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25 de diciembre de 2021

Sobre el aburrimiento y la pereza

Cada amanecer es la gran oportunidad para mejorar nuestra vida, bien sea porque trabajamos en los planes previstos o porque necesitamos enfrentar retos grandes y pequeños; en ocasiones también despertamos cansados, sin ningún horizonte, con las ganas de no hacer nada o de simplemente dar las espaldas a las responsabilidades y obligaciones.

Nuestro entorno tiene muchos estímulos para que trabajemos, con motivaciones para que luchemos por nuestros sueños, para que seamos fuertes y productivos; el asunto es que ni la pereza ni el aburrimiento son bien vistos y hasta son motivo de desprecio.

¿Cuándo fue la última vez que Usted, amable lector, sintió aburrimiento? ¿Cuál es la reacción de su familia, amigos o compañeros de trabajo cuando les comenta que está aburrido?

Y entonces vamos a otro lado de la vida, al de la pereza. No, tampoco es socialmente aceptado que la tengamos, es mal vista, es sinónimo de ineficiencia, de ser una persona sin aspiraciones y hasta un anti valor. Sentirla nos hace sentir culpables e inútiles. Nos dicen que es inaceptable.

Reflexionemos por unos momentos a partir de la siguiente pregunta: ¿Cuántas horas al día pasamos cumpliendo obligaciones y respondiendo a nuestras responsabilidades?  

Pero también hagámonos otra pregunta ¿Cuándo fue la última vez que nos dejamos llevar por la pereza?

Por cierto, las redes sociales virtuales y la mensajería instantánea inexorablemente son parte de nuestra actual vida, sea profesional, social, laboral o productiva y hasta personal, tanto que nos impulsa a que estemos constantemente revisando los chats, respondiendo, poniendo likes, interactuando.

Las redes sociales en lo laboral es una obligación de casi 24/7; además existe y es una realidad la cultura del WhatsApp; entramos por unos minutos a ese escenario porque es otra “obligación” de nuestro diario vivir.

Dice Verónica Ruiz del Vizo: “Hay una cultura en WhatsApp de esperar a que te respondan de inmediato. Que el otro deje todo lo que hace, para atenderte. Si no lo hace, genera ansiedad, frustración e incluso molestia. Se asume el derecho de imponerse en la agenda del otro y la idea de que lo urgente soy yo.”

Y la post gran cuarentena agravó la dependencia emocional, laboral, informativa, social y familiar de este sistema de mensajería instantánea. En este escenario también entran los correos electrónicos y las llamadas telefónicas ahora que el Internet está en casi todos los lados.  

Regresamos a nuestro tema central. Es omnipresente la presión para que estemos en constante actividad, en que no desperdiciemos el tiempo en cosas banales y casi nada productivas, a que no descansemos porque “cuando muramos ya tendremos tiempo para descansar” o el “avisa si no tienes nada que hacer para darte trabajo”.

Entonces empieza a escucharse la otra expresión construida sobre la nada: para mejorar tienes que salir de tu zona de confort. Y la presión de la productividad nos saca a patadas de ese espacio íntimo, de ese lugar por el que trabajamos día a día, por esos momentos en que, como humanos, damos rienda suelta a nuestros placeres, gustos y disfrute de nuestro tiempo en cualquier momento del día. Y también nos han inculcado irracionalmente el refrán “La ociosidad es la madre de todos los vicios”.

Pues bien, la pereza y el aburrimiento son dos actitudes tan válidas como como el amor, la nostalgia y la alegría; son síntomas beneficiosos para nuestra mente, para pensar en relax sobre nuestra existencia, sobre lo que nos preocupa o lo que realmente nos llenaría de satisfacciones personales, íntimas.

Miremos hacia otro lado. Cuando nos dejamos llevar por el aburrimiento es una señal que hemos entrado en un estado de monotonía, que nos hemos cansado de las actividades repetitivas del día a día, que nuestra imaginación y creatividad están en decadencia.

Pero esos momentos en que estamos aburridos, es cuando más aparece la inspiración, cuando con más tranquilidad analizamos las soluciones a nuestros problemas sin la presión de la urgente, diseñamos caminos.

Cuando nos invade la pereza, es la misteriosa señal que envía nuestro cuerpo sobre los daños que podría estar provocando el constante movimiento físico, en que las ordenes de lo social nos presiona para que estemos en actividad “por nuestro bien”.

Pero en esos momentos en que estamos con pereza, es cuando nuestro cuerpo, así mismo, misteriosamente, empieza a recuperarse, a reacomodarse y a sentir una relativa comodidad.

Quizás médicos y psiquiatras puedan darnos luces sobre esos misterios.

Con su permiso, entonces, les cuento que disfruto de mis momentos de pereza y aburrimiento, que los uso para meditar sobre mis obligaciones y responsabilidades, para entender con mejores razones los planes que tengo para lo que me resta de vida y para dejar, por unas horas, que mi mente, espíritu y cuerpo se pongan de acuerdo sobre mi presente. Pero debo hacerlo en secreto.

Como corolario les comparto mis dudas: ¿Por qué no darnos tiempo para disfrutar de nuestra pereza y aburrimiento? ¿Acaso por vivirlos el mundo se acabará o el planeta dejará de moverse? ¿Quiénes nos juzgan por decir que estamos aburridos? ¿Es tan malo sentir pereza?

Publicado originalmente
en La Verdad - Edición 401
Diciembre de 2021




 

 

 

 

 

27 de noviembre de 2021

El libre pensamiento frente a la neo-inquisición

La interacción en las redes sociales virtuales le ha dado un nuevo aliento e impulso a las restricciones aplicables a la libertad de pensamiento, y puedo agregar que las tendencias mediáticas se han convertido en un gran muro para quienes conciben su realidad desde otra perspectiva.

Lo que esta ocurriendo en las redes sociales es un panorama diverso y altamente complejo, pero que empieza a negar violentamente y hasta el punto de la denigración, en algunas instancias, los cuestionamientos a lo que se considera la base inamovible de una nueva sociedad perfecta y desconociendo algunas de las características implícitas del ser humano.

Para quienes estamos en la comunicación social, especialmente en el periodismo, es oportuno conocer estas realidades sociales, de tal manera que tengamos argumentos para no caer en historias ficticias preparadas desde las distintas esferas del poder político o por otros grupos que necesitan de la prensa para posicionarse como adalides en la construcción de un nuevo mundo.

(Nota al margen) Una explicación sobre las historias ficticias que construyen los poderes políticos, la expuse en mi entrada titulada Lo verosímil existe en el discurso gubernamental que lo complete con La propaganda de guerra busca al periodismo

Sigo con el tema central. La libertad de pensamiento por sí mismo no es un simple enunciado incluido y sistematizado en distintos tratados y estudios sobre los Derechos Humanos, porque muchos antes que ellos ya estuvieron en el marco de las reflexiones filosóficas y hasta políticas; ahora también ha entrado en las perspectivas de las distintas ciencias y prácticas. 

Un párrafo como punto de referencia: Art. 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, libertad de pensamiento: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Pero desde otra perspectiva "Los diversos conceptos mundanos, académicos del término libertad constituyen una constelación muy oscura, una nebulosa. La Idea de libertad está repartida y como refractada en el conjunto de estos conceptos particulares, acepciones o determinaciones." (Libertad como Idea filosófica)

Desde la psiquiatría. "El pensamiento es la actividad y creación de la mente; se dice de todo aquello que es traído a la existencia mediante la actividad del intelecto. El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales y reflexivas del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc." 

Pero el mundo virtual con sus redes sociales hizo que ciertos paradigmas de las conversaciones dieran giros que poco a poco van tomando forma, van adquiriendo otros códigos, en que la expresión de nuestras ideas puede convertirse en una cadena de reacciones de todo tipo.

"Por otra parte, dado que nuestra sociedad, cada vez más, afronta diferentes cambios políticos, económicos, sociales y culturales, surgen voces de trasformación para el reconocimiento de nuevos derechos, toda vez que el catalogo consagrado en la Declaración Universal de 1948 no es taxativo sino enunciativo. Adicionalmente ha de tenerse en cuenta que los derechos evolucionan de acuerdo a los avances históricos de la humanidad." (La libertad de expresión en la Internet)

En este caminar buscando más indicios sobre los atentados a la libertad de pensamiento, por el TL de mi cuenta aparece una crónica de Karina Mariani titulada "Un fantasma recorre el mundo científico" y en expone lo ocurrido en el Instituto de Astrofísica de Canarias cuando censuró la conferencia que el mismo Instituto de Astrofísica de Canarias organizó sobre libertad de expresión.

El conferencista fue Erik J. Olsson y luego de enterarse que sus palabras fueron censuradas por el este centro científico aseguró: “Me parece irónico que una charla sobre la libertad académica y las amenazas a la libertad de expresión sea a su vez investigada y censurada, de hecho con referencia a las mismas políticas contra las que advertí en la charla” y agregó que lo ocurrido era una: “confirmación directa e inequívoca de las afirmaciones hechas durante la charla lo que supone un mensaje preocupante sobre la salud académica del instituto”. 

