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26 de febrero de 2019

De cuando me presentaron a dos ojáncanas

En la madrugada del algún fin de semana me sumergí en el espacio donde viven las ojáncanas y de cómo un joven expulsado de su hogar terminó convirtiéndose en su cuidador.

Durante muchos minutos estuve caminando por los párrafos de aquella historia contada por Lidia Castro Navas, en la que puede predecirse el final pero que al llegar el asunto termina en un nuevo camino. La experiencia de Tello nace con las dudas sobre el destino de su hermana y es ella la que de alguna manera lo conduce a su otro futuro; cuenta Lidia que el joven es fuerte pero de apariencia escuálida, conoce el significado del trabajo y le carcomen algunas dudas.

Cuando al fin Neco, quien recibe apoyo de Tello, me presenta a una ojácana, se me vino a la mente el prejuicio que tenemos con los gallinazos o zopilotes, los mitos equivocados que existen sobre ellos; supuse entonces la existencia de otra vida a la que aún es complicado llegar a menos que se crea en la magia, en esa fuerza para hacer "rituales de curación, para sanar a gente enferma; de protección, para defender aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos; rituales para equilibrar las fuerzas de la naturaleza, para evitar desastres..."

Podría ser una simple historia sacada de la imaginación, tal vez los nombres fueron cambiados para proteger la identidad real de Tello, Neco, Tanea y Clara, pero lo cierto es que en medio de ese bosque es posible encontrar una cruda realidad que a muchos a causado sufrimiento indescriptible.

Lidia Castro Navas comenta que para su relato escogió a la ojáncana, inspirada por las ilustraciones de Andrea Obregón Mantecón sobre este ser mitológico cántabro. El relato se lo puede leer en su blog, en aquella entrada en que comenta para qué escribió "Tanea, la guardiana del bosque"

Miré el amanecer que filtraba por mi ventana cuando terminé de leer ese relato, acostado sobre mi cama, cerré los ojos y di paso a mi imaginación...

10 de febrero de 2019

El triángulo AEI que ayudó a mis blogs

De enero a julio de 2018 nunca supe cómo revertir el final de mi entrada sobre la evaluación de la gestión en mis blogs, hasta que las fuerzas del Universo se confabularon a mi favor y despejé una incertidumbre simple: estoy dispersando mi capacidad en muchos frentes y ¿qué pasaría si me enfoco a planificar y generar picos?

Lo que tenía a la mano para enfocarme y planificar eran mis conocimientos básicos de trigonometría más los aprendizajes sobre análisis de escenarios y los entrenamientos militares en aspectos del uso de inteligencia básica para el empleo en el campo de batalla.

Triángulo AEI para potenciar publicaciones Web.
Todo empezó cuando publiqué "Escribir y publicar: una buena idea sin un plan", hasta que recibí conocimiento sobre un posible camino que podía tomar y seguir alimentado mis blogs y no perderlos, para seguir contando historias que lleguen más lejos; tomé conceptos de otras ciencias y así salió la luz: Picos, ruidos y marketing para el periodismo.

Pues bien, empecé a probar mi propia medicina y a esta fecha -como un punto de partida- ya tengo un nuevo diagnóstico numérico simple:

Blog
2017
2018
11
38
25
108
1
0
21
0
221
578

Pero a este incremento de publicaciones debo sumar que también debí seguir aportando con otras Webs y más seguido; además, en agosto también empecé a colaborar mensualmente con la revista impresa "La Verdad", sin descuidar lecturas, ni crecientes obligaciones laborales y sociales.

La situación de los blogs en cero. Al tener otras características que requieren un mayor trabajo literario, en tiempo y desarrollo, decidí hacer una pausa para no dispersar esfuerzos mientras fortalezco los otros tres. El asunto es retomar historias ficticias y el terremoto en este 2019.

Ahora bien, ese aumento de cantidades de entradas produjo también otras realidades entre otras: más visitas. Algunas explicaciones a continuación:

 
El real crecimiento de visitas empieza en agosto de 2018 y a pesar que hubo una pequeña recuperación en el 2017, la tendencia era a la la baja, lo cual pudo ser revertido ya en el año pasado.
El más viejo de mis blogs estaba en franca decadencia, las primeras publicaciones había perdido su formato y si en algún momento algo hizo subir las visitas fue un "golpe de suerte". De igual manera es a partir de agosto del 2018 que empezó a tener una visitación sostenida en aumento.

