Libro de fácil lectura, de explicaciones sobre las implicaciones de ser un soldado de Fuerzas Especiales |
¡Para hacer algo, no es necesario se héroe! se titula el conjunto de narraciones históricas que realiza Coronel en servicio pasivo Marcelo Gaibor Escobar, en las que conjuga su paso por el Ejército Ecuatoriano y sus entrenamientos como soldado de Fuerzas Especiales, con las recomendaciones que ese caminar sirve para la vida civil.
La historia de como uno a uno fue pasando los cursos para adquirir esas destrezas que sirven para el sobrevivir en combate, para cumplir con la misión, para responder con eficiencia ante situaciones complicadas en que ya no queda ni un gramo de fuerza física y a un paso de perder la razón. Es la máxima expresión que uno puede superarse a sí mismo y estar listo para ir a la guerra o soportar las inclemencias de una situación de emergencia social.
Una de las fotos de mi entrenamiento como paracaidista. |
En un sinnúmero de ocasiones conté el significado de ser militar y de la Legión de la Vieja Calavera, pero al llegar a esta etapa de mi nueva forma de ver el mundo, me doy cuenta que lo aprendido con sudor, dolor y valor me sirven aún, me genera una fortaleza adicional.
Entre líneas el Crnl. Gaibor narra sobre los valores adicionales que existen cuando uno se ha decidido por usar el uniforme y, más aún, cuando lleva el peso de las alas paracaidistas sobre la cabeza.
Sudor, dolor y valor, son parte de la mística de llevar la Boina Roja. |
Un buen día de salto, llegar a tierra y encontrarse con los compañeros sanos y salvos. |
Subir al avión, acomodarse y sentir el cuerpo pegajoso por el clima y por el miedo-valor, hasta que llega el momento de los gritos porque estamos listos para llegar a la zona de salto... siguen los gritos del jefe de salto, reviso las correas que ajustan el paracaídas a mi cuerpo, el gancho nunca salió de mi mano. "Enganchar y asegurar" fue la orden, no había macha atrás y a caminar hasta la puerta del avión; el resto es autocontrol para sentir la fuerza del aire en el rostro y la conciencia que se cae al vacío.
Llega el tirón, la cúpula abierta y el descenso es mucho más lento, pero es apenas el primera paso, porque luego vienen los saltos con equipo y armamento, con la certeza que en algún momento será para entrar en combate y que el enemigo está allá abajo, listo para meterte un tiro mientras caes.
La 94 de Paracaidismo en la BFE Patria. |
Pasan las horas y las hojas, poco a poco llego al final del testimonio de vida militar de Marcelo Gaibor, y aunque no presté servicios bajo su mando, se que en esas crónicas están reflejadas las gestas que en silencio y humildad cumplimos los Boinas Rojas.
Uno de los retos en el entrenamiento es ser el porta banderín, al que se lo cuida con la vida al igual que al arma. |
Página 257, la última y casi al cerrar el libro, en la solapa posterior encuentro la lección que arma el sentido de ir a mi pasado y regresar para fortalecer mi actual presencia: "Con el firme propósito de asumir solo y únicamente el control de cada una de nuestras vidas, en tiempos históricos, que sin dejar de ser difíciles, son controlables, viables y placenteros de difundirlos."
Extiendo mi mano, toco las doradas alas que conviven en mi Boina Roja y se que me la gané mientras llega el fin de mis días, hasta que mi calavera no sea más que polvo.
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saludos comando aqui en colombia se llama la boina terracota y es simbolo de los comandos los mejores de america 10 veces campeones fuerzas comando ajuua y saludos desde colombia !!!
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