Puede leer el artículo completo que sustenta la afirmación siguiendo el enlace en: Es posible que la censura esté acabando con los ámbitos académicos tradicionales.

Y sube al escenario la verdad... bueno, en realidad son muchas verdades. Cada persona en redes sociales expresa su verdad respecto a un hecho en el ejercicio de su libertad de pensamiento; pero en muchos casos se topa con que esas visiones contradicen "lo que todo el mundo sabe" y, por más científico que sea el contra argumento no se acepta que se exponga públicamente. 

Bajo estas perspectivas, Esperanza Pérez Prado se pregunta: ¿Tenemos derecho a publicar lo que se nos antoje en cada momento en nuestros perfiles en las Redes Sociales? ¿Tenemos derecho a expresarnos libremente? Por supuesto que tenemos derecho a expresarnos libremente siempre y cuando nuestros pensamientos, ideas y opiniones no colisionen con otros derechos igualmente protegidos. Es decir, la libertad de expresión prevalece sobre cualquier otro derecho siempre que no se vulnere el derecho al honor, intimidad personal y familiar o propia imagen de alguien y, siempre que no se caiga en el insulto o desprestigio gratuito. (La libertad de expresión y las redes sociales, enemigos íntimos)

Por eso es que considero que en un momento dado, existe o una confabulación o la imposición de un concepto grupal, que obliga mediante la coerción y el ataque virtual para que prevalezca una única verdad. 

Entonces me saltan algunas preguntas:

La Inquisición surgió lentamente como un instrumento destinado a la defensa de la fe y de la sociedad amenazada por la acción de los herejes. Herejía es por definición el error en materia de fe sostenido con pertinacia. Además, los herejes atentaban contra la Iglesia, el Estado, el orden público y las autoridades constituidas. En consecuencia, los reales alcances del delito de herejía se explican no sólo por factores estrictamente teológicos sino también por factores políticos, sociales, jurídicos y económicos; sin esa consideración no tendríamos una visión clara de su significación. (La Inquisición Medieval)

 Sobre este tema el autor chileno Axel Kaiser la define como la Neoinquisición y la define como "un movimiento integrado por personas cargadas de fervor religioso, fanático que atacan persiguen y censuran a aquellos intelectuales, figuras públicas o incluso personas comunes y corrientes que manifiestan opiniones o expresan sus ideas y estas no se ajustan a los estándares de pureza ideológica que estos neoinquisidores proponen como los únicos validos para la vida en común."

En la siguiente charla amplia su perspectiva que ya fue publicada en uno de sus libros y explica lo que a su juicio está sucediendo en las sociedades occidentales, respecto a la corrección política desmesurada —que intentan imponer ciertas ideologías— y que ha desencadenado verdaderas “cacerías de brujas” hacia quienes digan o piensen lo contrario a lo socialmente aceptado.


Actualizado el 10 de diciembre de 2021.

18 de noviembre de 2021

El talón de Aquiles en los planes y proyectos

Publicado originalmente en
La Verdad. Edición No, 399 de octubre

En esta otra época política, como quiera que se llame o cualquier nombre que se le ponga, se la puede caracterizar como de un constante y rápido rompimiento de los sistemas disciplinarios, de esos que están apegados a la ley y de los muy cercanos a la ética.


Lo anterior puede no ser un problema, entonces no existiría razón ni para escribirlo ni para leerlo. Pero si fuese lo contrario es indispensable definirlo y explicarlo, porque será la manera en que yo, o Usted que ahora lo lee, pueda encontrar algunas de las razones por las que los planes personales o sociales se desmoronan.

Como un acuerdo inicial, establezcamos que disciplina es la manera coordinada, ordenada, reflexiva y sistemática de realizar un conjunto de acciones orientadas al cumplimiento de un objetivo. 

Un ejemplo sencillo: si existe la necesidad de bañarse ¿Qué hace hasta el momento que ya se bañó? ¿Acaso primero se seca y luego va hacia la regadera? Y así pueden ponerse una serie de ejemplos personales y a los que también se los podría justificar como “así es la costumbre de…”

Entonces subimos un nivel a esta reflexión ¿Por qué deben cumplirse cada uno de esos pasos? ¿Por qué primero y no segundo? Las respuestas son los momentos de reflexión, de razonamiento lógico, de tener conciencia y diferenciar, aunque en el imaginario pueda parecer igual o sin importancia. 

Como una manera de ampliar lo mencionado, me permito plantear un relato de ficción pero que bien puede pasar como una anécdota.

Justo frente a un operativo de control, un abogado conducía distraído cuando ante un aviso de PARE, pasa sin frenar, pero disminuyendo la velocidad; un policía lo detuvo y se produjo la siguiente conversación:

Policía: Buenos días. Matricula y licencia de conducir, por favor.

Abogado: Pero… ¿Por qué?

– No se detuvo ante el aviso de PARE, allá atrás.

– Yo disminuí la velocidad y como no venía nadie…

– Exacto… Matrícula y licencia de conducir, por favor.

Ante esto el abogado argumentó: ¿Sabe Usted cual es la diferencia jurídica entre disminuir y parar?

Sin perder la compostura el policía respondió: La diferencia la dicta la ley: ante un aviso de PARE, se debe parar completamente el vehículo. Documentos y licencia de conducir.

– O tal vez no, señor policía. Yo soy abogado y sé de sus “limitaciones” en la interpretación de un texto legal. Le propongo lo siguiente: Si usted consigue explicarme la diferencia entre disminuir y parar, yo le doy los documentos y Usted podrá multarme. Si no, me deja ir sin multa.

La respuesta del oficial fue tajante: Positivo, acepto… ¿Puede hacer el favor de salir del vehículo, señor abogado?

El abogado se bajó del carro y entonces los otros policías que formaban parte del operativo lo agarran a patadas, golpes por todo lado…

Obviamente el abogado gritó pidiendo socorro, e implorando que paren. Y el policía pregunta:

– ¿Quiere que PARE o DISMINUYA?

El abogado en su desesperación grito: ¡PARE!… ¡PARE!… ¡PARE!…

Nuevamente sin inmutarse el policía concluyó: – Afirmativo, ya comprendió ¡Documentos y licencia de conducir!

Y hasta aquí este breve cuento, pero que de seguro en muchos de quienes ahora están siguiendo este comentario, podrían estar pensando en la manera que conducen sus autos y cuanto desconocen sobre las razones de las reglas mínimas de la vialidad, lo que sirve como peldaño para ir a un tercer nivel.

Las reacciones sociales ante lo que significa nuestro Ecuador son diversas y podría presumirse que son, así mismo, variadas; tomo, entonces, como punto de apoyo, uno de los argumentos que sirvió para estructurar los Consensos de Cusín: “somos una sociedad profundamente desigual entre regiones, grupos étnicos y géneros y que padece de grandes privaciones…” pero que no alcanza a dimensionar los aspectos culturales relacionados con la indisciplina social.

Existe otra percepción que rueda por redes sociales y que tiene mucho eco: somos un país ingobernable, en que se ataca a diferentes grupos sociales con catalogándolos de ignorantes o que privilegian la ley del más vivo, que la corrupción nos carga en peso…

Pues como nada está suelto, Javier Benegas, articulista de disidentia.com despeja el humo que tapa una intención política: “Afirmar una y otra vez que la sociedad es idiota, además de ser falso, es hacer el juego al poder, porque el poder necesita que la sociedad opine de sí misma que es idiota.”

Siendo así, a mi mente llega El Leviatán, obra de Thomas Hobbes publicada en 1651, en la que hace referencia al monstruo bíblico más temido para explicar y justificar la existencia de un Estado absolutista que subyuga a sus ciudadanos, mediante un pacto consensuado en la relación de poder entre mandado y mandatario.

Estos argumentos nos llevan a pasar de la disciplina social al teatro de las implicaciones sobre la indisciplina social, vista como una complejidad de situaciones personales y de los ecosistemas en que se desenvuelve la vida diaria. Podría aseverarse que la indisciplina es más humana.

La indisciplina social es la negación de la disciplina, su antítesis, que bien puede definirse como la actuación de una persona o de los distintos grupos sociales, sin acatar los principios, normas y objetivos de la sociedad ante una circunstancia, una tarea, las soluciones a un problema o los objetivos propuestos; que bien puede tener un origen racional o por ignorancia.

Ahora bien. “Aprender a aceptar y adaptarse a los resultados inciertos y absolutamente abiertos de la acción social es imprescindible en la construcción de una sociedad libre.” Luis I. Gómez, catedrático y divulgador científico. 

Recapitulemos. En lo individual, sea en el entorno laboral, familiar y social, sea en la generación de políticas públicas o ejecución de proyectos, el factor de las decisiones humanas es, al mismo tiempo, una fortaleza y el “talón de Aquiles”. 

Puedo, entonces, llegar a una primera conclusión planteada como un dilema: ¿Para solucionar problemas debe imponerse un régimen disciplinario o entender el origen de la indisciplina social como un catalizador de los planes y proyectos?

