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18 de septiembre de 2025

¡¡Cuidado!! es un espejismo constituyente


Señor Presidente – Empresario
Palacio de Carondelet - Quito

En su despacho:

He leído con atención su carta a los "valientes ecuatorianos", una verdadera oda al cambio que resuena como un eco de promesas pasadas, pero que, como en los días de auge en otros gobiernos, se queda en anécdotas grandilocuentes sin aterrizar en la realidad de las calles y hogares, empresas y espacios públicos descuidados.

De entrada me ha llamado la atención que únicamente se dirige a los valientes, sin considerar que entre los votantes ecuatorianos también estamos los ecuatorianos temerosos de caer enfermos, los miedosos ante el avance de ladrones, asesinos y extorsionadores, los timoratos ante la prepotencia de muchos abusivos funcionarios… en fin, no sé si es un vocativo diplomático o una falla de la comunicación política, pero no es lo trascendental de esta misiva.

Tras 4 años, 7 meses y 11 días como funcionario electo –desde el 7 de febrero de 2021 en que se convirtió en asambleísta y luego en Presidente de la República–, cree que es necesario "liberar" al Ecuador del "secuestro institucional" y devolver la soberanía al pueblo usando la Asamblea Constituyente, considerando sus promesas electorales de “refundar” a la nación, que también fueron imprecisas y hasta misteriosas.

Sin embargo, coincido en que el crimen organizado asfixia al Ecuador cuando está enquistado en muchos de los despachos de puertas cerradas donde hay alguien que olvida de cumplir con ley y la ética; pero ¿Quiénes son "los mismos de siempre" que bloquean el cambio? ¿Los ecos de Eloy Alfaro, las élites agroexportadoras, los centralistas, los organismos internacionales? ¿O los indígenas, montubios o amazónicos que luchan por mejorar su calidad de vida? ¿Tal vez los universitarios, científicos, periodistas... ¿o los oportunistas que pululan en todos los gobiernos?

Esta vaguedad, Presidente - Empresario, me hace presumir que es una cortina de humo frente al espejo que opaca a un gran grupo de funcionarios de elección popular –presidentes, asambleístas, prefectos, alcaldes, concejales y vocales parroquiales– que han mezquinado la participación ciudadana, priorizando su poder político y su narrativa personalista.

Su propuesta de Constituyente, según su proclama, suena heroica, pero ignora el golpe duro que nadie ve a pesar de lo expresado en los reclamos ciudadanos: la baja calidad de la gestión municipal, como lastre del desarrollo territorial. Según el MEF e INEC que difunden datos del 2024, entre el 55 y 66% del presupuesto asignado a los gobiernos locales –alrededor de USD 28.000 millones en la Proforma 2024– se quedaron sin ejecutar, dejando al 95% de nuestras poblaciones urbanas y rurales sin agua potable, alcantarillado, espacios públicos seguros, con graves problemas de contaminación, deficiencias en la recolección de basura y peligros por no contar con adecuados planes de gestión de riesgos.

Sin temor a equivocarme, gran parte de los ciudadanos lo vivimos a diario: promesas que no pavimentan calles ni combaten la inseguridad local, mientras el 80% de zonas rurales carece de servicios básicos eficientes ¿No es esto el verdadero "secuestro"? ¿Por qué no enfocar la consulta en reformas puntuales como un mayor control a las municipalidades y transparencia en presupuestos, una intervención del CPCCS en temas participación ciudadana para contrarrestar los “Comité de aplausos” y robustecer a la Superintendencia de Ordenamiento Territorial? 

Señor Mandatario - Inversionista, no piense solo en su gestión política para trascender, nos guste o no, Usted ya tiene asegurado un capítulo en la Historia de Ecuador, pero tal vez en su mente joven y en proceso de adquirir experiencia política, considere oportuno innovar apuntado a otras de las piedras de tope en el desarrollo nacional: la fallida gestión local, pero no con anécdotas constituyentes.

