No es necesario ser un gran legislador para saber si un cuerpo legal está estructurado con suficientes elementos como para ser comprensible a una mayoría de la población, más aun si se trata de una ordenanza que busca arreglar un problema.
Un viejo problema de Portoviejo es el caos sembrado por un grupo de comerciantes ilegales que se han tomado gran parte de las vías y veredas del centro de Portoviejo, especialmente en la calle Chile, entre la Pedro Gual y la Francisco de P. Moreira. El tema es tan simple y al mismo tiempo tan espinoso que no ha sido posible poner orden en este sector.
No viene al caso hacer memoria desde cuando está el problema, simplemente basta con decir que existe y que cada día genera mayor gastos a la ciudad, además que ha servido para evidenciar algunos indicadores que algo “está podrido”.
Quiero aclarar que no existe equivocación al decir que los comerciantes de la calle Chile que tiene secuestrado este sector son ilegales, pues les guste o no su actividad la cumplen alejados de las mínimas regulaciones comerciales existentes en el cantón, tal vez tengan un RUC pero lo duco al no tener un local debidamente registrado tal como lo exige la normativa respectiva. Hasta ahora no he visto que fedatarios del SRI haya clausurado alguno de esos negocios.
En las últimas semanas esta molestia urbana ha tomado fuerza cuando la concejal Ana Pilay presentó un proyecto de Ordenanza para que “se les construya” unos módulos a estos comerciantes; tuve la oportunidad de acceder a una copia de esta ordenanza y lo que leí me dejó pensativo y me mantengo en que debe ser una broma de mal gusto lo que allí indica.
Al revisar algunos medios de comunicación casi se ha confirmado que alguien perdió los horizontes del orden urbano. (Lea el proyecto de ordenanza)
Aquí van mis observaciones a ese “proyecto” de ordenanza:
1.- Menciona que es para regular el desarrollo de las actividades del comercio autónomo en el centro de la ciudad de Portoviejo y en el contexto menciona únicamente la construcción de uno módulos para algunos comerciantes ilegales de la calle Chile;
2.- La exposición de motivos no es más que un conjunto de argumentos desactualizados y extremadamente subjetivos;
3.- Los Considerandos es una transcripción de ciertos artículos tanto de la Constitución como del Código Orgánico de Ordenamiento Territorial y Descentralización, Ley de Economía Popular y Solidaria y nada más; por ningún lado hace mención de alguna otra ordenanza concomitante;
4.- El ‘Objeto” es claro: “… regular y ordenar las actividades de comercio autónomo y ventas populares en la ciudad de Portoviejo… “ sin embargo en el “Ámbito” circunscribe a un grupo de calles y lo peor es que al final existe un texto inarticulado que es el meollo del asunto: “Cabe indicar que en los ejes antes citados solo se colocarán el número de módulos que el gobierno municipal de Portoviejo determine de acuerdo a la viabilidad técnica.”
5.- No existen definiciones presupuestarias, ni de gastos ni ningún otro elemento cuantificador que acerque a una idea de lo que le costaría a la ciudad esa construcción;
6.- Sobre el mantenimiento de esos módulos se indica que será de acuerdo con lo que establezca “el proyecto”. ¿Cuál proyecto? ¿No debió estar mencionado en la Exposición de Motivos?;
7.- En las prohibiciones se exigen que los ilegales estén asociados. (¿?¿?); y,
8.- No hay mención de la Ordenanza que exigen mayores sanciones a los comerciantes que incumplen con el ordenamiento de la ciudad.
Leí que este proyecto pasó en la discusión en Primera pero que a la final fue archivada. Ojala sea verdad, caso contrario en Portoviejo, el centro, seguirá siendo de los ilegales. Al parecer en esta administración no habrá soluciones. Tal vez para la próxima ya no exista calle Chile.
Pero aun hay más… lamentablemente.
Referencias:
No hay comentarios:
Publicar un comentario