Y claro, aquí se abre una puerta a otra dimensión: ¿Y si la indisciplina social es una reacción a la ausencia de libertad? Es un buen momento para dar ese paso y entrar a ese nuevo mundo.  




Audio sugerido:

Adaptación de la crónica Presagio, publicada en el libro "Mis historias urbanas" de la periodista Blanca Moncada a quien se le conoce como Blanky Monky.


5 de septiembre de 2021

Nuestros amados y abandonados perros

 En este cambiante y acelerado mundo existe un creciente interés por cuidar la vida en general y, nos guste o no, en la post la gran cuarentena este sentimiento tuvo variantes en cuanto a las relaciones urbanas entre humanos – animales y humanos – plantas. 


Un tema bastante amplio para tratar, pero me centraré en los que científicamente se los conoce como “Canis familiaris” un milenario acompañante, guardián, protector y cazador, considerado desde sus inicios como un regalo divino y hasta relacionado con las fuerzas del mal.

Se trata del perro, un importante componente familiar en el área urbana y rural, con trabajos específicos, así como soluciones a muchos problemas que tenemos los humanos, también como hermosas mascotas de exhibición. Pero existen datos orientados a que existe un alto índice de abandono y maltrato durante la época de la pandemia y en la post cuarentena. 

Medios de comunicación social han planteado y mostrado el problema con perros maltratados y abandonados, sin hogar; las redes sociales han ido mucho más allá al evidenciar con más fuerza la actitud inhumana con las mascotas hasta obligar a los funcionarios a tomar medidas correctivas, aunque se traten de pocos casos; en la misma línea también promueven soluciones.

Con una mínima carga de subjetividad, puedo asegurar que la violencia y negligencia contra los canes se convierten, de una u otra manera, en un problema ético, social y ambiental, de proporciones aún no dimensionadas, a lo que se suman las razones de tipo económico debido al alto costo que implica mantenerlos, sobre todo en el área urbana.

Las relaciones humano – perro son íntimas, los dos son animales con sentimientos y personalidades, con necesidades y carencias, pero existen diferencias en cuanto a sus intereses de convivencia y sus estructuras físicas como mentales. 

“Al existir esas habilidades y capacidades, los animales tienen una serie de intereses que satisfacer y, por lo tanto, derechos por tutelar que se ven limitados cuando son maltratados, recluidos, aislados de su grupo social y sometidos a experimentación dolorosa, dejando tras de sí graves consecuencias a nivel físico y psicológico.” Isidro H. Romero (agitadoresdeideas.com)

En muchas partes del paisaje urbano hemos visto escenas de perros abandonados, que husmean entre la basura buscando comida, con sus cuerpos lacerados, a perras visiblemente enfermas y con evidencias que han parido recientemente; casas o departamentos en que el descuido y el maltrato son parte de lo cotidiano. Casi no nos inmutamos. 

También está el otro lado en que somos testigos de la sana convivencia entre las mascotas y sus dueños; pero ese no es el tema central, por ahora de este artículo.

En este marco Romero asegura que “El trato digno hacia los animales es un deber ciudadano y forma parte de aquella cultura democrática que reconoce la necesidad de ampliar paulatinamente los derechos. Se trata de ´descosificar´ a los animales, es decir, dejar de considerarlos como cosas, reconociendo su capacidad de tener una vida propia, mental y emocional.”

Asombra más aún que existan practicas enmarcadas en las apuestas y diversión, tal vez aberrantes, pues según lo asevera Isaías Alvarado en un reportaje para Univisión publicado a inicios de agosto del 2021, en Estados Unidos “Se estima que más de 40,000 personas organizan, participan y asisten a peleas ilegales de perros en este país, una actividad criminal que atrae a pandilleros, pedófilos y miembros de carteles. Estos combates sangrientos continuaron durante la pandemia, según activistas.”

En cuanto a Ecuador, Sumara Dueñas en una nota publicada por Oromar Televisión, asegura que “debido a la pandemia de Covid-19, organizaciones de rescate animal consideran que el número de animales domésticos en las calles ha aumentado, esto a raíz del desequilibrio económico por la pérdida de empleo...” 

En esta crónica periodística se toma la versión del funcionario municipal Iván Murillo, jefe Técnico de Bienestar Animal, quien asegura que en Manta la unidad recibe de entre 8 a 10 denuncias con reportes de abandono de mascotas al mes. Pero también recoge el testimonio de Iván Silva, un rescatista de fauna urbana, sobre el calamitoso estado en que llegan ciertos perros, al extremo de tener heridas provocadas por machetes.

Referencia legal: Art. 250.1 del COIP: “La persona que mate a un animal que forma parte de la fauna urbana será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a un año. Si la muerte se produce como resultado de actos de crueldad será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.”

De los planteamientos expuestos es posible concluir que independiente del marco legal y las perspectivas de cada ciudadano, las acciones para proteger a los perros son prácticamente o inexistentes o invisibles o insuficientes, por lo que no se percibe como una situación adversa en la salud pública y una probable señal de inconciencia social.

Como epílogo: ¿Qué sentimos cuando vemos en las calles y carreteras los cuerpos destrozados de perros atropellados?

Publicado originalmente en
La Verdad No - 397
Edición de agosto del 2021





18 de agosto de 2021

El poder político y mediático de la felicidad

Considero que cada uno de los seres humanos que estamos sobre el planeta Tierra, de una u otra forma, llevamos en nuestra mente el alcanzar la felicidad, porque la necesitamos para dar más sentido a nuestros objetivos. Pero lo que la mayoría desconocemos es que alguien ya se apropió de esa intención.

Cuando se analizan los aspectos de nuestra felicidad, casi es una regla que los pensamientos se vayan a la nueva la literatura de autoayuda, a los discursos del coaching y el neo-positivismo, a las recetas que cientos de personas nos venden en videos y charlas motivacionales; del otro lado, muy pocos tapamos esa luz frontal que nos ciega y descubrimos que es un elemento en la discusión política y de las ofertas gubernamentales.

Como un acuerdo previo de este artículo: la felicidad es una suma de sensaciones positivas que fueron cosificadas y por tanto está en el nivel privado, para que pensemos que el sufrimiento es un asunto personal.

Y no me voy a detener para revisar los aspectos de “coaching” porque mi objetivo es exponer el uso político para generar simpatías emocionales en la administración de pública; diría que es llegar a la antesala del populismo y puerta de entrada a la apropiación de la libertad individual.

Parto de ciertas preguntas que están en los estudios preliminares del Marketing y la comunicación gubernamental: ¿Las políticas públicas son para generar la felicidad de los ciudadanos? además ¿Los gobiernos (nacionales/locales) tienen la obligación o deben dar felicidad a la sociedad? y la tercera para triangular: ¿Qué herramientas debe proporcionar el Estado para que los ciudadanos decidamos lo que nos da felicidad?

Mi primer punto de apoyo: “…el Estado es en sí mismo invisible e inaudible que debe hacerse ver y escuchar a cualquier precio…” Una de las argumentaciones en el libro El Estado Seductor, escrito por Regis Debray; consecuentemente tiene la necesidad de visibilizarse, de usar todos los recursos, lícitos y cuestionables, para decirle a los ciudadanos: ¡¡Existo!!

Para ello sirven las encuestas de opinión pública, para medir la satisfacción que tienen los grupos objetivos y el estado de ánimo de los ciudadanos, pero que se expone como la “aceptación y popularidad” del gobernante para, sobre eso, construir el discurso de la felicidad.

Entonces, los análisis de ese discurso es multiarístico, desde lo que parecería banal como la ropa, pasando por los gestos hasta llegar a entender la real dimensión del mensaje en su integralidad y se toman el recurso literario de la verosimilitud, para generar un lenguaje que se vuelca a la creación de un mundo feliz, de tal que se muestra discursivamente el camino a la felicidad, que pueda ser vivido y recorrido por el ciudadano en general.

Por tanto, percibo que el entramado de la política, lo político y la felicidad está relacionado con la comunicación social. ¿Cómo se lo aplica en las altas esferas gubernamentales para crear imaginarios sociales y personales? 

Para seguir me apoyo en lo expresado por Mateo Aguado en “Sobre felicidad, política y desarrollo” pues “… sería lógico pensar, entonces, que el objetivo último de la economía y de la política de cualquier país decente debería ser el trabajar en pro de la felicidad de sus habitantes… Para cualquier gobierno que se considere a sí mismo íntegro y honesto, preocuparse por su pueblo debería ser sinónimo de comprometerse por la felicidad de su gente.”

Pero ¡¡Oh!! Sorpresa: “El impulso autoritario ilustrado en nuestra historia busca imponer una versión particular de la felicidad en una gran variedad de personas. No tiene en cuenta el hecho de que la felicidad significa cosas diferentes para diferentes personas.” (Renew Democracy Initiative - rdi.org)

Y claro, los gobernantes en su inmensa sabiduría, deciden que el objetivo de su trabajo es dar felicidad pero que, al ser complicado lograrlo, recurren a estrategias para evitar el dolor en los problemas que tenemos los ciudadanos y, al mismo tiempo, les sirve de escudo para la algofia que padecen.