Señor Noboa, desde que ejerce el poder político total se ha preguntado qué alcaldes frenan la participación ciudadana; recuerde: sin claridad podría estar cayendo en el mismo juego de "los de siempre", pues promete cambios sin precisar culpables ni soluciones, mientras tendremos que esperar por proyectos que no llegan y conformarnos con el asistencialismo para videos virales o de obras calificadas como “peor es nada”.

Debo reconocer por sus discursos que es parte del grupo “Mucho texto”; sin embargo, hace ruido la aseveración de que “No podemos seguir atrapados en el pasado. Ecuador merece liberarse de quienes lo frenan, y esta vez es el turno de los ecuatorianos lograrlo.” Al no definir a qué parte del pasado se refiere, ni nombra específicamente a los responsables que tienen atrapado al país, pareciera que sus fantasmas mentales no son sinceros con Usted; también se ha convertido en un misterio o tal vez es una confabulación al no precisar qué o quién estuvo en el turno antes que Usted ingresara la función pública, de nosotros los que vivimos el paso de la dictadura a la democracia o de nuestros padres que impulsaron al velasquismo o de los abuelos que vieron la bonanza del Ecuador durante la Segunda Guerra Mundial; o se refiere los montoneros y los curuchupas… y así podría ir yo desandando el camino para descubrir a esos que estuvieron primero en la fila de las decisiones políticas sin tomar en cuenta a los ecuatorianos.

Permítame, ahora, Excelentísimo Presidente, expresar otra preocupación nacida de mi compromiso para que el Ecuador urbano y rural avance sin tropiezos. La propuesta de una Asamblea Constituyente, aunque ambiciosa, hace que me plantee preguntas prácticas que no podemos ni debemos ignorar. ¿Cómo garantizamos que este proceso, que podría costar millones de dólares y tomar un lustro en la implementación, no nos distraiga de la lucha inmediata contra el crimen, la crisis de la salud y laboral? ¿Cómo evitamos que una nueva Constitución, en lugar de liberar al país, pueda ser capturada por grupos de alta influencia financiera o con desmedidas ambiciones de poder político?

En el pasado los procesos del 2007 y 2008 lograron cambios, pero también generaron polarización y costos que aún estamos pagando. Usted como empresario que siempre ha privilegiado la rentabilidad financiera y la eficiencia corporativa conoce más que yo sobre los efectos negativos de la incertidumbre política en el capital; por lo tanto, una Constituyente que podría costar inicialmente unos 200 millones de dólares –como la de 2007-2008– en su implementación de la primera fase, podría generar mayor intensidad en las confrontaciones ciudadanas.

A pesar de las diferencias financieras y políticas entre Usted y yo, apoyo su intención de devolver el poder al pueblo, pero le pido considere caminos más rápidos y precisos: reformas puntuales a través de la Asamblea Nacional en la que prácticamente se ha convertido en uno de sus brazos ejecutores, insistir en que la Función Judicial disminuya los índices de impunidad y un plan transparente para financiar la seguridad integral sin endeudar más al país.

La consulta popular del 30 de noviembre de 2025, según sus planes en marcha, es una oportunidad para preguntar a los ciudadanos no sobre la Constituyente, sino sobre medidas concretas diferentes, innovadoras, inéditas… sin abrir flancos a la inestabilidad ciudadana y financiera del Ecuador.

Con respeto: la soberanía popular no se construye con odas vagas, sino con acción concreta en cada una de las realidades de nuestras ciudades, campos, montañas, selvas y playas, que Usted como yo, conocemos. Olvidar los cantones es repetir errores: menos excusas institucionales y más inversión local para un Ecuador vigoroso, no de espejismos constituyentes que de seguro sus asesores empresariales le han recomendado más como un plan de Marketing para mejorar su marca personal en lugar de proponerle una política pública para el bienestar de las personas en las ciudades y la ruralidad.

Para finalizar y a sabiendas de su alta capacidad para imponer sus decisiones políticas es pertinente que conozca la alerta activada para los ecuatorianos que ha logrado Usted reclutarlos a favor de sus intenciones: "¡¡Cuidado!! es un espejismo constituyente"

Por la atención que se digne dar a la presente, anticipo mis debidos agradecimientos.

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Carta presidencial de las intenciones políticas

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