La falta de análisis en el periodismo no has llevado por
caminos que lo alejan de su verdadera razón de ser, para convertirlo en una
mercadería o en un servicio más como cualquier otro nacido del empirismo, cuando en la realidad fue
diseñado para contrarrestar el poder político ineficiente y la propaganda
oficial.
De una u otra forma el periodismo es una de las
consecuencias de la comunicación con sus propias particularidades y objetivos sociales;
es una de las formas para equilibrar y complementar la fuerza que desde el
nacimiento del poder político han tenido las Relaciones Públicas; en la
actualidad se ha generado lo que se conoce como la Dirección de Comunicación
(Dircom), otra arista de este esquema de relaciones humanas.
Sin embargo es indiscutible que toda actividad humana está determinada por las relaciones de producción y su historia, por ello al emprender este análisis es indispensable dejar claro que me voy a encaminar por este rumbo que hasta ahora lo percibo como inexplorado.
Una de las materias que han quedado fuera de muchos estudios
es la administración de medios de comunicación, bien como empresas de distribución de mensajes y entretenimiento o bien como
instituciones de difusión de información oficial.
A pesar que he repetido por muchas ocasiones en mi cuenta
Twitter, no me había detenido a establecer los argumentos necesarios que
sirvan, si fuese el caso, para generar nuevas alternativas que permitan
“salvar” la extinción del periodismo, especialmente en Ecuador.
Pero el refuerzo y detonante para generar este post nació
con la lectura de la entrevista que hizo Lucas Goyret a Jean-François Fogel y
publicada por infobae.com, en que una de las preguntas fue ¿Y
si tuviese que hacer una comparación entre el "viejo periodismo" y el
"nuevo periodismo"?
A lo largo del texto se intercalan una serie de aristas
relacionadas más con las empresas; en realidad comenté que es “Una interesante
entrevista pero más enfocada al modelo de negocio de los medios que en sí al
periodismo.”
En otro momento argumenté que no es saludable confundir
medios de comunicación con periodismo, ni con reportería; es fundamental dejar
claro que lo segundo es un insumo de lo primero, considerando que los hechos
acontecen de una manera rápida y que la agonía de la hora del cierre es cada
vez apremiante en vista que los espacios noticiosos quieren tener como parte de
su contenido lo que ya en las redes sociales virtuales fue publicado casi en tiempo real.
En este punto es necesario dejar claro que uno de los
sustentos para hacer periodismo es la empresa comunicacional desde la cual se
difunde el producto hacia los diferentes públicos; a pesar que menciono
“producto”, en realidad es un servicio enmarcado en el sector
cuaternario de la economía, que lamentablemente se lo maneja con criterios
del tercero.
Lo anterior me conllevó al planteamiento: el modelo
empresarial determina el modelo de gestión comunicacional y una opción es el periodismo;
consecuentemente el modelo de negocio de la empresa de difusión es directamente
proporcional al modelo de periodismo que se plantea a la audiencia y lectores,
por tanto existe la necesidad de plantear el modelo editorial.
Entonces es posible determinar en un primer momento que
existen tres modelos de negocios diferentes según el objetivo empresarial:
a) Medio de comunicación: empresa o institución que se
ajusta a las características propias de interactuar con los mensajes sociales;
b) Medio de información: empresa o institución a la que se
puede acceder a mensajes específicos sin que exista retroelimentación; y
c) Medio de difusión: organización pública o privada que
gestiona la recepción, envío y control de los mensajes hacia los diferentes
grupos sociales o empresas comunicacionales.
En esta compleja descripción es necesario incluir otro
elemento fundamental: el método de difusión de mensajes, con lo cual tenemos
los medios impresos, radiales, televisivos y los que, actualmente, se conoce
como multimedia. Cada uno de ellos tiene su propia identidad y en la que no
cabe manejarlos como un todo.
Como un ejemplo de ausencia de esta falta de análisis está
la Ley Orgánica de Comunicación vigente en Ecuador, en que las obligaciones de
contenidos no incluyen particularidades de los llamados “medios de comunicación
social” y mete en un solo saco a todos. (Opinión coyuntural: pareciese que el
espíritu de la ley es tender una trampa a quienes administran medios privados y
así su sanción sea más simple casi sin opción a la defensa.)
Pero me pregunté ¿En qué modelo de negocio empresarial de
estas tres opciones cabe el periodismo y en cual la reportería? Y al mismo
tiempo me respondí: el modelo empresarial determina el modelo de gestión
comunicacional y una opción es el periodismo como modelo editorial.
Este contexto no es una camisa de fuerza como los que
imponen los míticos planes estratégicos y que se desactualizan con la rapidez
con que cambian las relaciones políticas, sociales y financieras en los
territorios cercanos e internacionales. Es recomendable que las
administraciones de los sistemas que generan periodismo, trabajen en la
planificación sobre escenarios, siempre y cuando el objetivo empresarial esté
bien definido dentro del proyecto comunicacional.
Las costumbres impuestas por los gobiernos y por los mitos
empresariales han logrado que se desvirtué lo trascendental del diseño de un
proyecto y fundamental que es la planificación para que se cumpla el objetivo; además
que también se modifique el proceso de identificación de problemas como base de
todo proyecto, con lo cual el objetivo quedó relegado a una frase de denota
intenciones tipo “lugar común”.
Lo mencionado en el párrafo anterior es parte de un trabajo de
consultoría que ejecuté para localizar y sustentar las razones por las que fallaron
cinco proyectos comunicacionales (Otro tema para un nuevo post).
Ahora bien, en un modelo de negocio empresarial el periodismo
puede ser solamente un objetivo estratégico de una marca comunicacional; en
consecuencia no es posible hacer periodismo si no hay un modelos de negocio, de
gestión y editorial, sin un plan de Marketing para una marca. La otra duda que
nace ¿Cómo desarrollar un plan de Marketing en función del periodismo?
Conclusión 1: en un modelo de negocio empresarial el
periodismo puede ser solamente un objetivo estratégico de una marca
comunicacional; esto es también parte de un nuevo estudio que estoy haciendo: periodismo
como objetivo estratégico y como recurso estratégico.
Conclusión 2: el periodismo requiere de otras ciencias y
especialidades para cumplir con su objetivo social, pues el simple hecho de
contar con buenos periodistas no asegura que se tengan eficientes notas
periodísticas para publicar.
Conclusión 3: la administración de medios de comunicación
debe estudiarse en función de su tipología y su carácter legal: público o privado
(el llamado comunitario es al final privado), lo cual conduce a rediseñar las
características del periodismo que se requiere o si solo sería reportería.
Conclusión 4: los modelos empresarial, de gestión
comunicacional y editorial deben escribirse como un mapa interactivo que se
modifique conforme cambien los escenarios políticos, sociales y financieros que
impactan directa e indirectamente en sus objetivos empresariales, en que el
periodismo tenga un nivel aceptable de protagonismo.
Y al final queda otra recomendación: es indispensable
estudiar logística periodística.
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