¡¡Eureka!! La fórmula es muy simple e imagino una disposición en las reuniones ministeriales: de ahora en adelante, todo lo que hagamos como gobierno será para expulsar el dolor de los ciudadanos y así no interrumpimos la comunicación que nos permite ser visibles y amados. 

Por tanto, a través de la comunicación institucional, se edifica una sociedad sin verdades que puedan causar sufrimiento y, si eso ocurre, explicar detalladamente quién fue el culpable. 

Pues bien, el poder político gubernamental tiene una punta de lanza impresionante: la fuerza mediática instaurada en las redes sociales virtuales, que supera a los medios de comunicación que hacen periodismo on line y off line, hasta el punto de expatriar a quien causa dolor social por publicar las verdades de la gestión pública.

Entonces, cuando las autoridades nos hacen creer que trabajan para hacernos felices, lo que en realidad están intentado es imponernos su visión de felicidad y eso es, desde cualquier punto de vista, una manera de quitarnos la libertad de decidir sobre nosotros mismos.

Amable lector ¿Se ha puesto a pensar en las herramientas que necesita para construir en libertad su propia felicidad sin influencia del poder mediático o si alguien de su entorno le impone lo que a Usted le debe hacer feliz?

Publicado originalmente en La Verdad 
Edición No. 396 de julio - 2021

22 de julio de 2021

Burócratas en el paredón ¿culpables o inocentes?

En algún momento alguien nos hizo creer que la burocracia era unos de los grandes males nacionales en Ecuador, pero pocos hemos reflexionado sobre el proceso de administración de los recursos públicos, así como la gestión de personal y de relaciones laborales.

Un día se pusieron de moda las muy cacareadas “reingeniería de personal” en que los procesos bien podrían definirse como altamente técnicos y totalmente inhumanos. Empezamos a odiar a los burócratas y al mismo tiempo les exigimos una mayor responsabilidad.

Vamos, entonces, en un breve recorrido por esta forma de trabajo que lleva un estigma sobre sus hombros y que, en el marco de las actuales circunstancias, la sociedad ha creado mitos políticos convertidos en políticas públicas.

Y un primer punto de análisis esta en conocer cuál es la magnitud de este panorama altamente complejo, cito pocos ejemplos: el Gobierno de Ecuador debe administrar cerca de 32’000.000.000 dólares en un año (32 mil millones), está en la obligación de mantener operativos y regularizados cerca de 16.000 vehículos y maquinaria pesada, así como miles y miles de equipos tecnológicos, también custodiar cientos de edificios y otras infraestructuras estratégicas.

Se complica más el asunto por la obligación legal de la tramitología en unos casos necesaria y en otras incomprensible; por la dispersión y atomización de los recursos en todo el territorio nacional y en otros países donde están las distintas delegaciones diplomáticas y comerciales.

Segundo punto: definición. “El término burocracia es esencial en el estudio de la Administración pública. Se trata de un concepto polémico y nada pacífico que posee dos significados totalmente contrapuestos.” Lo asegura Carles Ramió en el portal administracionpublica.com.

A un lado el “sentido positivo vinculado a lograr la neutralidad, eficacia y eficiencia de las instituciones públicas que es atribuible a Max Weber. Por otra parte, una visión negativa y con connotaciones peyorativas tanto anteriores como posteriores a las aportaciones de Weber.” Y Ramio suma una cualificación: “Los inicios de este concepto tienen una connotación negativa tanto a nivel intelectual como popular”

Tras este planteamiento existe todo un mundo de análisis de insignes pensadores, por lo que para avanzar es necesario cruzar el puente entre lo teórico y la práctica diaria, de quienes de una u otra manera debemos convivir con los burócratas, bien sea por asuntos laborales, tramitológicos o familiares (casi todos tenemos un pariente cercano que está en ese mundo).

Otro planteamiento es el de David F. Camargo Hernández en su publicación “Funcionarios públicos: evolución y prospectiva” y la voy a usar causalmente en este comentario: “Por burocracia se entiende un sistema de gestión y administración racionalizado y de máxima eficiencia técnica.”

Por lo tanto, al mencionar sistema lo puedo estratificar en quienes toman las decisiones, en el personal que hace fluir la tramitología y aquellos que están en la parte operativa, bajo una perspectiva política cambiante y de gestión permanente; concluye en una instancia que en la administración pública no todos son burócratas.

Son operativos los choferes y comunicadores, los médicos y enfermeras, los profesores y guardias, los barrenderos y los inspectores, los albañiles y mecánicos, los conserjes y encargados de mantenimiento tecnológico, personal de ventanillas y atención a los ciudadanos, militares y policías, bomberos; son aquellos que (suena feo decirlo, pero necesario) simplemente cumplen órdenes.

Muy pocos trámites se cumplirían sin el trabajo de secretarias, planificadores, auditores, asistentes administrativos, contadores, asesores, jefes departamentales, abogados…  

Y están los burócratas de las instancias de quienes toman decisiones políticas: desde los presidentes de las cinco funciones del Estado, ministros y cargos de libre remoción, alcaldes y prefectos, presidentes de las juntas parroquiales, gerentes de las empresas públicas. Llegan a sus cargos por la tiranía del voto, una cuota de poder bien de manera ética o bien por una práctica de “favores políticos”.

Pero es necesario ir hasta una parte de la historia del Ecuador en cuanto a estudios de la burocracia y una es la que narra Cecilia Durán C. en su libro “Irrupción del sector burócrata en el Estado ecuatoriano: 1925 – 1944” con el que deja sentadas las bases de otro modelo de contratación de funcionarios, más de la perspectiva de compaginación ideológica que por características profesionales. Un mal que al parecer se ha heredado a través de la sucesión presidencial y de cambios en los gobiernos locales.

Hago un alto para una reflexión. Por tanto, desde la doctrina moral del utilitarismo, así como desde el sistema filosófico del objetivismo, me pregunto ¿Para qué sirve la burocracia?

Mi primera respuesta viene de Mateo Melgarejo, aquel mítico personaje interpretado por Cantinflas en la película “El ministro y yo”, cuando en una de las escenas lanza su discurso; para este caso es indispensable transcribir una parte:

“Sí señor, ustedes, tienen un concepto muy equivocado de lo que es la burocracia. Saben de donde proviene esa palabrita, buro del francés bureau, que en español quiere decir, escritorio y cracia del griego cratos que significa, poder. En otras palabras, es decir, ustedes, ejercen el poder desde los escritorios.”

“Pero no toda la culpa es de ustedes, no, si ustedes son buenas gentes. La culpa más bien es de sus superiores, de jefes como Usted y de muchos como Usted que son aves de paso, que no han sabido inculcar en los empleados públicos, el verdadero sentido de la burocracia y la responsabilidad que ésta encierra, porque las fallas en la administración frenan el desarrollo, el progreso, la democracia.” 

“¿Saben lo que es la democracia? el poder del pueblo por el pueblo y aunque ustedes también son pueblo, se olvidan de los que están ahí afuera, de los que esperan, de los que hacen cola como éstos, que también son pueblo; y que ellos dependen de ustedes, pero ustedes también dependen de ellos, porque ellos al pagar sus impuestos, sus contribuciones, están pagando los sueldos de todos ustedes. Sus vacaciones, sus servicios médicos y sus jubilaciones. En otras palabras, todos necesitamos de todos.”

Mi segunda respuesta está en lo que es mi vida diaria personal, cuando reviso las obligaciones para con mi vehículo, con los daños de casa, con el hacer cálculos para que no me falte el dinero, con los daños en mi vivienda, pagar mis deudas, comprar comida, hasta lo que es la limpieza general y ahorrar para imprevistos; aunque sean actividades rutinarias me percato que necesito mucho tiempo y dar seguimiento. 

Si eso me ocurre a mí, que manejo un presupuesto mensual de aproximadamente mil dólares y con limitados bienes, sin un mega marco regulatorio, y lo extrapolo a la administración pública con miles de vehículos, de computadoras, de trabajadores con relación de dependencia directa y ciento de millones de dólares de presupuesto, veo a decenas de personas trabajando en escritorios registrando cada uno de los movimientos de esos recursos físicos, tecnológicos, financieros y de administración de personal, porque la ley así lo dispone.

También miro la inmensurable cantidad de problemas que se generan en la prestación de servicios públicos, que exigen a la institucionalidad responder a miles de solicitudes por escrito, a reclamos verbales, a inconvenientes judiciales, a las regulaciones privadas, a las reacciones del control ciudadano, a la elaboración de informes sobre solución de inconvenientes, a la transparencia de la gestión… que no todo se cumpla es pauta para entrar en el campo de la corrupción.

