Crnl. (SP) Eduardo Vergara, “Subagrupamiento táctico Tiwintza |
Al estar presentes aquí, junto al histórico buque Armada del Ecuador Calderón, llamado así desde 1950 en honor al militar cuencano Abdón Calderón, combatiente y héroe de la “Batalla del Pichincha”, nos llena de orgullo, porque nuestra Marina de guerra tiene entre sus hazañas históricas, la de un 15 de julio de 1941, en donde, éste buque insigne, llamado inicialmente Cotopaxi, se vistió de gloria, en el combate de Jambelí, ante la Armada peruana.
La guerra nació y ha convivido con el hombre a través de los años, ésta ha sido siempre una solución impulsiva de los diferendos en disputa y nuestro país no podía estar exento de aquellos problemas territoriales.
Corría el año de 1941 y el Perú invadió la provincia de El Oro, en los sectores de Chacras, Carcavón, Huaquillas, Arenillas, Quebrada Seca y Machala, ante la escasa fuerza militar en defender nuestra frontera. Firmándose en 1942 aquel irrito y nefasto Protocolo de Río de Janeiro.
En 1981 Perú vuelve con sus ambiciones expansionistas y ataca los destacamentos ecuatorianos de Paquisha, Mayaicu y Machinaza en la Cordillera del Cóndor. Superior en personal, material y medios cumple con sus objetivos pese a la tenaz resistencia de los soldados ecuatorianos.
Ante esta situación, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas ecuatorianas al mando del Sr. General Luis Piñeros con una visión muy clara, decide formar una fuerza élite en su organización; y traen al Ecuador, a dos instructores comandos israelitas, de un país de los más prestigiosos del mundo, en acciones bélicas, fueron el Mayor Itssi y el Capitán Rass, militares de combate y con gran trayectoria profesional en Israel; designando a ocho oficiales del Ejército y cinco de la Marina, cuyo curso se llevó a efecto en el litoral ecuatoriano, con base en Salinas y tuvo una duración de un año, con el nombre de “Propósito Especial Pumas”; teniendo como misión, formar conductores en operaciones contra objetivos estratégicos del enemigo.
Los militares ecuatorianos nos preparamos en infiltraciones aéreas terrestres y marítimas en la retaguardia profunda del enemigo, en general nos especializamos de manera técnica y profesional en el arte de la guerra.
Los oficiales graduados en este curso fuimos los responsables de organizar un ciclo de entrenamiento similar, para el personal de oficiales y voluntarios de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, soldados de tierra, mar y aire, formados en la dureza del hierro, con ejercicios de fuego real, soldados con verdadera mística profesional.
El soldado PUMA y autor de este blog Raúl Zavala, y el Crnl. (SP) también PUMA Eduador Vergara. |
Posteriormente, el Comando Conjunto tomando como base el personal adiestrado en los cuatro cursos de pumas, decidió la conformación del Grupo de Fuerzas Especiales 111 “Rayo”, llegando a constituir en su debido tiempo, la reserva estratégica del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas; y en que nuestras misiones como es de vuestro conocimiento, tenían boleto de ida, pero no de retorno.
En 1986 por situaciones de mezquinos intereses, de gente detractora de la misma institución, hicieron que nuestro grupo desaparezca físicamente, regresando a sus respectivas fuerzas el personal de la Marina y de la FAE; con el personal del Ejército se forma al GFE No. 24, grupo que mantiene aquellas enseñanzas de la guerra, de aquellos comandos israelitas y que quedó sembrado en terreno fértil; sus tácticas y técnicas que se expandió en toda nuestra institución, porque los “PUMAS”, fuimos a las diferentes brigadas y unidades militares del país impartiendo nuestros conocimientos aprendidos en el combate.
Sus frutos lo veríamos años más tarde en el conflicto armado con el Perú en 1995, en el Cenepa y los verdaderos artífices de aquella epopeya histórica, son y serán, nuestros mandos medios de oficiales, voluntarios, reservistas y conscriptos empleados en primera línea de fuego. En donde inicialmente el glorioso GFE No. 24 bajo mi mando y posteriormente como comandante del “Subagrupamiento táctico Tiwintza”, defendimos en primera línea de fuego la heredad territorial, en los sectores de Tiwintza, El Maizal, Montañita, la “Y”, Base Sur, La Piedra, y tantos otros sagrados lugares de nuestra amazonia; alcanzando un triunfo militar histórico, reconocido más tarde por militares peruanos y su prensa, por lo que debemos sentirnos muy orgullosos el haber sido parte de la conformación inicial de este grupo de soldados profesionales.
Como vemos su historia es corta en el tiempo, pero conjuntamente con aquella legendaria BFE No. 9 “Patria”, cuna de héroes, baluarte de nuestra nacionalidad ecuatoriana y nuestra gloriosa Fuerza Aérea, es muy trascendental en sus acontecimientos, ya que se logró transformar, la historia militar ecuatoriana.
Es menester recordar en esta mañana a sus autoridades, que luego de haber transcurrido un cuarto de siglo de aquella gesta heroica del Cenepa, nosotros no buscamos la gloria, porque ya lo alcanzamos, como verdaderos soldados, con fusil en mano y en el campo de batalla, en donde rescatamos el honor y la dignidad nacional; pero si está pendiente que se haga justicia, con sus verdaderos soldados que lucharon sin temor y con sus pechos henchidos de patriotismo en el campo de combate, ya es hora de que se transparente nuestra historia con sus auténticos protagonistas.
A nombre de todos quienes conformamos el histórico GFE 111 “Rayo”, deseo agradecer al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas por este reconocimiento que se nos otorga en esta fecha histórica del 10 de agosto, ya que los pueblos que olvidan su verdadera historia, son pueblos que tienden a desaparecer.
Señoras y señores…
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