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20 de enero de 2025

Busco un estadista para que gobierne

Fui de los que creía en la necesidad de leer los planes de los candidatos, hoy se que es un ejercicio poco práctico y casi inútil. Con el tiempo aprendí que quienes buscan votos para gobernar tienen y venden únicamente sus aspiraciones electorales; pero también descubrí que en Ecuador ya no existen estadistas tampoco demócratas que busquen el poder político. Domingo 19 de enero de 2025 fue el día de la verificación.

En la fotografía oficial está ausente el candidato Pedro Granja
.
Unas horas antes había argumentado que el mal llamado debate presidencial trata sobre las aspiraciones sustentadas de los candidatos, que los planes oficiales de trabajo son la parte de la tramitología electoral y que en el fondo lo que importará es la intensidad de la conversación mediática; además, que será necesario establecer las diferencias entre propuestas y aspiraciones.

A sabiendas que resultaría un ejercicio comunicacional bastante exigente, decidí cambiar mi metodología de trabajo, tomando en cuenta que, desde mi perspectiva, Ecuador no solamente necesita un "Presidente" sino un "alguien" que además sea demócrata y estadista; por tanto apagué el audio del televisor.

Me puse a observar los mensajes no verbales que emitieron los candidatos, en ese momento tampoco me importó mucho la calidad de respuestas a las interpelaciones y preguntas, pues completaría mis apuntes con las reacciones de las personas en la red X.

Uso la expresión "personas" a sabiendas que uno de los males de las redes sociales está en la presencia de las cibertropas y falsos perfiles que buscan distorsionar el debate público; por tanto, me ceñí en atender las críticas de los usuarios a los que conozco, además de exponer uno que otro de mis criterios.

Una primera conclusión fue que resulta interesante lo que se observa cuando no se escucha, pues los gestos dicen mucho más que narrar las aspiraciones presidenciales; también que los candidatos no son los mismos que he visto en las entrevistas y promociones electorales que difunden. Los catalogué como noveles estudiantes universitarios dando sus lecciones.

Una primera impresión de lo que leí en los generadores de caracteres:

Aclaro: el tema de seguridad ciudadana debo prestarle mucha más atención, requiere de mayor capacidad de análisis e interpretación de lo dicho, de lo argumentado y de la manera de exponerlo, esto debido a las nuevas tendencias de instaurar la democracia autoritaria teniendo como soporte el uso de militares y policías bajo el pretexto de "luchar contra el narco y la delincuencia".

Otra de mis dudas mientras miraba a los candidatos: ¿Alguien de este grupo habla como estadista y demócrata?

Aunque fue parte de otra conversación, José Morán Baquerizo @Deuteros1974 tuvo la gentileza de responderme: "Ninguno. Aún no es el momento para que nos gobierne un verdadero estadista y reformador de la sociedad. Cualquier elección que tomemos no nos resultará conveniente. Sólo podemos aspirar a que el próximo presidente salve la mayor cantidad posible de vidas."

Mi perspectiva luego de solamente observar sus intervenciones. El primer grupo resultó muy acartonado, fingido y sin muestras de un alguien que tenga porte de estadística; el segundo sí fue de un mejor performance al punto que hasta visualmente se notó el desborde de emociones en algunos de los participantes, más libertas. Vale aquí replicar la aseveración de Jacobo García:

Sin emoción no hay atención,
Y sin atención, no hay memoria.
Para que lo tengan en cuenta cuando vean el "debate".

Pero hay otro asunto que me prendió las alarmas y que debía ser parte de mis observaciones.

"Juan Xavier Santos Salvador @sansalvadorEc:Viendo el debate quiero poner muchas cosas, pero ya no soy el intrépido de antes que no tenía miedo de poner cualquier cosa. Ecuador está heavy"

Un detalle necesario de anotar. Estar en un set de televisión tradicional es una de las experiencias que más intimida, considerando además la cantidad de gente que es parte en este tipo de producciones. El tras cámaras sería bueno conocerlo.

Antes de pasar a los temas específicos considero indispensable en esta aproximación a un ensayo, dejar constancia de otros criterios que, de una u otra forma, sustentan mis conclusiones.

Selene López @selenelo1711: Otra sería la historia si el debate empezara con la pregunta central: ¿Cómo resolver la pobreza en Ecuador?

Jeff Sanguña @jeffsanguna: Tener 16 candidatos es una burla para el país. Imposible hacer un debate serio, dinámico y de enfrentamiento de ideas. No sé qué tan bien le haga al país puro intento de marketing con nombres pomposos y bailes en Tiktok. Se pierde la capacidad de crítica.