La gestión pública se convirtió en sinónimo de ilegalidades, lo que abona a que el rechazo social a los funcionarios de todo nivel sea casi un juzgamiento para que desaparezca la base de la institucionalidad con la consigna de “súper obeso e inútil tamaño del Estado”, confundiendo Estado con Gobierno. 

Añado a este conjunto de pre-juicios sociales la expresión “sueldos dorados” y el valor en el mercado de los servicios que prestan los profesionales en cada una de las ramas profesionales, artesanales y del nivel de responsabilidades en el sector privado. Los funcionarios no son patriotas.

Pero este mundo ideal se rompe cuando irrumpe el crimen organizado, el narco, las insanas ambiciones en muchos de los burócratas y las propias fallas de un sistema ideado por humanos imperfectos apoyados por la inhumana tecnología; claro, también por el usufructo inmoral del mal llamado poder político.

E irremediablemente me viene a la memoria la realidad humana de la pelea moral entre el bien y el mal, con la ilustración que nos hace Oscar Wilde en “El retrato de Dorian Gray” con el que deja claro que en una misma persona cohabitan lo legal y lo ilegal, que la prevalencia de estos valores dependen de las ambiciones y las tendencias que tenemos hacia el crimen. 

De allí voy a la explicación más clara de este escenario la plantea Thomas J. DiLorenzo en su libro “Crimen organizado. El Estado: la verdad sin maquillaje” y en el que explica el cómo las fuerzas de los sindicatos, ONG y otras organizaciones de la sociedad civil (legales e ilegales), se convierten en extorsionadoras del gobierno y éste a su vez pasa de victima a victimario usando su inmensa capacidad propagandística para levantar cortinas de humo ante los graves problemas de corrupción.

También de la literatura traigo otro punto de análisis: 

“No me gustan los delincuentes que quebrantan las leyes –dije.

- ¿De qué otra clase puede haberlos?

- De los que hacen las leyes.

(Tomado de la novela “Gris de campaña” de Philip Kerr, que narra el trabajo del detective privado Bernhard "Bernie" Gunther)

Y así puede irse destrabando los nudos que existen en la evaluación de la burocracia y de cada uno podríamos hilvanar fino sobre la utilidad del trabajo de los funcionarios, lo cual nos llevaría a un interminable número de párrafos; pero en este punto se hace necesario dejar expuestas mis conclusiones y lo hago de una manera poco convencional:

1. ¿Cuál es el tamaño óptimo de la burocracia en cada una de las instituciones para que la administración de los bienes públicos sea eficiente?

2. ¿En qué momento el honrado funcionario se convierte en un delincuente o ya llega así al servicio público?

3. ¿Cómo podemos saber a ciencia cierta si es que desde la legislación se está abonando a la voluminosidad ineficiente de la burocracia en el sector público?

4. ¿Pueden los gobernantes cumplir con sus responsabilidades sin el apoyo de funcionarios de escritorio?

5. ¿Del total de funcionarios que tiene toda la institucionalidad cuáles son funcionarios útiles? ¿Cuáles tiene la cualidad de parásitos, cuáles también prestan servicios al crimen organizado?

6. ¿Existen cambios de personalidad cuando se es contratado por un gobierno?

7. ¿Cómo evidenciar a los burócratas que moral, legal y éticamente se mantiene limpios en la administración de los bienes y recursos públicos?

Y quedan pendientes las preguntas 8 y 9 relacionadas con la psiquis de los burócratas ante los estigmas sociales y el dilema moral en su trabajo cuando es invisible testigo de la corrupción.

Publicado originalmente en la 
edición impresa de "La Verdad"
No. 395 - junio de 2021

Otros artículos y ensayos publicados por el autor puede leer en "Sostiene Zavala Ra"







29 de junio de 2021

En lo privado también es importante la transparencia

Publicado originalmente en La Vardad
Edición No. 394 de mayo del 2021
Autor: Raúl Zavala Mosquera
Título original: Asuntos Públicos y transparencia

Seguimos en una espiral que nos lleva a seguir desconfiando del accionar en el sector público, en cada una de las funciones del Estado y en cada uno de los niveles de gobierno. Muchos casos sin resolver y en otros aún en investigaciones. La incredulidad ciudadana prevalece.

Por lo poco que se conoce públicamente, separando la paja del trigo, es poco lo que se hace para arrinconar a los ilícitos contratos en la ejecución de las obras públicas y la prestación de servicios privados a la institucionalidad estatal. 


Con este antecedente es conveniente incorporar en este panorama a los actores no-estatales del escenario público, tales como corporaciones empresariales, sector bancario, universidades, ONG´s de distintas índoles, sindicatos, cámaras y otras asociaciones de la sociedad civil, que ejercen un impacto en las instituciones y en las políticas públicas.

Abro el telón, entonces, para dar paso a otras actividades que se cumplen para la generación de políticas públicas y la elaboración de proyectos: el lobby, la gestión de la influencia y los asuntos públicos. Ninguna de estas herramientas lícitas en las relaciones público – privadas son transparentes, a lo sumo se difunde un boletín de prensa con la respectiva foto con personajes sonrientes.

Tal vez el crimen organizado y el narcotráfico apelan a estas gestiones, un tema que por ahora es mejor dejarlo en el tintero.

Una primera conclusión: los actores no-gubernamentales tienen un rol crucial en la lucha contra la corrupción, pero que no se evidencia con claridad en la práctica. ¿Trabajamos en la prevención de conflictos de intereses?

Revisemos un ejemplo. El caso Odebrecht lo hemos visto únicamente desde la esfera de lo público, pero casi nada sabemos sobre sus prácticas insanas que condujeron a uno de los grandes escándalos de corrupción en todo el continente americano. 

Con las noticias de esta era, también otra muestra, viene preguntarnos el tipo de gestiones privadas que han realizado las farmacéuticas para abastecer al sistema de salud público. ¿Qué tipo de lobby hacen y que estructura tienen para “Asuntos Públicos” para emprender negocios con el Ministerio de Salud Pública de Ecuador?

Para entender la magnitud del negocio. En el estudio publicado por ICEX España, se asegura que “… para el 2020, se asignaron 3.888 millones de dólares para el sector salud, lo que supone aproximadamente el 12% del Presupuesto General del Estado.”

Según ese documento gubernamental, “El sector se divide en tres grandes grupos: medicamentos, productos de protección personal y equipos médicos y suministros médicos. De ellos, el que tiene un mayor peso sobre la economía ecuatoriana es el mercado farmacéutico, que obtuvo unas ventas de 1.571 millones de dólares en 2019, lo que significó un incremento del 7,8% con respecto a 2018. Se estima que este mercado siga aumentando en esta misma proporción, con una tasa de crecimiento anual alrededor de 7,5% durante el periodo 2018-2023, con la que se proyectan unas ventas de 2.097 millones para el año 2023.”

A esto sumamos las grandes redes de farmacias privadas que también están en este gran mercado para abarcar a los casi 17 millones de personas que constantemente necesitan comprar medicinas y otros insumos médicos.

Además, si empezamos a desglosar, tendríamos cifras bastantes altas destinadas al equipamiento, a la alimentación de pacientes, al mantenimiento de instalaciones en todo el territorio nacional. A eso sumemos los presupuestos del IESS, ISFFA, ISSPOL y Solca.

Luego de estos ejemplos vale aclarar.  En esta época, las empresas y organizaciones privadas políticamente fuertes asignan mucho más tiempo y dinero para el lobby ante funcionarios en temas como el comercio, los tipos de interés, los impuestos, la transportación, la seguridad, la vivienda, la puesta en marcha de grandes proyectos y otros asuntos relacionados con la demanda ciudadana.

Pero estos grupos tienen la preocupación constante por tener buenas relaciones con la sociedad civil, por lo que también gastan mucho dinero en acciones de apoyo de manera directa o a través de terceros. 

Aunque pensamos en Relaciones Públicas, el tema pasa también por “Asuntos Públicos”, que es la división u oficina privada que ejecuta acciones dirigidas hacia la gestión pública, para la adecuación del marco legal en concordancia con sus fines económicos, gremiales o empresariales.

David Córdova, consultor de asuntos públicos, explica que “el nuevo management es consciente que dada la influencia que las decisiones políticas y regulatorias tienen sobre el valor de su negocio, establecen relaciones estables, se anticipan ante los potenciales cambios jurídicos, participan en los canales de participación que se abren en los procesos de decisión pública y fijan posicionamientos sobre políticas que les afecta.”

Aunque esta intervención es, reitero, lícita, el problema se presenta cuando no existe la transparencia necesaria y estas negociaciones de actores de la política pública se convierte en reuniones para la extorsión, el soborno o el contubernio, que muy pocas veces sale a luz pública.

Un panorama similar se vive en los consejos provinciales, municipalidades y juntas parroquiales.

Los grandes negocios públicos ilícitos son cada vez complejos de ser detectados por la Fiscalía y puedan ser llevados hasta las cortes; lo mismo ocurre en el Legislativo cuando se debate una ley en las comisiones y luego pasa al plenario, tampoco se conoce mucho lo que ocurre con el lobby en la instancia del veto presidencial.

