La industria de la comunicación privada no dejó de funcionar
en esta crisis sanitaria, pues cientos de personas se mantuvieron en el frente
para mantener al aire las señales de radio y televisión, para que las ediciones
impresas puedan llegar hasta sus lectores. Algunas de estas empresas no
soportaron el golpe y tuvieron o que migrar a lo digital y reinventarse, o
definitivamente cerrar.
Existe cierta tendencia a pensar que los medios
tradicionales desaparecerán debido a la irrupción de las redes sociales con la
rápida penetración del Internet y los comparativos bajos costos que representa
poner en línea la mayoría de contendidos buenos y malos, según cada gusto
personal.
Comento este escenario como antecedente a lo que es un plan puesto
en marcha, en el que estoy involucrado directamente y que tiene como objetivo
fortalecer la imagen de lo que es la radio en su propuesta original: se hizo
para escuchar.
A los pocos días de haberse declarado a Ecuador en
cuarentena, Renán Álava como Director de la radio universitaria San Gregorio,
Pablo Kusnier dedicado a la gerencia educativa en el sector privado, y yo como
periodista de Oromar Televisión, logramos articularnos alrededor de la idea que
los medios de comunicación necesitaban mostrar su real valía y en especial el
concepto radiofónico.
Renán Álava - Director de San Gregorio radio |
San Gregorio radio transmite desde Portoviejo con una cobertura en señal abierta prácticamente para todo Manabí; con la suspensión de actividades debido a la crisis sanitaria se vio en la necesidad de readaptar su sistema de puesta al aire de la programación.
Con Renán ya habíamos mantenido conversaciones sobre el
significado de la radio y el nivel de aporte social bajo su propia personalidad,
como un complemento al resto de trabajo periodístico de los otros medios; a la
propuesta bosquejada se unió Pablo Kusnier y su hijo Hernán especialista en
Marketing, para incorporar la arista educativa en las emisiones que pondríamos
al aire.
Hernán y Pablo Kusnier - panelistas |
En estas tertulias de autocríticas profesionales siempre nos acompañó con sus aportes Iván Maestre, quien trabaja para Ecuavisa en calidad de productor.
Luego de
solucionar problemas técnicos y comunicacionales gracias a los conocimientos de
Manuel Andrade León en su calidad de sonidista y encargado del control master, logramos
poner al aire el primer capítulo de “La radio en tiempo de crisis”.
Las
herramientas de comunicación vía Internet nos permitieron que las transmisiones
de las más de 90 emisiones se hicieran desde distintos escenarios rompiendo la costumbre
del trabajo encerrado en un estudio, lo que además nos permitió adaptarnos a un
nuevo lenguaje de coordinación radiofónica.
Una
acotación: en nuestras emisiones no usamos vídeos, porque mantenemos la
tradición radial y sentimos que muchas personas son más naturales al hablar
cuando no se sienten miradas.
El
significante que buscamos hacia nuestros radioescuchas es que sean inicialmente
testigos de una conversación libre y mutitemática, de una tertulia que deja
ideas, dudas y críticas sobre lo que están escuchando en cualquier parte que
nos sintonicen, ya sea en algún aparato llamado radio o mediante las distintas
aplicaciones on line.
Pero también tenemos trasfondos de nuestros aportes. En el caso de Renán, además de su función como periodista y director de la radio completa su jornada productiva en actividades agrarias y eso le permite tener una visión de complementariedad urbano - rural; Pablo, por su parte, está convencido que el sistema educativo necesita tener una mayor coherencia entre las políticas y la vida diaria de las familias con hijos en etapa escolar.
En mi caso, es una
especie de año sabático para desarrollar argumentos que sostengan el concepto de:
los medios de comunicación privados tradicionales necesitan de las Relaciones
Públicas para sostenerse empresarialmente y periodísticamente.
En el
camino hemos conversado al aire con personas que han expuesto sus criterios
sobre el aporte de este tipo de medio de comunicación, sus fortalezas y
debilidades, la necesidad de identificar sus opciones de supervivencia y, sobre
todo, la utilidad que tiene para distintos grupos sociales articulados por ejes
laborales, de su actividad ciudadana y en sus decisiones para el
entretenimiento.
“La radio
en tiempo de crisis” no es únicamente un programa para significar que estamos
viviendo una, sino también para mostrar a quienes estamos en la comunicación periodística,
como empresas y como profesionales, que tenemos un problema pendiente de
solucionar en el corto plazo.
En definitiva, los que hacemos Renán, Pablo, Hernán, Manuel, nuestros compañeros que llegan cada día y yo, es una aventura que bien puede llamarse “la radio hablando de la radio” para que siempre sea compañía y que reflexionemos en lo que sería un país sin medios de comunicación privados que hacen periodismo.
Publicado originalmente en la edición 384 de julio del 2020
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