La tendencia a la baja en este caso si fue de alta preocupación, a pesar que el publicar entradas significaba un trabajo menor. Lo realizado en cinco meses produjo un repunte y que bien, si estoy en la línea correcta, deberá mejorar sustancialemente en este 2019 hasta igualar y superar el 2013.
Con estos datos paso a contar lo que hice durante los últimos cinco meses hasta que logré establecer un método de trabajo que me permitió llegar a objetivos externos; las recomendaciones de innovación y afines no sirven si es que no se tiene un sistema práctico, mutable y adaptable. Es indiscutible que el primer elemento para que todo plan, acción y capacidad de reacción, funcione es necesaria la disciplina y en esa política me mantuve.

¿Qué fue lo primero? Pensar, cuestionarme sobre los datos que requería para estructurar la ruta por lo tanto preparé el triángulo AEI (Ambiente - Ecosistema - Impactos):
1.- Hice un mapa de mi ambiente operacional, de mi entorno social, familiar, digital (Twitter y WhatsApp) y laboral, con lo cual entendí las líneas de conexión con tiempos, movilidad y expectativas.
2.- Me tomé unos días para describir el ecosistema en el que mis entradas debían moverse y se mueven, con algunas expresiones que bien pueden encajar en la teoría de la evolución, la capacidad del camaleón y las oportunidades de adaptación, sin descuidar la "cadena alimenticia".
3.- Completé la matriz de actores principales y secundarios sociales, familiares, digitales y laborales; implicó determinar los impactos que podrían provocar sus acciones y comportamientos; además con una evaluación de las intencionalidades manifiestas y latentes.
La construcción del triángulo AEI no fue un asunto de sentarme una tarde a escribir y escribir, fue el resultado de un proceso continuo de publicación y evaluación, de anotaciones en papel y en la mente, de registro de picos y ruidos que provocaban lo que aparecía en mis blogs.

A modo de explicación: ante la dinámica que existe en el actual mundo, lo práctico fue recurrir a las implicaciones de la triangulación Delaunay:



La operación también en consistió en la racionalización de mis tiempos y en el uso de redes sociales virtuales; aquí estuvo planteado como objetivo estratégico: evitar desgastes físicos y mentales inútiles. (Nota: es fundamental definir el significado de objetivos estratégicos para cada plan).

También realicé cambios visuales en mis blogs, tanto para computadores de escritorio como en teléfono celulares o móviles; incorporé nuevos contenidos y fui definiendo el estilo de la redacción, conforme los días pasaban, las publicaciones iban de una en una "apareciendo"en una especie de catalizadores.

El otro movimiento táctico. Considerando el simple hecho de tener un plan recurrí a la innovación con el descubrimiento y uso de otras herramientas para la difusión de mis contenidos, evitando que se conviertan en mediáticos, sino que tengan las características de un "disparo de francotirador", siempre en función de las recomendaciones que me entregaba el análisis permanente de las modificaciones que se realizaban en el triángulo AEI con cada acción previa.

En resumen, esta entrada me ha tomado un año trabajarla, desde que supe la importancia de mis blogs y que no había hecho nada especial para fortalecerlos, hasta que empecé a planificar - operar, con lo que ahora publico un nuevo capítulo, que de seguro no es el final.

Seguramente la otra parte no deba esperar hasta febrero del 2020 para ver la luz.

8 de febrero de 2019

El otro lado de Galápagos


Manuel Valencia y Raúl Zavala
Las islas encantadas siempre tendrán un misterio latente por más estudios e investigaciones que se hayan hecho; lo he vivido por segunda ocasión.

En la edición 366 de la revista "La Verdad" fue publicada mi crónica sobre una cobertura periodística de una operación logística hacia Galápagos. El texto busca reflejar que existe otra realidad en esta provincia de Ecuador; a continuación el texto íntegro y al final un vídeo que muestra el decolaje en una de estas islas:

No todo en Galápagos es turismo. Para muchos de quienes vivimos en el continente esta provincia de Ecuador, su estilo de vida es un mundo desconocido. Las islas localizadas a casi 1.230 kilómetros tienen otra lógica para la supervivencia humana.