Los comentarios sobre las ilegales negociaciones, en cambio, sí están en el debate público, en las conversaciones de los corredores y una mínima parte se puede publicar en los medios de comunicación social. Aquí es donde empiezan a trabajar las marcas para minimizar los impactos en la credibilidad empresarial, las Relaciones Públicas inician campañas y los funcionarios desaparecen de la escena.

Nos queda entonces un camino para evitar que los recursos del erario nacional se despilfarren: localizar y dar seguimiento a los beneficiarios directos de las leyes y de los contratos, porque en el sector privado también es importante la transparencia de sus Asuntos Públicos.






El humor político, complejo sistema de crítica

Desde que se tiene recuerdos históricos de la humanidad, el humor político ha pasado por un sinnúmero de etapas, que ha provocado la ira de los gobernantes pero también la diversión social y la reflexión ciudadana.

Sin embargo, en mis análisis me fui hacia el lado de la oferta, es decir hacia quienes tiene el trabajo de divertir a las personas, a los humoristas, por lo que tuve una nueva oportunidad de entrevistar a Daniel Machado; el vídeo lo había guardado como archivo de mis estudios, per luego decidí ponerlo sobre el debate público.


Con las nuevas TIC y redes sociales virtuales así como de mensajería instantánea, esta forma de crítica ha tomado otras características, con iguales consecuencias que desde sus inicios. 

Se pregunta la investigadora periodística Ana Maria Acosta-Marín ¿Es el humor político un discurso que fomenta el control democrático de la gestión pública a través de la discusión y opinión? Sus respuestas van desde un análisis en el marco de la politología y sociología, para concluir en que es discurso para fomentar control democrático.

En esta conversación, Daniel cuenta algunos entretelones de los riesgos de hacer humor político, pero también comenta la parte de prepararse para que este tipo de expresividad artística no caiga en lo burdo, lo grotesco e insultante.

A consideración esta amena plática:


La primera entrevista que hice a Daniel, fue publicada en La Verdad bajo el título de "El humor sapiens de El Jack" 

¿Tu trabajo es solo hacer reír a la gente o también reflexionar?

Bueno a mi encanta ambas, porque siento la necesidad de comunicar algo que sale del corazón o algo que tú piensas que puede tener algo de valor para alguien. Cuando estamos en el escenario tenemos un poder que no nos damos cuenta, que es el poder de la palabra, el poder de la atención de la gente, entonces una vez que tienes esa “arma” que viene a ser el micrófono que puedes usarlo para –podría sonar trillado- cumplir los sueños, de no abandonar ese niño que vive dentro de nosotros, que a veces en la inmediatez vivimos al apuro y siempre pensando en el siguiente paso. SEGUIR LEYENDO...

8 de mayo de 2021

Los desastres del desastre - crónica del post terremoto

Publicado originalmente en La Verdad, edición abril del 2021 No. 393

Para unos fue segundos y para otros una eternidad. Cientos y miles de páginas podrían escribirse sobre lo que ocurrió desde 16 de abril de 2016 a las 18H58 hasta este primer trimestre del 2021, con historias de tragedias, inoperancias, destrucción, sobrevivientes, heroísmo, sacrificio, mentiras y propaganda.


El impacto del terremoto en Ecuador fue devastador y no únicamente por las casi 7.000 víctimas registradas por el Gobierno o los 80.000 desplazados, tampoco por los 676.5 millones de dólares en pérdidas materiales en el sector productivo que bien pudieron alcanzar los 1.032 millones, además del colapso de las infraestructuras públicas.

El desastre merece ser escrito desde la falta de preparación a pesar que estuvo previsto, las falencias gubernamentales para reaccionar y los misterios que existen alrededor del Comité de Reconstrucción y Reactivación Productiva, creado como instancia tanto articuladora de los esfuerzos como de los recursos disponibles para “regresar a la normalidad”.

Pero si de instituciones se trata, uno de los capítulos que aún no están relatados es el de la evaluación del trabajo de prevención, mitigación, reparación, alerta y respuesta del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias. Se encontraba como titular de ese organismo el vicealmirante (SP) Luis Jaramillo Arias.

El caótico escenario post 16-A no pudo ser solventado por la descoordinación institucional, a tal punto que 10 días después de los sismos, el entonces Presidente de la República Rafael Correa se vio en necesidad de crear un mando unificado y encargó al Ministerio de Defensa la gestión de la crisis, movilizó a la totalidad de las Fuerzas Armadas a las zonas afectadas para hacerse cargo de la seguridad, para continuar con los trabajos de rescate y poner orden en los albergues.

Recordemos nombres: ministro de Defensa Nacional Ricardo Patiño, ministro Coordinador de Seguridad César Navas y secretario de Gestión de Riesgos Luis Jaramillo.

Y otro dato fundamental: en cada área del desastre se designó a un coordinador: el vicepresidente Jorge Glas en Manta, el secretario del Agua Carlos Bernal en Portoviejo, el ministro del Interior José Serrano en Pedernales y la secretaria de la Gestión de la Política Paola Pabón en Jama y Canoa.

Puedo asegurar que el desastre empezaba a fraguarse en medio del dolor, la incertidumbre y el desconcierto institucional y más cuando Luis Jaramillo anunció la noche del lunes 2 de mayo de 2016 que renunciaba a su cargo, en momentos en que las noticias daban cuenta que la remoción de escombros podría estar originando más muertos.

¿Quién es Carlos Bernal?

En su reemplazo se designa a Susana Dueñas de la Torre, quien hasta el momento fungía como Gobernadora de Manabí y del análisis de su hoja de vida a esa época, se desprende que no tenía experiencia de ningún tipo en Gestión de Riesgos y peor manejo de crisis en desastres.

Nunca hubo un informe oficial sobre la violación los protocolos internacionales para casos de terremoto a pesar de los testimonios de los “Cascos Blancos” y los “topos” mexicanos. Tampoco se han hecho públicos los antecedentes sobre las extrañas situaciones en que muchos funcionarios actuaron más como promotores propagandísticos del Gobierno que como gestionadores de la ayuda humanitaria.

Y más capítulos no escritos podrían ser parte de un mega expediente sobre lo ocurrido en cada operación de rescate, de evacuación, de abastecimiento, de los saqueos, de las víctimas que murieron semanas después y de las personas mutiladas.

Pues bien, pasado el tiempo había que planificar la recuperación del golpe y se creyó que las palabras “reconstrucción” y “reactivación” eran las palabras más adecuadas, pero el tiempo demostró que fue otra equivocación. En todo caso, aparece en escena otra instancia gubernamental: la Secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo – Senplades. 

El capítulo lo protagoniza Sandra Naranjo, cuando el 1 de junio del 2016 asegura que se requerirán USD 3.344 millones de dólares para reconstruir las zonas afectadas por el terremoto y de este total, 2.253 millones serían asumidos por el sector público y 1.091 millones por el privado; además, que se habían perdido 21.823 puestos de trabajo. 

Según la información oficial este proceso de evaluación estuvo a cargo de especialistas de Senplades, el Instituto Nacional de Estadística y Censos y los equipos técnicos de los distintos ministerios; no hay nombres de quienes conformaron ese equipo de trabajo. También se asegura que una misión multidisciplinaria de más de 45 expertos del sistema de la Organización de Naciones Unidas liderados por el equipo técnico de CEPAL, acompañó este proceso. ¿Dónde estarán esas memorias de las reuniones?

En todo caso, el asunto del financiamiento para la reconstrucción y reactivación productiva, lo que se podría decir que se abrió otra puerta para un entramado de misterios en la gestión pública en todos los niveles de gobierno para el uso de 2.253 millones de dólares: 1.000 millones por la Ley de Solidaridad y 660 millones por líneas del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y de la CAF; además, del Fondo Monetario Internacional se obtendrían otros 400 millones y del Presupuesto General del Estado unos 193 millones. 

A la par del trabajo de cientos de voluntarios, de militares, policías y bomberos, para reestablecer el orden, la propaganda gubernamental empezaba a gestar una campaña informativa para intentar demostrar que “ya todo estaba bajo control”. Otro caso de estudio especial en la comunicación social.

Entonces, llegó la hora de empezar a recaudar dinero. 12 de mayo de 2016: la Función Legislativa aprobó la Ley de Solidaridad y Corresponsabilidad Ciudadana para obtener liquidez, contemplaba un alza temporal de impuestos, la venta de activos productivos gubernamentales que incluía una central hidroeléctrica, un banco y medios de comunicación, un día de sueldo de los funcionarios, fijaba un impuesto al patrimonio personal que supere un millón de dólares y otro de un 3 por ciento a la utilidad de las empresas por única vez. 

Estaba como presidenta de la Asamblea Nacional Gabriela Rivadeneira y los registros datan que existía una mayoría gobiernista en que finalmente impuso el proyecto presidencial a pesar de las objeciones de asambleístas que expusieron sus desacuerdos por la falta de análisis de impactos financieros. Otra larga historia sin evaluar, aún.

