interpretación de un texto legal. Le propongo lo siguiente: Si usted consigue explicarme la diferencia entre disminuir y parar, yo le doy los documentos y Usted podrá multarme. Si no, me deja ir sin multa.

La respuesta del oficial fue tajante: Positivo, acepto… ¿Puede hacer el favor de salir del vehículo, señor abogado?

El abogado se bajó del carro y entonces los otros policías que formaban parte del operativo lo agarran a patadas, golpes por todo lado…

Obviamente el abogado gritó pidiendo socorro, e implorando que paren. Y el policía pregunta:

– ¿Quiere que PARE o DISMINUYA?

El abogado en su desesperación grito: ¡PARE!… ¡PARE!… ¡PARE!…

Nuevamente sin inmutarse el policía concluyó: – Afirmativo, ya comprendió ¡Documentos y licencia de conducir!

Y hasta aquí este breve cuento, pero que de seguro en muchos de quienes ahora están siguiendo este comentario, podrían estar pensando en la manera que conducen sus autos y cuanto desconocen sobre las razones de las reglas mínimas de la vialidad, lo que sirve como peldaño para ir a un tercer nivel.

Las reacciones sociales ante lo que significa nuestro Ecuador son diversas y podría presumirse que son, así mismo, variadas; tomo, entonces, como punto de apoyo, uno de los argumentos que sirvió para estructurar los Consensos de Cusín: “somos una sociedad profundamente desigual entre regiones, grupos étnicos y géneros y que padece de grandes privaciones…” pero que no alcanza a dimensionar los aspectos culturales relacionados con la indisciplina social.

Existe otra percepción que rueda por redes sociales y que tiene mucho eco: somos un país ingobernable, en que se ataca a diferentes grupos sociales con catalogándolos de ignorantes o que privilegian la ley del más vivo, que la corrupción nos carga en peso…

Pues como nada está suelto, Javier Benegas, articulista de disidentia.com despeja el humo que tapa una intención política: “Afirmar una y otra vez que la sociedad es idiota, además de ser falso, es hacer el juego al poder, porque el poder necesita que la sociedad opine de sí misma que es idiota.”

Siendo así, a mi mente llega El Leviatán, obra de Thomas Hobbes publicada en 1651, en la que hace referencia al monstruo bíblico más temido para explicar y justificar la existencia de un Estado absolutista que subyuga a sus ciudadanos, mediante un pacto consensuado en la relación de poder entre mandado y mandatario.

Estos argumentos nos llevan a pasar de la disciplina social al teatro de las implicaciones sobre la indisciplina social, vista como una complejidad de situaciones personales y de los ecosistemas en que se desenvuelve la vida diaria. Podría aseverarse que la indisciplina es más humana.

La indisciplina social es la negación de la disciplina, su antítesis, que bien puede definirse como la actuación de una persona o de los distintos grupos sociales, sin acatar los principios, normas y objetivos de la sociedad ante una circunstancia, una tarea, las soluciones a un problema o los objetivos propuestos; que bien puede tener un origen racional o por ignorancia.

Ahora bien. “Aprender a aceptar y adaptarse a los resultados inciertos y absolutamente abiertos de la acción social es imprescindible en la construcción de una sociedad libre.” Luis I. Gómez, catedrático y divulgador científico. 

Recapitulemos. En lo individual, sea en el entorno laboral, familiar y social, sea en la generación de políticas públicas o ejecución de proyectos, el factor de las decisiones humanas es, al mismo tiempo, una fortaleza y el “talón de Aquiles”. 

Puedo, entonces, llegar a una primera conclusión planteada como un dilema: ¿Para solucionar problemas debe imponerse un régimen disciplinario o entender el origen de la indisciplina social como un catalizador de los planes y proyectos?

Y claro, aquí se abre una puerta a otra dimensión: ¿Y si la indisciplina social es una reacción a la ausencia de libertad? Es un buen momento para dar ese paso y entrar a ese nuevo mundo.  




Audio sugerido:

Adaptación de la crónica Presagio, publicada en el libro "Mis historias urbanas" de la periodista Blanca Moncada a quien se le conoce como Blanky Monky.