Nathalie Cely Suárez @NathalieCely: Las organizaciones que se han comprometido a verificar el debate tienen mucho mucho trabajo, esto no es un debate, es una baratela de ofertas populistas.

Telmo Molina @TelmoMolina: No diferencian entre estado y gobierno, entre justicia y derechos, entre burocracia y democracia, entre política liberal y política pública, entre  eficiencia y eficacia, entre datos e información, entre modernización e innovación, etc. y quieren dirigir el destino de todos.

Lolo Miño @LoloMino: Vienen al debate a dar diagnósticos y editoriales, no soluciones. Qué vergüenza este debate para el país.

Miguel Molina Díaz @miguelmolinad: Conclusiones #debate:

-Hay que desmontar el Código de la Democracia para lograr una verdadera democracia basada en organizaciones políticas sólidas. No las plataformas de payasos que tenemos.

-El odio populista de lado y lado sigue vivo. Hay que defender el orden constitucional.

Vicente Wong Naranjo @vwong7: Que podemos ver en este debate.

1. No hay experiencia en la cosa  pública 

2. No hay experiencia en  trabajo, inversión y comercio exterior 

3. Desinformación y falta de preparación 

4. No se conoce un equipo de trabajo experto 

Hay alguno que no caiga en estos puntos?

Caroline Ávila Nieto @avilanieto: Así que, la próxima vez que vean un debate, pregúntense: ¿lo que escucho me inspira o me conforma? Porque al final del día, no se elige al mejor orador, sino a quien tiene la valentía de dar la cara y recordar a la ciudadanía que todavía hay esperanza.

Mis conclusiones

Existe muchas más críticas que bien merecen incluirlas en esta exposición, en todo caso será necesario que empiece a trabajar en esa recopilación para colocarla en otra entrada y que serviría como una hoja de apuntes para futuros análisis. Por lo pronto expongo los resultados de mis observaciones y los testimonios de quienes escucharon a los candidatos.

El aplomo individual se presentó de acuerdo al tema y tiempo que dictaron los conductores del evento, en algunos casos leyendo las respuestas y en otros usando actitudes claramente histriónicas. Me percaté que en sus intervenciones miraban a la cámara directamente, lo que me permitió presumir que existía un libreto bien aprendido, pues los movimientos oculares no reflejaban una conexión de razonamiento.

Miradas que no me generaron confianza.

Una situación diferente ocurrió al momento de las interpelaciones, visualice aquello porque se colocaba una doble pantalla, por un lado la manera de escuchar la pregunta y por el otro la gesticulación al realizarla. Con el juego de cámaras me resultaba imposible percatarme hasta que punto las respuestas eran para el candidato que interrogó y si este prestaba atención.

No vi conversaciones con gentileza, respeto; diría que hasta hubo momentos que parecían ataques e ironías.

En términos generales los candidatos no se salieron del guion que debió imponer el productor. Un formato rígido con presentadores fríos, tajantes, algo así como dealer de casino.

En asuntos de vestuario, otro tipo de mensajes, quienes participaron de esta producción audiovisual, resalto la formalidad con la que asistieron. De los hombres 10 estuvieron con corbata y camisa blanca, tres únicamente con leva, uno con atuendo que representa su identidad cultural y otro con una chaqueta de corte militar; las dos mujeres sin excesos ni en su ropa ni en su maquillaje. 

Vi un programa de televisión casi inhumano, impersonal... ¿Incoloro?

Para determinar si los expositores mostraron sus atributos demócratas tendría que escucharlos con calma; pero sí puedo decir que en ninguno me percaté de semblantes de estadistas. ¿Verbalmente se habrán faltado al respeto entre ellos? ¿Irrespetaron a los televidentes?

Entonces, no sé (por ahora) si en ese grupo de 16 personas estuvo algún demócrata, pero puedo asegurar que ninguno me generó la imagen de ser estadista. Estos aspectos necesitan ser contrastados con sus discursos.

Pero ¿Qué es un demócrata? Básicamente una persona que acepta razonada y críticamente las características de la democracia occidental, que considera de manera amplia a un régimen político en que la titularidad del poder la ejercen los ciudadanos a través de mecanismos institucionales claramente establecidos en la Constitución.

De su parte, Rodrigo Borja define al estadista como "... el hombre de Estado, gobernante serio y eficaz, que domina las ciencias políticas y además el arte de conducir a los pueblos. Es el teórico y práctico del poder. No todo político es o puede ser estadista".

Añadido

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