Siguiente actor en escena: Leonardo Orlando. EL Servicio de Rentas Internas fue el encargado de recaudar los tributos establecidos en la ley y el mencionado funcionario tenía el cargo de Director General del SRI.

Un año después se informa se habían recaudado más 1.555 millones de dólares, logró que implicó un gran despliegue de funcionarios por todo el territorio nacional y un sistema de control al detalle que también permitió obtener 11 millones extras por multas. Estas y otras contribuciones habrían alcanzado los 3.000 millones de dólares. Un valor que merece otro extenso capítulo explicativo.

Portoviejo: calle Pedro Gual y García Moreno.

Lo cierto es que los recursos recaudados por la Ley Solidaria no se incluyeron en la auditoría que realizó la Contraloría, sobre las acciones realizadas durante los tres meses que duró la etapa de emergencia del terremoto y examinó el uso de 45,59 millones de dólares que transfirió el Ministerio de Finanzas a otras seis carteras de Estado, entre el 16 de abril y el 21 de julio del 2016. Amables lectores, esta es otra novela de misterio.

Voy a dar un salto hacia el organismo que lo considero más oscuro que contribuyó al desastre. Con Decreto Ejecutivo 1.004 del 26 de abril del 2016, emitido por el Presidente Rafael Correa, se dispuso la creación del Comité de Reconstrucción y Reactivación Productiva del Empleo en las zonas azotadas por el terremoto, con él apareció la Secretaria de este comité y el primer funcionario que estuvo a cargo fue: Carlos Bernal; como presidente fue nombrado el vicepresidente de esa época Jorge Glas.

En esta narrativa post terremoto y origen del desastre, bien podría tenerse un acápite especial para detallar le perfil de ese funcionario tanto desde el ejercicio de su cargo como del inmenso poder político que adquirió durante su trabajo, quien además, durante el proceso electoral del 2017 cumplió, al mismo tiempo, las funciones de Gerente de la campaña electoral de Alianza PAIS, distrito sur de Manabí.

Lo cierto es que la tarde del viernes 12 de enero de 2018, el rumor circuló con velocidad pero solo eso, pasadas las 19h30 se hizo oficial: Carlos Bernal Alvarado ya no era el Secretario del comité de la reconstrucción. ¿Por qué renunció? No se conoce con certeza, pero se cree que fue por una disputa con el Ministro de Finanzas, también existe la presunción que habría estado motivado por las investigaciones de la Fiscalía a sus cuentas bancarias y de su esposa, en las que se habrían detectado valores no justificados.

La sorpresa también pudo ser para los 11 asambleístas de Manabí, dos nacionales y nueve provinciales, uno de ellos Daniel Mendoza, que durante la campaña juraron ante “su” pueblo que fiscalizarían las gestiones y recursos de la reconstrucción; de lo que se sabe y difundió apenas llegaron a la instancia de pedir información. 

Llegó y se fue Vicente Véliz, rector de la Universidad Técnica de Manabí. Apareció y se hizo cargo de la presidencia de esa Secretaría María Alejandra Vicuña en su calidad de Vicepresidenta de la República y en una de sus declaraciones aseguró: “Se cometieron barbaridades en los contratos de la reconstrucción” y de allí nada más. Públicamente nunca se conocieron las acciones para transparentar “esas barbaridades”.

Se presume que María Alejandra Vicuña se llevó muchos secretos del uso de los recursos financieros destinados solventar las secuelas del terremoto y abono a la profundización del desastre.

También fue parte de esa escena el responsable de dar seguimiento al pedido de auditorías a la Contraloría: el secretario José Herrera, quien además en esa época fue Director Provincial de Alianza PAIS de Manabí; el viernes 29 de marzo de 2019 pasadas las 18h00 se conoció sorpresiva y oficialmente que el funcionario había renunciado a su cargo. Se desconoce si hubo o no un informe final de su gestión y los trabajos pendientes.

El turno es para José Agusto Briones y Guillermo Sierra Béjar, en un debut y despedida. Se dio paso para que la excandidata a la alcaldía de Chone por Alianza PAIS Elizabeth Molina Álvarez ocupase el puesto de Presidenta del Comité y con ella a Marilin Veintimilla Chávez como Secretaria Técnica.

El sábado 9 de mayo de 2020 se deroga el Decreto Ejecutivo 1004, con la que se creó el Comité y la Secretaría Técnica para la Reconstrucción y Reactivación Productiva, y se le retiran las funciones de presidenta del Comité a Elizabeth Molina. Tampoco existe una evaluación de su gestión para transparentar el uso de los recursos. 

La otra novedad es que hasta ahora se desconoce el lugar en que se encuentran los archivos de esta instancia, los informes, las actas, de la fiscalización, de los gastos administrativos y otros tantos documentos que son parte de la historia de Manabí y el Ecuador. Personalmente solicité a Elizabeth Molina que me mostrase los archivos y me supo decir que eran documentos reservados. 

Para redondear este listado de nombres que aportaron al desastre y que bien podrían quedar para otro extenso capítulo: Mariano Zambrano y Agustín Casanova, como miembros del Comité.

Pero conozco a una persona que tiene claro el panorama del desastre de la reconstrucción: Francisco Bravo, quien también merece un capítulo para aclarar algunos de los acontecimientos por la gran cantidad de datos que ha logrado recabar.

Quisiera poner punto final a este corto relato, pero no es lo adecuado; existen misterios, tramas, secretos, investigaciones y auditorias en curso, reclamos ciudadanos, hasta confabulaciones políticas que ahondaron este desastre de la reconstrucción. 

Edición impresa de la crónica





Otras crónicas sobre el terremoto del 2016 en Manabí las puede leer en: vozdeportoviejo.com

6 de mayo de 2021

Manuel J. Calle, un gran periodista muerto

En mi biblioteca personal existe un viejo libro titulado "Biografías y semblanzas" cuyo autor es Manuel J. Calle, impreso en 1921, y en el cual está un breve ensayo de Gonzalo Zaldumbide que describe al insigne periodista ecuatoriano. He transcrito dicho texto, respetando la gramática de aquella época, pero me he tomado la licencia de separar los párrafos para hacer más dinámica la lectura.

Fotografía tomada del libro "Biografías y semblanzas"

Un gran periodista muerto 

El último correo del Ecuador ha traído noticia de la muerte de Manuel J. Calle, uno de los mayores, si no el primer periodista latino-americano. Fué el tipo acabado del género. No a la yanqui, en el sentido de la habilidad y la prontitud ara la caza a la actualidad volandera, de la perspicacia en acecho de novedades, de la malicia para descubrir, o inventar hechos sensacionales…… sino a la francesa, por el arte ingénito del comentario, que vivifica, realza, transfigura lo cotidiano y corriente. –La interpretación original y lúcida, la deducción imprevista y justa, la gracia, la malicia en desentrañar la intención recóndita, son su manera de suscitar el interés más vivo por el hecho común y opaco, la idea simple y vulgar, o el personaje uno de tantos. 

Su prodigiosa fecundidad y su don de vida, por sí solos, dieron abasto, durante años de años, a la infatigable curiosidad de un público a quien comunicó su gusto, a veces despiadado, de ver claro bajo los disfraces. Brotaban de su pluma, con abundancia de fuente sempiterna, esas sus Charlas inagotables, siempre interesantes, ágiles y límpidas sobre temas que bajo otra pluma habrían revelado sólo su pequeñez árida e ingrata. Brotaban sin esfuerzo, sobre todo sin el esfuerzo de agradar. Cuando úno comenzaba a leerlas, había de seguirlas hasta el fin, sin darse cuenta de este arte innato, espontáneo e indefinible como la gracia y la simpatía, que no residen en cosa alguna fija y lo impregnan todo de su atractivo en este caso a menudo cruel, diabólico, y casi siempre burlón, pungente.

Bajo las travesuras y las impertinencias más inquietantes adivinábase sin embargo una malicia sin baja perversidad en la suspicacia, una reacción involuntaria y casi inopinada de su natural vibrante, incoercible y como azogado al contacto de las primeras impresiones. Singularísimo por sus defectos casi tanto como por sus cualidades, en cualquier parte habría podido imponerse sin más que su pluma ágil y certera, como sin más que ella y a pesar de tanta cosa en contra, se impuso en el Ecuador. Muere sin embargo casi totalmente desconocido del resto de América. Faltóle erguirse sobre el pedestal que presta un gran país a sus hombres, aún de menor talla; faltóle una tribuna de universal resonancia. Su país, pequeño, le contuvo dentro de sus límites, le cobijó con sus horizontes encapotados. 

