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5 de abril de 2020

Mujer contemporánea: capacidades blandas, luchas y el otro concepto de hogar

Entrevista a Estefanía Villacis, publicada originalmente en La Verdad, edición No. 380 de marzo 2020.

Las relaciones entre hombres y mujeres han cambiado, cada uno de nosotros hemos cambiado, nos hemos visto en la necesidad de entrar en un ciclo de mutaciones sociales provocadas por cada generación femenina que empieza batallas desde distintos frentes para defender su libertad y autodeterminación.

Desde variados puntos de vista se puede o apoyar o descalificar las luchas de género, pero trascendental es conocer y entender las razones, las motivaciones, así como las aspiraciones de las mujeres, una parte como integrantes de grupos heterogéneos, la otra en sus individualidades.

En este escenario busco una proyección y una orientación desde de las historias de quienes aprenden sobre sus errores, de sus éxitos, pero también de las amenazas sociales aun existentes como la violencia y los distintos niveles de discriminación. La brújula en este camino me llevó a tener una entrevista con quien trabaja en su proyecto “Derechos Humanos en tacones” y se desenvuelve como empresaria de su propia marca.
A Estefanía Villacís, abogada de profesión, le pido ayuda para conocer lo que ahora es una mujer contemporánea en un mundo híperconectado y de alta capacidad de movilidad:
“Es una mujer que ha tomado acción para conocerse más a sí misma y en ese sentido ir desconstruyendo esas reglas prestablecidas por la sociedad, que sea una oportunidad para ayudarse no solo en los desafíos profesionales que puedan presentarse, sino también en la parte personal, en la parte interna.”

En este punto acepta otra realidad: “que se sigue viviendo del machismo por esas estructuras culturales que no son tan sencillas de romper; pero que aun así la mujer tiene mayor confianza, que puede distinguir con mayor claridad entre lo que puede ser un halago o una frase machista adornada con palabras bonitas.”

Estefanía conversa con libertad, en sus palabras asegura que la conectividad permite acceder a mayor información y aunque podría resultar contraproducente, depende de cada persona el que pueda diferenciar entre lo que sirve o no; pero hace énfasis en que “como se tiene una ventana abierta al mundo te das cuenta del modo de vida en otras sociedades.” Y allí hace una comparación entre la sociedad occidental y otras del mundo árabe, deja una pregunta abierta: ¿Cómo nos miran las mujeres de esa parte del mundo?

En el desarrollo de su explicación incorpora otra perspectiva: “En este mundo en que las cosas van tan rápido es importante saber gestionar tus emociones, lo que les llaman las capacidades blandas. Y eso es lo que hace una mujer contemporánea: equilibrar con su parte intelectual para enfrentar todos sus desafíos.”
Y en la intención de saltar a otra dimensión social incluyo una palabra conflictiva en mi nueva pregunta: ¿Cuál es el concepto que tiene la mujer contemporánea respecto al hogar?

“Es importante entender esa palabra y como parte del empoderamiento femenino, saber que no es lo mismo al orden establecido históricamente, que ya no es papá, mamá, hijos, solamente; ahora puede ser una chica con otra chica y un perro, puede ser un chico con otro chico y un gato, o puede ser un chico con una chica y sin ningún hijo sin ninguna mascota.”

Pero da más argumentos: “entender esa diversidad hace también a una mujer contemporánea, pero que no es solamente entender sino aprender a convivir con esa diversidad, esté o no de acuerdo, porque a la final lo que debe prevalecer es el respeto a la dignidad humana de cada persona.”

A pesar que podría considerarse una pregunta repetitiva, siempre es necesario hacerla y es sobre la situación de la mujer en las distintas áreas de la producción; en sus respuesta reafirma un problema que parece insuperable: las brechas de la desigualdad de oportunidades en el campo laboral, pero considera que, así como hay mujeres que han logrado superar esos problemas, hay otras que aún parecen quedarse en el conformismo porque existe una influencia familiar o por las novelas -sobre todo las latinas- en que el final feliz es con el matrimonio.

Pregunto: ¿Todos estos cambios nos han debilitado como sociedad que ya no podemos enfrentar graves problemas?

“Es irónico y es curioso. Así como hay mucha gente que se preocupa por gestionar su inteligencia, es también como estamos en una era de gente más susceptible, porque se radicalizan las cosas. Yo no puedo venir a decir que cualquier acto es una violación a los Derechos Humanos, yo tengo que contextualizar, no puedo decir que porque a una persona le hicieron un mal comentario ya le están violando sus derechos.”

Esta susceptibilidad, dice Estefanía, nos hace poco analíticos y esto de lanzar opiniones de primeras impresiones e interpretaciones, porque normalmente vemos el resultado pero no el origen… lo que pasa en muchos lados: justamente no existe políticas públicas que tengan ese enfoque de derechos que la gente le haga entender lo que pasa, comenta decididamente.

Quiero escribir conclusiones de esta entrevista, pero es complejo y complicado. De lo comentado por Estefanía Villacís son faros para seguir en esa ruta que pueda contrarrestar las incomprensiones y por ende la violencia.

Resalto: la mujer contemporánea convive con la diversidad sin que signifique abandonar sus luchas actuales personales y sociales.



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