Como para tener una idea: si fuésemos en auto tendríamos que manejar casi 16 horas seguidas a una velocidad promedio de 80 Km/h.

En términos generales la economía de las islas encantadas depende del turismo y este, a su vez, es un recurso estratégico que tiene al abastecimiento logístico y al sistema de salud pública como una de sus trascendentales debilidades.

Cómo para entender ese escenario es posible plantear algunos escenarios: ¿Cuántos candidatos a la presidencia de la República han tenido a Galápagos como parte de su agenda de recorridos? ¿Con qué frecuencia los informativos difunden noticias políticas sobre esta región? Estimado lector ¿Qué conoce Usted del sistema de administración pública de la región insular?

Este artículo lo escribo luego que en la segunda semana de diciembre del 2018, en una comisión de cobertura asignada por Oromar Televisión, participé en una fase de la operación logística que implementaron la Armada y la Fuerza Aérea del Ecuador; específicamente, junto a mi compañero camarógrafo Manuel Valencia viajamos en un avión militar con la cabina de carga llena de alimentos.

La noticia del 10 de diciembre de 2018 fue: “Ante el daño ocasionado en el buque mercante “Manantial”, encargado del abastecimiento a la población de las Islas Galápagos, las Fuerzas Armadas (FF.AA.) –a través de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) y la Armada Nacional– activó un puente aéreo y marítimo que permite mantener la continuidad en el abastecimiento a la región insular.”

Llevar alimentos a Baltra o San Cristóbal, las islas con mayor población, no es un procedimiento común tal cual se lo hace en las otras provincias y que quizás es parte de un sistema casi invisible.

Pero los controles fitosanitarios continentales son férreos (al menos eso parecen) que lo hacen funcionarios gubernamentales, la inspección anti drogas tiene las mismas características, además de los otros procesos administrativos que deben cumplirse y sin los cuales la carga no desembarcaría.

En esta ocasión fue el avión Casa C-295M de la FAE y su tripulación los que tuvieron la misión de completar dos vuelos trasladando al menos 10 toneladas de alimentos, de esos que vemos comúnmente en las carreteras acomodados en camiones con la diferencia que subirlos a una aeronave requiere de la aplicación de normas internacionalmente obligadas; no cualquiera puede estibar carga en estos casos.

Pues justamente eso fue lo que pude evidenciar al estar inmerso en este puente aéreo, pero además de las circunstancias que implica llegar a los aeropuertos en los que se debió dejar la carga.

Mina para extracción de material pétreo a un 
costado de la pista aérea en San Cristóbal.
El viaje no fue con la comodidad turística pero fue la mejor manera de entender ciertos esfuerzos que no siempre constan en las crónicas de viajes. Aquella jornada empezó a las 08h00 y terminó casi 12 horas después, salvando los tiempos por cambios de uso horario en que se tuvo que almorzar en el traslado entre Baltra y San Cristóbal. Casi el 80 % fue estar en el aire de la ruta Guayaquil – Baltra – San Cristóbal – Guayaquil.

Al aterrizar ya estaban en las correspondientes plataformas, alejadas de la terminal de pasajeros, el equipo de apoyo conformado por militares esperaba para el desembarque de la carga, pero eso sí: con la mirada atenta de funcionarios civiles que no perdían detalle de lo que se hacía en el lugar. Las restricciones llegaron al nivel de ser imposible hasta pedir un baño o ir a comprar una botella de agua.

Y claro, tampoco hacer vídeos para uso periodístico de aquello que no fuera exclusivamente del trabajo de poner los alimentos en los carretones.

Desde otra perspectiva y tomando lo que aseguré en otra crónica de un viaje aéreo es que las ventanillas de un avión debería ser como las de los autor, que permitan bajar el vidrio para observar con mayor plenitud el paisaje de la Tierra; pero al realizar mis apuntes para narrar este viaje pude percatarme de aquello que no siempre aparece en las fotos. ¿Qué hay en los filos de las pistas de aterrizaje en esos aeropuertos de este trascendental destino turístico patrimonial del Ecuador y América?

Entonces, así al final de la misión periodística, fue  posible descubrir que existe el otro lado de Galápagos y que aún falta estudiarlo.



5 de febrero de 2019

Basura y daños en la playa de Puerto Cayo

La historia se repitió en Puerto Cayo en este 2019; hubo un gran evento en la playa que finalizó con una gran contaminación de la arena. Pasó en el 2018 y en el 2017 también.