Y él se compenetró tan íntima, tan exclusiva, tan irrevocable con las cosas de su país, que de esta misma limitación sacó su fuerza sobre él. Llegó allí a una verdadera dictadura de la opinión. La mayoría de indóciles y descontentos esperaba de él cada mañana el evangelio de un hombre de poca fé de inteligencia terrible. Pesimista regocijado e infeliz, critico alegre y feroz aunque sin maldad, a pesar de las apariencias y los rencores parciales, enseñaba a pensar y sentir a la inmensa multitud de curiosos y de malignos sutiles que gustaban de su risa iconoclasta. Se embriagaba cada mañana con la irrestricta voluptuosidad de decir toda su verdad, sin trabas ni reparos. Verdad fragmentaria, arbitraria, contradictoria o incoherente, pero sincera y desnuda hasta la insolencia y hasta el cinismo.

¡Prodigiosa cantidad de desdén, la que este hombrecillo feo y escuchimizado derramó sobre hombres y cosas! Y de un matiz especial. No es el sarcasmo a lo Larra; no es la amargura helante de un hipocondríaco, de un insociable a lo Swift. Tampoco es la paradoja, ni los retruécanos a la francesa, ni menos la gaya ironía que procede por alusiones y envuelve en velos sutiles el pensamiento real. Y si tuvo como Scarrón el genio de lo burlesco, –y si como él, afeado por miserias físicas, no perdió nunca su buen humor, –no usó el procedimiento de la parodia ni exageró tipos o caracteres. Su burla es directa y concreta, sin laboriosas transposiciones. 

Nadie como él para el argumento ad-hominem. Es la mofa, la befa castiza, a la manera española, o la usada en la familiaridad de los corrillos maleantes al comentarlos chismes del vecindario. Pero sabía, como Courrier, hacer del comentario al hecho menudo y perdido, un arma contra gobierno, contra tendencias, contra sistemas, contra fantasías. Diógenes je-m' -en- fichiste, que sólo pedía en el mundo la libertad de soltar la lengua en sus incontenibles Charlas, salía de su tonel más bien con palo de ciego que con inútil linterna. Mantuvo en alarma perenne, no sólo a los hombres públicos, sino a cuantos, conocidos o desconocidos, asomaban a la faz de la hora por cualquier motivo. 

Para este Diablo Cojuelo, no hubo techo que no fuese de vidrio. Parece haber aprendido, no sólo su lengua je, castizo, exacto, seguro, sino también y más principalmente, su filosofía de la vida, su conocimiento de hombres, en la novela picaresca. Su visión del mundo es la que se desprende del Gil Blas, –que no cree ni siquiera en la sinceridad del vicio, menos en la grandeza o fatalidad del mal. Su desdén no tiene ni sombra de la melancolía de Don Quijote. Este realista menosprecia casi por igual la mediocridad del bien como la del mal. Y sin quererlo su risa nos empequeñece adrede, nos entristece. Y es sin remedio. Porque su alegría ni siquiera es trágica como la risa del desesperado!

¿Volvió alguna vez la vista sobre sí mismo, hasta su fondo anárquico y despectivo? Cuando habló de sí, casi siempre fué en son de burla. Alguna vez, sin embargo, la burla que comenzaba por sí o que lo envolvía siempre, implícitamente, en sus giros, cedía el paso a alguna miseria íntima y recóndita, se convertía en confidencia patética. Pero en seguida volvía, haciendo una pirueta trágica, un cínico salto mortal, al escepticismo nihilista y universal, subconsciente. 

Como quiera que se le juzgue, fué extraordinario. Y es casi desconcertante como producto del medio. Nació, creció, en Cuenca del Azuay, ciudad que medita sóla en un rincón de los Andes, con centrando en su aislamiento meditativo la fuerza de sus tradiciones, la devota reverencia de las prácticas de su credo, la poesía del culto y el respeto de la sociedad. Por natural y simple espíritu de contradicción, más bien que con el objeto de plantear su caso a un hipotético Taine del futuro, este de moledor implacable y regocijado, este feroz comecura, aprendió allí lo contrario de lo que se le enseñaba. 

Sólo aprendió a derechas, con gusto temprano y durable, sus humanidades: formó allí la base inamovible de su cultura clásica y remonta da en lo posible a las fuentes. Saboreaba en el texto a dulzura nativa de Virgilio, la cordial sabiduría de Horacio. Y gustó siempre de esmaltar, aún su prosa más apresurada, más afanosa y urgida por la necesidad del combate diario, con la nobleza de viejos latines que le recordaban su abolengo clásico como un segundón aventuroso se acuerda de su alcurnia en los peores momentos. 

Pero eso es todo lo que debió a su adolescencia y a su juventud estudiosa, ávida de lecturas, retenidas todas con una memoria infalible. –Del seno del catolicismo más concentrado y punzante salió armado de todas armas a pelear por las convicciones más opuestas y radicales. El triunfo de los liberales que ascendieron luego al poder le debió en parte lo poco que hubo en sus luchas de doctrinario, o de intelectual. Pero se quiso hacer de este indómito un instrumento. Y éste no tardó en volverse contra los que le quitaron en el triunfo las pocas ilusiones desinteresadas de la lucha. 

De entonces comenzó, a derecha e izquierda, a propios y paso, extraños, esos ataques imprevisibles y fulminantes. Y tras de una época de mal fué ascendiendo en independencia y autoridad, hasta convertirse en censor de la moral pública, –sin haber nunca aspirado, en su bohemia despreocupada, a creerse con el respaldo de una orgullosa hombría de bien, de una majestad hidalguesca como las de Montalvo. –Fué el continuador, familiar y desparpajado, de sus tremendas "catilinarias".

Su estilo, sin conformidad y magnifico como el de Montalvo, viene de cepa castiza. No lo enturbia ni rebota la improvisación más precipitada. Conoce su lengua a punto de hacer, cuantas veces quiere como jugando, pastiches a la manera de Montalvo, principalmente cuando le imita la prosa rabelesiana, copiosa y grasa de su humorismo. Recuerdo así haber hallado, en medio de un artículo serio acerca de la carestía de víveres, entre datos estadísticos y argumentos económicos, un elogio, entre jocoso y épico, enfático y risueño a un tiempo, y muy a lo Montalvo, del maíz y de la papa, providencia del labriego y del menestral.

Jamás tuvo tiempo ni gana de practicar, antes de dar a la imprenta, la que Swift llamaba "la repugnante tarea de releerse". Pero dentro de cincuenta años, los curiosos de lo pasado hallarán, en estas crónicas atropelladas, palpitante y viva en su incoherencia de primer brote, toda la vida de esta época.

……Si prensa del Ecuador ha perdido en él su poderosa palanca, el alma nacional no ha quedado privada de todo de un gran vocero: en treotros, su Poeta laureado vive. Si bien preservado del contacto diario de la muchedumbre, en el seguro de su misma Cuenca tradicional, grave y docta, Remigio Crespo Toral escribe, canta, medita, para lección y orgullo de los suyos. No porque de lejos no se le oiga mucho ni le preste el mundo la atención que sólo se fija en los grandes por la riqueza o el éxito, está mudo y como sin soplo, ese país de volcanes y de hombres fuertes. Triste y duro en sus cumbres arduas, muelle y sereno en sus cuencas donde la vida se remanza como en espera del porvenir, reidor, brillante e inquieto en sus riberas verdes, ese país de contrastes no dejará de sorprendernos nunca con ignoradas revelaciones de su grandeza virtual.

Paris, Diciembre de 1919.
Gonzalo Zaldumbide.

Portada del libro que reposa en mi biblioteca.

Referencia bibliográfica: Biografías y Semblanzas - Manuel J. Calle. Quito - Ecuador. Imprenta Nacional 1921. Talleres Tipográficos Nacionales 1920. Biblioteca personal de Raúl Zavala Mosquera.

Biografías: 

Manuel de Jesús Calle Pesantes (Cuenca, 1866 - Guayaquil, 1918) Periodista ecuatoriano. Muchos de sus artículos los firmó con los seudónimos de "Ernesto Mora" y "Enrique de Rastignac". En 1891 se trasladó a Guayaquil e ingresó a la redacción del Diario de Avisos, donde enseguida se lanzó a una violenta compaña contra el Progresismo. Confinado al interior de la República, se unió muy pronto a la revolución liberal guayaquileña, enrolándose en las filas del general Eloy Alfaro. En Quito fundó El Correo Nacional, La Semana Literaria, El Nuevo Régimen y La Revista de Quito. Colaboró en las mejores publicaciones de Quito y Guayaquil. En 1909, al celebrarse el Centenario del Primer Grito de Independencia de América, fue galardonado con "La Pluma de Oro" - Tomado de Biografías y vidas. Otras obras de Manuel J. Calle que están en dominio público, ya que murió hace mas de 70 años.

Gonzalo Zaldumbide (Quito, 1884 - 1965) Ensayista y diplomático ecuatoriano. Inició su larga carrera diplomática al ser nombrado secretario de la Misión ecuatoriana en Lima, desde donde viajó a Francia como primer secretario (1913). Su vida se desenvolvió en adelante, entre la diplomacia y las letras, pues nunca dejó de escribir, aunque no se considerara a sí mismo un escritor profesional. Miembro la Academia Ecuatoriana de la Lengua en 1921, de la cual también fue presidente, destacó sobre todo como crítico literario. Tomado de Biografías y vidas.

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