En su momento ya se había advertido sobre las consecuencias, en vista de las experiencias en este tipo de eventos; las respuestas estuvieron en el orden que son actividades para promoción turística y de reactivación económica. situaciones que hasta ahora no han sido posible verificarlas.

También se conoce que la Dirección Municipal de Turismo no ha hecho público o sociabilizado en el lugar las acciones para atraer más turistas y posicionar al destino, así como de planes para convertir a la playa en un lugar seguro.

Esta vez fue el sábado 2 de febrero de 2018, en que bajo la responsabilidad de la Municipalidad de Jipijapa, en apoyo a una iniciativa privada y el auspicio de marcas comerciales así como por una candidatura, se realizó el llamado "Cayo Fest"; la tarima se levantó en la playa casi al inicio del malecón en construcción.

El desenlace lo expresé en un tuit que tuvo repercusión de muchas personas de mi TL y a su vez de otras más; decenas de usuarios respondieron desaprobando las consecuencias de promover una concentración humana sin haber tomado las debidas precauciones para contrarrestar la contaminación.

Puerto Cayo: no es lo mismo "limpiar la playa" que "mantenerla limpia"

Aprovecho la oportunidad para agradecer a las cientos de personas que con sus comentarios, RT's y FAV's, hicieron posible que el daño haya traspasado las fronteras de la información parroquial. Este es mi tuit:
El problema radica en que un destino turístico que estuvo descuidado por más de 20 años, en el que ahora se trabaja en un malecón con grandes dudas constructivas sobre su funcionalidad y mantenimiento, no puede ser protagonista de un evento que deteriore su imagen pública así como la calidad del espacio público.

Muy a pesar que en horas posteriores a finalizado el evento, se haya procedido a la recolección de basura, no se cumplió un verdadero proceso de limpieza de la playa considerando que, por la cantidad de personas asistentes y la ausencia de letrinas o baños públicos, fue posible evidenciar que la arena sirvió para la descarga de necesidades fisiológicas; además de otros objetos o sustancias que bien pudieron quedar ocultos en la arena.


La otra situación problema son los desperdicios de quienes instalaron ventas de comidas ambulantes, así como de aquellos visitantes que dejaron envases de todo tipo a lo largo del malecón y en las calles aledañas que sirvieron de parqueadero; es conocido que ni la Municipalidad de Jipijapa ni la Junta Parroquial de Puerto Cayo tiene capacidades suficientes para la recolección y disposición de desechos sólidos en esta zona.

Preguntas para el Alcalde de Jipijapa sobre la basura en Puerto Cayo

Este vídeo fue captado el domingo 3 de febrero de 2018 a las 07h30:



Mi alerta es porque el evento se realizó en la Cdla. Antonio de Vallejo, lugar en que la junta de vecinos trabaja para impulsar un proceso de ordenamiento territorial, ante la ausencia de acciones institucionales locales y del Gobierno nacional.

Durante estas dos últimas décadas, la explotación de la playa originó que se perdieran grandes bancos de arena,con lo cual se perdió el espacio disponible para uso turístico según indican las normativas internacionales para el segmento de soy y playa.

Y ahora con la construcción del malecón también existe extracción de la arena, tal como lo fue captado el lunes 4 de febrero de 2018:



Lo ocurrido el fin de semana indicado más las reacciones ciudadanas ante las evidencias difundidas, demuestran nuevamente que es indispensable tomar medidas correctivas bien sea por iniciativa de los funcionarios de los diferentes niveles de gobierno, así como por organizaciones de apoyo al desarrollo territorial. Es fundamental dejar constancia que como Comité de Desarrollo Comunitario y Social Antonio de Vallejo, legalmente constituido, somos el principal actor de consultas previa a la toma de decisiones que provengan de las instancias de administración territorial relacionadas con el sector en mención.

Pero un asunto trascendental es que con la información pública que difundí desde mi cuenta Twitter sobre el atentado a la playa se evidenció que no es un problema local, sino del perfil costanero de Ecuador, pues muchos usuarios a través de sus cuentas informaron que situaciones similares se viven en otros destinos del Ecuador y la poca responsabilidad ciudadana con respecto al cuidado ambiental.